AVENTURA GRÁFICA

'Montague's Mount': aventura gráfica de corte clásico

Despertamos en la costa de una isla irlandesa, sin recordar quién somos, ni cómo llegamos ahí. Así arranca esta aventura independiente.

Por Xose Llosa 11 de Diciembre 2013 | 16:10

'Montague's Mount' es una aventura gráfica independiente de corte clásico (exploración y puzle) con perspectiva en primera persona. Este juego está completamente determinado por una dicotomía según la cual hay una parte, donde brilla, que son los puzles, acertijos lógicos, interesantes y medidos en dificultad. Sin embargo, hay una segunda cara, la historia, que es, además, donde el título trata de recrearse sin llegar a terminar de cuajar.

Partimos como náufragos en la costa al norte de Irlanda, en una isla deshabitada, poblada de cadáveres, y con un oscuro pasado que poco a poco iremos descubriendo. Todo resulta familiar a nuestro personaje, pero no creo que pueda contaros más que esto, que es lo suficiente para que os hagáis una idea del tono general del juego. Una ambientación sombría, solitaria y lúgubre, que recuerda a la puesta en escena habitual de los 'Project Zero', por ejemplo.

Sobre el papel

Aunque 'Montague's Mount' sobre el papel sea una idea atractiva, no novedosa, pero sí atractiva, pronto veremos que algo falla, y eso es el ritmo. 'Montague's Mount' es un juego lento, pausado, reflexivo, y, en último término, aburrido.

A nivel jugable nos deja una sabor muy agridulce, porque representa por momentos la miel en los labios. Los puzles, como apuntaba al inicio, son muy buenos, de verdad, de los mejores que hemos podido jugar últimamente. Todos y cada uno de ellos tienen lógica, y quien sea jugador de aventura gráfica estará de acuerdo en que muchos juegos se rompen a base de puzles sin sentido que acaban por desquiciar. Sin embargo, 'Montague's Mount' en este punto es certero.

Es una lástima que todo lo brillante que tiene el diseño de acertijos, se arruine por algo tan estúpido pero desquiciante como son los desplazamientos de nuestro personaje a ritmo de tortuga de las Galápagos. Si en un punto tenemos que avanzar y retroceder buscando la solución a un obstáculo, una circunstancia coetánea al género de la aventura, nos podemos echar a temblar. Esto llega a romper el juego.

El argumento

La otra parte, la parte importante, la historia. Da la sensación de que lo que nos proponen es una aventura completamente volcada a la historia. Da la sensación, por la manera en la que todo está dispuesto, de que lo verdaderamente clave en este juego es la sucesión de acontecimientos a desvelar. Tolo lo enigmático de los primeros compases, donde la voz en off de nuestro protagonista nos acompaña verbalizando sus pensamiento, se viene abajo cuando nos obligan a descubrir el grueso de los sucesos a base de pequeñas notas de diario que encontraremos por todos los sitios.

Estas notas son de importancia capital para comprender el desarrollo argumental, pero esta manera de narrar es poco efectiva, y pronto perderemos el hilo, los detalles, y por el camino también se apagará nuestro interés.

Ahora que ya hemos expuesto núcleo del juego, hay algo que tras jugar a 'Montague's Mount' no puedo evitar pensar. Tal y como yo entiendo el juego, la parte clave, lo que ha de interesar al jugador, son los sucesos de la trama y llegar a descubrir la gran intriga que se dibuja tras él, mientras que los puzles son la manera de "desbloquear" el progreso en esta historia. Es decir, los puzles se convierten en el relleno entre los retazos de trama. Sin embargo, resulta ser que lo bueno, lo que tendría que tener el protagonismo en esta ocasión es el relleno, mientras que la trama bien podría haber servido como un contexto para el mundo en el que nos estamos moviendo.

Lo bueno y lo malo

'Montague's Mount' está en el punto inverso a 'The Walking Dead'. La parte de exploración de 'The Walking Dead' es de lo más corriente, sin embargo, lo que verdaderamente engancha es descubrir las intrigas que rodean al grupo de supervivientes. En este caso la trama es lo interesante y, a la vez, el núcleo del juego. En 'Montague's Mount', por el contrario, lo que interesa es jugar y resolver los acertijos, pero, de manera fallida, el diseño dispone a la narración como epicentro de la aventura.

Si miramos a aspectos técnicos nuevamente nos topamos con elementos polarizados. La puesta en escena es muy buena, gris, niebla, soledad, todo coherente para con la idea que nos quieren transmitir. Sin embargo, a nivel técnico hay problemas graves, sobre todo con la carga de texturas.

Si miramos al aspecto sonoro, nos encontramos con una banda sonora alucinante y un doblaje de excepción (en castellano, además). Esto es lo que más me ha gustado del título, en particular el doblaje de los monólogos estilo Alan Poe, seguramente sea lo mejor de toda la propuesta.

En conclusión

En conclusión, 'Montague's Mount' se queda a las puertas de grandes cosas. Aunque es muy manido aquel tópico de "la aventura gráfica es un género muerto", hoy en día, gracias en buena parte a desarrollos independientes, hay muchas y buenas aventuras llenando el catálogo de juegos en ordenador, por lo que creo que hay opciones más interesantes que esta para los amantes del género. Aún así, quienes busquen una aventura de corte clásico, centrada en los puzles, y sepan pasar por encima de los errores que fuimos comentando, creo que en los acertijos está su fuerte. Para aquellos que no encuentren en la aventura gráfica un género familiar este no es un buen punto por el que empezar, y quienes lleguen a 'Montague's Mount' seducidos por su puesta en escena, algo muy lógico porque es un juego atractivo, a buen seguro terminarán decepcionados.

También podéis ver la reseña del juego en vídeo, para observar de primera mano cómo es su desarrollo.