Tengo que admitirlo: no creí que fuera posible ver una secuela de 'Pokémon Snap'. Disfruté del original desde su lanzamiento como uno de los experimentos más llamativos de Nintendo 64. Tarde tras tarde me maravillaba con los modelos en tres dimensiones de mis criaturas favoritas, las posibilidades de capturar imágenes para siempre e intentar superar mis records. Eran otros tiempos muy diferentes.
Veinte años después este es un concepto que no debería funcionar. Ya hemos visto Pokémon en todas las dimensiones posibles, incluso en la saga principal. Los dispositivos móviles nos permiten sacar fotos en cualquier momento y lugar, casi sin límite de espacio. Nuestras experiencias se comparten en imágenes a través de Internet.
En mi mente, 'New Pokémon Snap' no era una posibilidad lógica. El original vino demasiado pronto, una secuela llega tarde. Su existencia es un glitch de 'Matrix'. Pero Bandai Namco lo ha hecho. Han conseguido restaurar una magnífica obra de arte. Han fotografiado el pasado y le han puesto los filtros necesarios para captar buena parte de su magia.
De Polaroyd a digital
La propuesta de jugabilidad de 'New Pokémon Snap' destaca por su peculiaridad con respecto a otros spin offs de la franquicia. Por una vez no entramos en el mundo de las criaturas japonesas para hacerlas combatir o coleccionarlos, sino sencillamente sacar la cámara y observar nuestro alrededor. Es un tour fotográfico en toda regla, una aventura sobre raíles que nos pide relajarnos, estar atentos y apreciar la flora y fauna.
Este es un juego enormemente naturalista. No quiere que destruyamos el ambiente, sino que lo estudiemos y experimentemos con lo que tiene para ofrecernos. Nos habla de la belleza que existe más allá de la pantalla de nuestra consola. Saca fotos a los animales, respeta sus vidas diarias y aprende sobre ellos cuando la humanidad no está cerca para estorbar.
Eso no significa que los Pokémon no reaccionen a nuestra presencia. Algunos son más agresivos que otros, pero no es nada que nos deba preocupar: no existe una pantalla de fin de partida. Nuestro personaje no puede sufrir daño alguno. Nosotros, por otra parte, sí podemos hacerlo a algunas de las pobres criaturas. Tenemos a manos algunas herramientas para alterar ligeramente el entorno, como manzanas arrojadizas, y las oportunidades de fotos que podamos sacar con ello está en nuestras manos.
No es que la crueldad esté al orden del día en 'New Pokémon Snap', pero tiene un ligero toque de humor negro en lo que podemos hacer. Podemos empujar a una pobre criatura agarrada al borde de un precipicio o ayudar a Magikarp a que llegue puntual a su almuerzo con Pidgeot. Estos puntos suelen ser graciosos, pero no muy recurrentes. Quizás los desarrolladores temieran represalias por crueldad animal, pero no hay rastro de objetos como las Pesteball del juego original. La sensación de alterar el entorno queda algo más limitada que antes; ni siquiera puedes provocar evoluciones, como sucedía con Magikarp o Charmaleon en el pasado.
Actualización de carrete
Siento que es injusto comparar los dos juegos, pero es necesario para comprender el total potencial de este título. Tiene esas fallas acerca del entorno, sí, pero a rasgos generales 'New Pokémon Snap' sale ganando en números. Es lógico con la evolución generacional.
Los dos puntos más lógicos a comparar son el número de criaturas y de niveles. De los sesenta presentes en la entrega de Nintendo 64 pasamos a más de doscientos Pokémon. Es más que el triple, incluso cuando se trata de sólo una pequeña fracción de lo que actualmente compone la Pokédex al completo en los títulos principales. No se echa en falta ninguna criatura, y queda mucho mundo abierto de cara a más secuelas que, sinceramente, ojalá veamos.
