MÚSICA ANIME

Análisis de 'Muse Dash', cuando no puedes ir con la música a otra parte

Tras su paso por dispositivos móviles, Pero Pero Games trae a nuevas plataformas su última producción musical, donde los toques animes son la marca distintiva.

Por Sergio Mediavilla Gómez 8 de Agosto 2019 | 11:30

Los años dorados de los videojuegos de corte musical parece que ya han quedado atrás, pero a día de hoy aún encontramos algunas propuestas que buscan hacerse un hueco dentro de un sector en el que empiezan a predominar proyección de acción bajo premisas que se repiten de forma insistente en casi todas las plataformas.

A pesar de esta situación, sagas como 'Just Dance' continúan llegando al mercado para contentar al público, que cada vez menos encuentra opciones, dentro del género musical, con el que poder disfrutar en sus ratos libres. Para poner solución a esto, desde Pero Pero Games lanzaron a lo largo del pasado año un título con una mecánica muy simple bajo una premisa musical para dispositivos móviles que, desde hace unas semanas, podemos disfrutar tanto en PC] como en Nintendo Switch.

La música, mejor portátil

Vaya por delante el que, aunque me puedo considerar un asiduo a los juegos de este tipo de planteamientos, la cultura del anime y el manga me pilla algo más desconectado. La disfruté hace ya más de una década, pero en este 'Muse Dash' me he vuelto a encontrar por segunda vez con su diseño, ya que en 2018, cuando se publicó para dispositivos móviles, pude disfrutar de su sencilla propuesta.

Precisamente esta propuesta funciona, o funcionaba, muy bien dentro del mercado móvil. Con tan solo dos botones táctiles debíamos encajar golpes a diversos enemigos a lo largo de un nivel desarrollado en dos dimensiones, bajo scroll lateral, y al ritmo de la música con personajes, todos ellos femeninos, caracterizados de diversas formas. Este mismo planteamiento se ha traslado intacto a la versión para compatibles, la que he analizado en esta ocasión, y aunque no se puede decir que su aspecto jugable no funcione, para los que ya hemos disfrutado de él con anterioridad, y en su plataforma "original", si encontramos que, con el cambio de sistema, se ha vuelto algo más tosco.

A medida que avancemos por los algo más de 30 niveles, cada uno con su correspondiente canción que se encargará de marcarnos el ritmo, deberemos encajar los golpes de la mejor forma posible para obtener la mayor puntuación a través de tres niveles de dificultad, aunque ni el más complicado de ellos nos ofrecerá muchas dificultades para obtener niveles "A" o "S", los más altos, reservados solo para los dedos, en principio, más hábiles, que deberán pulsar dos teclas en el teclado para alternar los golpes aéreos y a nivel de suelo.

Sí es cierto que determinadas canciones, al llegar a los momentos de mayor ritmo, se pueden convertir en un pequeño desafío porque el cuerpo, si te dejas ir, te pedirá moverte a otros ritmos y direcciones, por lo que toca hacer un poco de ejercicio mental para no perder la bonificación que se obtiene por ir encajando varios "perfect" a medida que despejamos el camino de enemigos. Esta música será de muchos estilos, desde composiciones techno hasta otra mucho más clásicas, todas ellas con varios instrumentos y arreglos vocales.

Tanto antes de empezar como al terminar nuestra partida podremos ver las puntuaciones de otros jugadores que han hecho frente al nivel en el que nos encontremos, incluso podemos registrarnos para que nuestras hazañas también queden patentes de cara al resto de usuarios que, como nosotros, podrán desatar, si aciertan con los combos, un momento "fever" gracias a la barra de estado que se irá rellenando con nuestros combos de igual forma que la de vitalidad descenderá si recibimos muchos impactos.

Ya digo que su planteamiento sencillo y directo funciona bien, no tanto como en el mercado portátil, y quizás ahí Nintendo Switch tenga una baza a su favor, pero sí lo suficiente como para que cualquier jugador que se sienta atraído levemente por el género musical pueda echar sus partidas y conseguir desbloquear todos los estilos de personaje, donde queda muy patente que el juego es de nicho asiático.

Diseño Anime

Nos encontramos a tres personajes femeninas. A medida que vayamos superando los niveles con mayor puntuación obtendremos diversas recompensas con las que desbloquear nuevos trajes para estas personajes, desde un pijama y una almohada hasta toda una femme fatale, con un corsé justo para tapar el pecho e insinuar más de lo necesario, de hecho en la previa en del personaje podemos ver que, quizás en otros aspectos hayan flaqueado, pero en cuanto a físicas hay ciertos elementos que han estudiado a conciencia.

Que el diseño de las tres protagonistas está sexualizado era algo que ya podíamos conocer tomando de referencia su versión original, por lo que no nos sorprende. Aún así, cada uno de estos diseños tendrá su reflejo en la parte jugable, y según el que tengamos seleccionado en el momento de disputar la partida tendremos una serie de bonus, así como algunos acompañantes que también podremos ir desbloqueando a medida que avancemos.

Lo cierto es que, aunque sexualizadas, el diseño artístico de ellas es lo más destacable de un apartado que nos recuerda a un proyecto a medio camino entre los títulos flash y las series anime, por suerte, más cercana a estas últimas en los niveles y personajes, no así en los menús, que podrían pasar directamente por un juego de navegador de la primera década de los años 2000.

En conclusión, el precio en el que podemos encontrarlo en Steam, por debajo de los 4 euros, lo convierte en una buena opción si lo que tenemos es un ordenador portátil y queremos algún juego que no nos pida mucha máquina, de hecho este requiere bastante poco, para echar el rato mientras tenemos que esperar a otro tipo de funciones con el ordenador. Su planteamiento portátil se desvirtúa un poco dentro del sector del PC, pero aún así es una buena opción para los fans del género o para aquellos que quieran echar un rato de entretenimiento sin grandes pretensiones.