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Análisis 'Ni no Kuni II: El renacer de un reino', de vuelta el RPG tradicional

RPG CLÁSICO

Análisis 'Ni no Kuni II: El renacer de un reino', de vuelta el RPG tradicional

Por Xose Llosa

El 19 de Marzo 2018 | 15:22

La nueva entrega de 'Ni no Kuni', desarrollada por Level-5, mantiene el espíritu del RPG japonés tradicional, con una producción AAA.

Level-5 es sinónimo de RPG. El estudio de 'Dragon Quest' ha dado lugar a algunos de los juegos más maravillosos que en los últimos tiempos se han abierto camino desde Japón hasta occidente. Lejos de anquilosarse en sucesivas entregas de sus grandes sagas -que también-, lo intentan con nuevos nombres, que se van labrando un hueco en un momento complicado para el desarrollo japonés y también difícil para el género RPG. En PS3, tras su paso por NDS, 'Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca' se asentó como uno de los títulos de mayor reconocimiento en la pasada generación. La colaboración de Level-5 con el Studio Ghibli dio lugar a uno de los juegos más imponentes visualmente que PS3 vio en el catálogo. El asentamiento de 'Ni no Kuni' fue el suficiente, no sólo para atreverse con una segunda entrega, sino para que el nuevo juego sea todavía más ambicioso. Así llegamos a 'Ni no Kuni II: El renacer de un reino', con versión para PS4 y ordenador en esta ocasión.

Ni No Kuni II: El renacer de un reino

'Ni no Kuni II' nos sumerge en el reino de fantasía de Cascabel. Sin entrar en spoilers de ningún tipo, sólo hablaré del hilo argumental respecto al punto de partida de la aventura. Esto es, nada de lo que comente irá más allá de la primera hora de juego, aproximadamente. Nuestro protagonista en este caso es Evan. Enfundado en una capa carmesí, es el rey legítimo de Cascabel. El padre de Evan es asesinado a través de un envenenamiento progresivo por uno de sus adversarios. Ahora, el único cabo suelto que queda en el golpe de estado de Cascabel es el joven Evan. La aventura comienza exactamente en el punto en el que los golpistas tratan de acabar con la vida del legítimo heredero. En ese trance, y con la ayuda de Roland, otro de los personajes principales, Evan logra escapar no sin sacrificios del castillo.

A partir de este punto Evan tiene un objetivo claro: recuperar el reino. No es la sed de poder lo que guía el afán de reinado de Evan, sino que pretende que la luz brille para los habitantes de Cascabel. Como Roland dice, todo estado tiene una parte luminosa y otra oscura. El lado oscuro de Cascabel ha llevado al golpe de estado con el que la aventura comienza, por lo que Evan debe lograr que la luz se apodere de nuevo del reino y sus habitantes. Juntos emprenden un viaje para buscar el poder suficiente, así como los aliados necesarios, para lograr recuperar el trono de Cascabel. El renacer de un reino, como nombre, no deja lugar a la duda de lo que nos propone el juego como punto de partida.

Nueva aproximación a 'Ni no Kuni' más ambicioso

Sin embargo, el empeño de Level-5 con 'Ni no Kuni II: El renacer de un reino' esconde un ánimo revisionista en cada una de sus facetas. Al aproximarse a cada punto nuclear el juego tendremos la imposición de detenernos a comprobar de qué nuevos planteamientos dispone, ya que Level-5 ha tomado buena nota de las reacciones al primer juego tratando de atajar todos los puntos a reevaluar. El primer de ellos es el tono o el argumento, ahora tratando de aproximar una aventura de corte más adulto.

El punto de partida en este caso vuelve a ser eminentemente heróico. Lo que se ha convertido en arquetipo de la fantasía que aterriza desde Japón, con un héroe joven e inocente, que se hace a sí mismo a medida que progresamos en la aventura. El núcleo de la historia vuelve a ser una narración de maduración y crecimiento. Sin embargo, ahora, al incluir personajes adultos, como Roland, el tono que toma representa también problemáticas más próximas al interés del jugador adulto. Aunque se desvela en los primeros minutos del juego, si no habéis atendido a campañas promocionales o previews, prefiero mantener oculto el origen de Roland en la aventura, porque creo que sobre él gira el principal atractivo, no sólo de la historia a narrar, sino del mundo de fantasía que se perfila. Si bien, cabe decir que el interés sobre el personaje de Roland es máximo, y prioritario condicionante de este juego. Un giro original, que aporta un acercamiento interesante a un título que habla mucho sobre la construcción política del poder.