Sumad a eso los propios niveles. Nintendo 64 tenía seis niveles y, como punto adicional, el escenario de batalla final en el que fotografiabas un único Pokémon. Bandai Namco ha mirado esos números y ha sabido que no era suficiente con incrementarlos un poco: esta vez tenemos el doble de fases, versiones diurnas y nocturnas de algunas de ellas, rutas alternativas que descubrir y niveles de investigación. El último es un sistema de progresión en cada nivel que ayuda a que las criaturas del entorno se acostumbren a nuestra presencia, y por tanto a cada nueva visita tengamos ocasión de sacar todavía mejores fotos. Es una idea fantástica para animar la rejugabilidad a varios niveles.
Por desgracia, el punto en el que no podemos estar totalmente convencidos es en los jefes finales. Nintendo 64 tenía un único enfrentamiento, pero su singularidad era lo que lo hacía especial e intenso, aunque no tiene mucho jugo de por sí. Esta entrega nos presenta los Pokémon Lúmini en su ausencia, con su propia fase en la que sacarles fotos en base a nuestras acciones para que muestren sus auténticos colores. No es que no tengan la misma magia, es que se hacen largas y pesadas por repetir el mismo proceso de forma constante. Sobre todo al sumar el punto más controversial del título: la rareza de las fotos.
Una foto valorada en oro
Uno de los aspectos que más quebraderos de cabeza está dando en los debates sobre 'New Pokémon Snap' es la existencia de las estrellas de valoración en la Fotodex. Cada criatura tiene cuatro fotografías ideales que sacarles, desde cómo se alimentan con una manzana hasta su reacción al encontrarse con otras criaturas. Es una gran adición a la lista que nos da mucho más tiempo de juego intentando sacar los mejores momentos de los Pokémon sin tener que sacrificar grandes recuerdos, como pasaba con las aventuras especiales de Pikachu en el original. El ratón montado en Articuno es mejor que una foto en una tabla de surf, Oak, por poca puntuación que quieras darle.
Por desgracia, la forma de afrontar esta adición quizás no haya sido la más acertada. Por cada tour que hagamos sólo podemos entregar una foto de cada Pokémon para ser valorada. Si hemos logrado varios de sus comportamientos tenemos que sacrificar el resto para así forzarnos a rejugar los niveles. Agradezco la rejugabilidad, pero es una idea que en la práctica se nota muy forzada por ignorar activamente nuestros esfuerzos.
Quitando eso, las mejoras en la calidad de vida del título son ejemplares. Los personajes que nos acompañan en la investigación nos animan con desafíos y encargos que, a su vez, desbloquean más opciones para la edición de fotos y el modo Foto Plus. Aquí está el auténtico jugo de 'New Pokémon Snap', poder sacar las fotografías perfectas y editarlas para mostrarlas al mundo entero con las funciones en línea.
Es la auténtica gracia del título y donde más ha sabido acertar Bandai Namco. A día de hoy el modo foto es casi un obligatorio en videojuegos AAA. Comienza a haber auténticos gurús de la fotografía digital en videojuegos con maestros que logran imágenes cautivadoras de algunos de esos títulos. 'New Pokémon Snap' es un punto de introducción perfecto para ese estilo de experiencias: tanto los más pequeños como los adultos que quieran comenzar a experimentar con esto pueden hacerlo gracias a las opciones que incluye el modo Foto Plus, e incluso se les anima a experimentar más a fondo. Es donde reside la magia.
Conclusiones
El videojuego original siempre guardará un lugar especial en mis recuerdos, pero 'New Pokémon Snap' consigue superar con creces lo que Nintendo 64 ha hecho. No sólo ha modernizado el spin off hasta conseguir que funcione veinte años después, es que se las ha arreglado para ser su propia bestia. Con suerte muchos serán los que lo jueguen ahora y descubran el poder de la fotografía. En veinte años serán ellos quienes sueñen con una secuela imposible.