Electronic Arts sigue apostando de manera férrea sobre el terreno de los videojuegos para móviles. De hecho, hace apenas unas semanas anunció el traslado de Maxis, creadores de 'SimCity' o 'Los Sims', a la división de juegos para dispositivos móviles. No implica que vayan a desaparecer las entregas de 'Los Sims' de PC, pero sí que el protagonismo de sus desarrollos termine en las tiendas de aplicaciones. Otra de las sagas de la compañía californiana que ha ido dejando sus entregas en móviles, a veces con más acierto otras con menos, es 'Need for Speed'. En los aledaños del lanzamiento del nuevo 'Need for Speed' de sobremesa, acaba de llegar a móviles (iOS y Android) 'Need for Speed: No Limits' desarrollado por Firemonkeys Studios, equipo que guarda una trayectoria en el género de la velocidad en móvil larguísima.
Velocidad urbana
Carreras urbanas por las calles de Blackridge con modelos de vehículos reales y un acabado gráfico que entra por los ojos. De hecho, el espectacular impacto visual es lo que anima a clicar en la opción instalar de este free-to-play, que se mantiene en los cánones convencionales de un juego de velocidad, pero lo hace realmente bien.
El juego se organiza con el ya clásico modo carrera que nos invita a progresar mientras una serie de personajes sin personalidad, carisma, ni interés alguno, van guiando nuestro progreso a través de diferentes eventos con un puñado de líneas de diálogo. A medida que vamos completando eventos, y cuanta mejor puntuación logremos marcar, subirá nuestro nivel como piloto para ir desbloqueando nuevo contenido. De esta forma comenzaremos con carreras muy simples, y con las subidas de nivel de piloto no sólo nos abriremos paso a nuevos tipos de eventos, como los Drift o Nitro, sino que también tendremos nuevas opciones para mejorar nuestro vehículo como el taller de tunning. Es, al final, un modo de progresión tan simple como efectivo, medido en este caso lo suficientemente bien como para dar vida útil a un juego single player.
Sin embargo, lo que realmente marca el progreso del juego es el sistema de mejoras de nuestros coches. Para desbloquear coches debemos ir consiguiendo tarjetas de vehículo; una vez coleccionemos un determinado número de ellas las podemos intercambiar por coches. Estas tarjetas se lanzan aleatoriamente a nuestro mazo con el final de cada evento en el que participemos, o directamente pasando por caja para comprar. Por medio de tarjetas también desbloqueamos las mejoras del coche, con piezas comunes o más raras. Estas también se pueden comprar con dinero contante y sonante. La evolución del vehículo es una de las partes diferenciales y principales de 'Need for Speed: No Limits', ya que para acceder a nuevos eventos necesitamos desarrollar el potencial de nuestro garaje. Así, nos topamos con una evolución mecánica y visual para los coches que tengamos, pudiendo desarrollar nuestro modelo favorito hasta límites insospechados.
La economía del juego
La economía del juego se basa en la doble moneda: El dinero interno del juego sirve para pagar prácticamente todo, incluso por importantes sumas podemos comprar cofres con tarjetas. El dinero real, en forma de lingotes, a grandes rasgos lo podríamos definir como un elementos que nos allana el camino. Podemos comprar cofres de sobres asegurándonos que van a salir tarjetas raras para lograr avanzar más rápido o conseguir mejores coches. Sin embargo, no es un juego abusivo en este sentido. Es un free-to-play, su financiación se basa en que al final terminemos pasando por caja, pero intenta evitar ser un insulto a nuestro bolsillo. Lo que sí resulta mucho más cuestionable es el sistema de tickets, en este caso llamados repostajes de gasolina, por aquello de que es un juego de velocidad. Tenemos, como en 'Candy Crush', un límite de partidas seguidas que se van acumulando con el paso del tiempo o si decidimos pagar con dinero real por ellos. Este modelo de los tickets es algo que debemos defenestrar, ¡ya! Siempre me ha parecido un sistema intrusivo, tramposo, y en no pocas ocasiones ha terminado por arruinar juegos, y miro de tú a tú a 'Tekken Revolution' de PlayStation 3. Diría que en 'Need for Speed Limits' está bien medido, pero sigue siendo absolutamente horrible.
Así funciona la estructura del juego, no tiene pérdida y es coherente en todas sus facetas, pero sobre la pista es donde resulta realmente divertido. El camino de los juegos de velocidad en dispositivos táctiles hasta el día de hoy ha sido largo y duro, de eso no cabe duda; hay mil modelos, y mil opciones, y lo que propone 'No Limits' es un sistema de aceleración automática en la que el jugador simplemente gira. Sobre esta base se van añadiendo comandos a medida que progresamos para activar el turbo, derrapar en una u otra dirección, lograr una salida perfecta... Al final, y partiendo de una base francamente sencilla, en un principio seguramente incluso insulsa, termina por convertirse en un arcade de velocidad profundo y adictivo. Toma el mismo concepto de los juegos de plataformas automáticos, como 'Sheldon Run', donde el personaje corre por sí sólo y nosotros saltamos o activamos mecanismos. Este concepto se traslada como un guante al género de la velocidad.
Los tiempos de carga
¿El problema de 'Need for Speed: No Limits'? Que los eventos son muy cortos. Extremadamente cortos. Las carreras se pasan en un suspiro y los tiempos de carga son demasiado largos. Tanto para arrancar el juego, como para conectar servidores, como entre carreras... todo es eterno, lo que en un juego de carreras cortas y partidas rápidas es horrible.
'Need for Speed' es un juego técnicamente ambicioso, con el poder que otorga una gran licencia y aprovecha con coches reales y una producción de alto nivel, propone un arcade de velocidad muy convencional, pero francamente divertido y completo. Un título recomendado, que se sitúa como top del género en las tiendas de Apps.
Requisitos:
Android 4.0.3 o superior.
iOS 6.1 o superior.