Ni No Kuni II: El renacer de un reino

Utilizar como hilo conductor de la aventura una trama política tan determinada, en la que los protagonistas presentan un objetivo muy claro a conseguir, es algo efectivo por su simpleza. Lejos de objetivos complejos, de esos que requieren grandes explicaciones, el pretexto que lleva a unirse a nuestro conjunto protagonismo tiene los pies en la tierra: un golpe de estado y la necesidad de contrarrestarlo. En ese camino de alianzas se descubre el reino de Cascabel, sus secretos, su mística, su componente fantástico, y también sus peligros y sus aliados. Un entorno pintoresco, en un juego emocional que me logra sacar una sonrisa mientras intento recordar para lograr describirlo.

Sobre el tono adulto del juego

Sin embargo, hablar de una historia adulta es aventurado. El desarrollo de la trama principal continúa siendo poco exigente, con más clichés de los necesarios, y posiblemente el punto de interés principal esté en un segundo plano. La vivencia directa del grupo protagonista se desarrolla con un tono de aventura convencional, mientras que el traqueteo político que está sobrevolando la historia es lo que verdaderamente deja los destellos de debate interesantes. Así, hay temas como el racismo, el poder o la democracia que son debates que, si bien no encuentran el lugar de primer plano, se dejan caer aquí o allá como elemento sobre el que reflexionar.

En 'Ni no Kuni II', aunque Yoshiyuki Momose -veterano de Studio Ghibli- sea el encargado del diseño de personajes, Level-5 ya no establece una colaboración con los estudios de animación para el desarrollo y diseño del juego. Sin embargo, la línea estética que presenta es tan espectacular como continuista. No obstante, antes de zambullirse en este particular, 'Ni no Kuni II' retoma también de Studio Ghibli uno de los componentes esenciales de cada cinta: la capacidad de descubrimiento. Cada película de Miyazaki es particular, diferente, con un elemento fantástico distinto al anterior, y cada una de ellas un viaje de fantasía que te envuelve y te absorbe. Cada una de ellas, cargada de tal cantidad de detalles que cada visionado esconde algo nuevo para el espectador. Ese halo de fantasía es algo en lo que 'Ni no Kuni II' zambulle también al que juega.

Ni No Kuni II: El renacer de un reino

El diseño artístico, efectivamente, también tremendamente inspirado en Ghibli. Basta con observar el aspecto de Tani, una de las protagonistas del juego, y recordar a San de 'La Princesa Mononoke'. O simplemente mirar a Evan, y pensar en las niñas de 'Mi vecino Totoro'. El juego combina dos tipos de desarrollo de la partida: zonas de exploración -como una suerte de minimapa-, y zonas de interacción en tercera persona. En las primeras, el título toma un aspecto Ghibli de muñecos cabezones con un estilo visual plástico que podría haber sido más rico o más congruente con el resto. En el grueso de la aventura, lo que se desarrolla en cada aldea, montaña o ciudad a explorar, el título se convierte en una aventura en tercera persona, pero de un acabado visual espectacular. En este segundo caso, no obstante, se establece una importante diferencia en detalle entre los personajes principales y secundarios, siendo los principales un espectáculo en movimiento. Level-5 cuida muchísimo a los enemigos y criaturas. No existe el despliegue de criaturas del primer juego, pero el diseño de los enemigos es bastante acertado y variado en general. Además, los Higgledies -recuerdan a lo moguris de la saga 'Final Fantasy'-, se convertirán en un elemento entrañable y una fuente de apoyo muy interesante en los enfrentamientos.

Lo brillante que resulta a nivel visual, una de las grandes bazas del juego, continúa también en lo sonoro. La música de Joe Hisaishi, compositor habitual de Ghibli, acompaña perfectamente a ese envoltorio fantástico del que hablaba.

