El 22 de Diciembre 2018 | 16:00
En un momento en el que la tendencia general dentro de los videojuegos busca cada vez mayor profundidad, mayor extensión y mayor presencia de los mundos abiertos (sin importar que haya contenido que valga la pena y justifique el envoltorio), 'Nidhogg 2' vuelve a la simpleza, al multijugador local, a las partidas rápidas y sin grandes complicaciones. La curva de aprendizaje es mínima: tan sólo necesitas dos botones y en cinco minutos ya te has acostumbrado al ritmo sin descanso que propone el juego de Messhof.
Afortunadamente, estamos en un medio escrito y no hay ninguna necesidad de (intentar) pronunciar 'Nidhogg 2'. Este nombre proviene de la mitología nórdica y se refiere a una serpiente de la mitología nórdica que se dedica a roer las raíces del Yggdrasil, el árbol de la vida que mantiene unidos los diferentes mundos. El ganador del combate tiene el honor de ser el sacrificio y ser devorado por esta serpiente.
'Nidhogg 2' es, realmente, un juego de esgrima, no te dejes engañar por su estética grotesca y su inspiración mitológica. Aunque el objetivo principal no es acabar con el contrincante, sí que es indispensable para conseguirlo. El ganador del combate es aquél que consigue llegar hasta el escenario final, como si estuviera en un juego de scroll lateral.
El ritmo del juego es frenético: matas, avanzas, mueres, retrocedes, matas, avanzas, matas avanzas... Se parece mucho a la última ronda en un juego de tenis, en la que se va pasando de Deuce a Ventaja constantemente hasta que uno de los dos consigue ganar el punto definitivo. Este toma y daca se alarga hasta que uno de los dos jugadores consigue llegar hasta el extremo opuesto del nivel. El nivel de tensión que alcanzan las partidas es muy alto porque hay que encadenar una buena racha de victorias para poder llegar hasta el final.
Para esta secuela se han añadido nuevas armas, no limitando el arsenal a simplemente espadas. Esto cambia drásticamente las reglas del juego (dentro de la simplicidad predominante en todo el sistema) y abre nuevas posibilidades, en especial el arco, un arma de larga distancia que no tiene demasiados inconvenientes. Por esto el arco puede llegar a ser el arma más frustrante si no se sabe contrarrestar correctamente. No es comparable con la acción de lanzar la espada al contrario, porque esto es un movimiento que deja desprotegido al jugador con sólo sus puños.
El arco no es la única novedad en esta secuela: el sable no puede atacar en alturas medias, aunque es más efectivo por lo alto y bajo, mientras que la daga tiene un alcance mucho menor, pero es más rápida. El problema es que el cambio de armas se produce al reaparecer después de morir y no deja mucho tiempo para pensar una estrategia. Reaparecer con el arco puede dejarnos vendidos si el otro espadachín ataca de frente a toda velocidad.
Añadir nuevas armas era un paso lógico para incluir entre las novedades de esta secuela. Sin embargo, no se ha llegado a realizar de la mejor manera posible. Sin llegar a empañar la divertida experiencia que ofrece 'Nidhogg 2', el equilibrio entre las armas no está del todo conseguido y es un punto que se debería pulir para una potencial tercera parte.
Los luchadores son ligeramente personalizables, lo justo para darles un cierto aspecto diferenciador frente al contrincante y sin pasarse para no distraer del verdadero foco de atención: darse de espadazos.
Aunque 'Nidhogg 2' no es exclusivamente un multijugador local, sí que es su mayor virtud, porque en el online es complicado encontrar gente con la que luchar. Peor aún, cuando encontramos partida, algunas de ellas tenían problemas de lag y de mala conectividad, que impedían jugar a un juego que necesitas de muchos reflejos y rapidez de movimientos.
Siempre hablamos de 'Nidhogg 2' como un juego únicamente multijugador, pero en realidad tiene también su modo arcade en el que luchar contra personajes controlados por la IA en los diferentes escenarios. El atractivo de estos modos en el género de lucha suele ser contar una historia detrás de los luchadores. Aquí esto no existe, por lo que el arcade se queda más como una práctica para el núcleo real de 'Nidhogg 2', el multijugador.
La versión para Switch cuenta con la ventaja de que cada jugador tan sólo necesita un joy-con para jugar, gracias a la simplicidad de sus controles. Eso sí, la pantalla de la consola en modo portátil se puede quedar un poco pequeña para jugar en buenas condiciones a 'Nidhogg 2'.
El estilo visual es un salto bastante grande con respecto al juego original, pero, una vez superado el shock inicial, le queda muy bien con ese tono tan grotesco y macarra. La principal novedad es que la variedad de escenarios se ha ampliado mucho con respecto al original, tanto en el sentido estético como en el práctico, y se aprovecha de ese look tan bizarro para hacer un poco lo que le da la gana (con buen resultado). Lo más importante es que el frame-rate es muy estable y no sufre ningún problema que puedan poner en peligro la experiencia de los combates.
Conclusiones
'Nidhogg 2' resulta una apuesta interesante para todos aquellos que quieran un juego divertido y sin complicaciones, especialmente para unas partidas con amigos gracias a un control sencillo que permite jugar cómodamente con un sólo joy-con. El principal problema de 'Nidhogg 2' es que busca innovar con respecto a su predecesor, algo necesario y digno de destacar, pero las nuevas armas no terminan de estar todo lo niveladas que deberían. Aun así, el resultado es un título muy divertido y que merece la pena sólo por descubrir sus extravagantes escenarios y su sentido del humor tan peculiar, demostrado claramente en su dirección artística.
Lo mejor:
- Jugabilidad directa y sin complicaciones.
- Muy divertido.
- Estilo visual grotesco y colorido.
Lo peor:
- Las armas deberían estar mejor niveladas.
- El online no funciona del todo bien.