Más novedades

El revisionismo de 'Ni no Kuni II' no sólo se materializa en el tono de la historia, sino prioritariamente en el elemento jugable. Los turnos quedan a un lado, y lo que se dispone en esta segunda entrega es un juego de acción en tiempo real. Manejaremos de manera simultánea a los tres componentes del grupo, pudiendo alternar entre ellos de manera dinámica. Asimismo, gestionaremos en base a menús de acceso muy rápido las tres armas que cada uno puede llevar equipadas, así como un menú de habilidades que se ejecuta a través de los botones de acción. Un sistema de acción en tiempo real vinculado a lo que es indiscutiblemente un RPG, que nos resultará familiar de otras sagas como 'Tales of', y que justo por eso sabemos que resulta efectivo. En los combates, cada personaje tiene, además de movimientos cuerpo a cuerpo, también ataque a distancia, así como habilidades y movimientos sencillos de esquive y bloqueo.

Ni No Kuni II: El renacer de un reino

Se trata de un sistema de combate dinámico, que permite ejecutar enfrentamientos contra gran número de enemigos rápidamente, lo cual resulta un balanceo muy interesante para lograr aportar variedad. En las fases de exploración se descubren los enemigos a lo lejos, por lo que se pueden tratar de rodear si queremos evitar el grindeo típico, al que por otro lado el diseño del juego invita a perpetuidad.

La renovación en el sistema de enfrentamientos es un giro en la buena dirección, al menos desde mi punto de vista, pero todavía mantiene un nivel de dificultad bastante accesible. En general, en el transcurso de la aventura se avanza sin mayores problemas en su totalidad.

Combinando al propio modo o estructura de combate, el otro elemento innovador viene del lado de un sistema estratégico en el que tenemos que construir nuestro propio reino. Un sistema de gestión y estrategia, que si bien no es parte fundamental del transcurso de la aventura, puede ocupar grandes sesiones de juego. Se recuperan aquellos elementos anexos a los juegos de rol, como los típicos juegos de cartas o el Blitzball de 'Final Fantasy X', que sirven como un elemento de alivio para títulos largos y profundos.

Conclusión

De esta forma, lo que se perfila con 'Ni no Kuni II' es una aventura lineal y fundamentalmente clásica, pero creada con la tecnología y los estándares de la producción actual de alto nivel. Es francamente agradable acercarse a un RPG japonés de corte tradicional, pero que pretende ser una producción de altos vuelos dirigida a capitanear puestos prioritarios en cualquier catálogo. Level-5 con sus 'Dragon Quest' ha demostrado confiar en el género RPG con una visión tradicional, y ese mismo empeño es el que por suerte deposita en 'Ni no Kuni' también. De esta forma, 'Ni no Kuni II' es un título que quizá peca todavía de ser demasiado fácil y en su desarrollo narrativo cae en más convencionalismos de los que a priori se pueden esperar. Sin embargo, tras ese primer plano ofrece una historia y universo con matices, con la valentía de adentrarse al que quiera rebuscar en temas maduros y complejos. Aún así, creo que la manera adecuada de :aproximarse a 'Ni no Kuni II' es dejándose llevar. La fantasía de Level-5 inunda la sala en la que se está jugando, y cumple aquello por lo que J.R.R Tolkien comenzó a escribir relatos cuando era un niño solitario con una infancia convulsa: transportar al que juega, o al que lee, a un mundo lejano que por un instante te permita, efectivamente, simplemente fantasear.

9,0

Lo mejor:

- Producción AAA para el género RPG japonés tradicional.

- Un universo de fantasía carismático y envolvente.

- Acabado visual espectacular.

- La banda sonora toma papel prioritario en este juego.

- El sistema de combate aporta un buen ritmo al desarrollo de la obra.

Lo peor:

- Sigue siendo un juego bastante fácil.

- Pese a que el pretexto de la aventura es interesante, el desarrollo de la trama cae en muchos tópicos sobre el crecimiento, la madurez... y los clásicos temas del JRPG.

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