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Análisis de 'Monster Hunter World: Iceborne' para PC, revolucionando la caza

UN REGRESO A LOS ORÍGENES

Análisis de 'Monster Hunter World: Iceborne' para PC, revolucionando la caza

Por Oscar Martinez

El 7 de Enero 2020 | 17:00

Analizamos 'Monster Hunter World: Iceborne', un cambio de paradigmas para la versión de PC del título que supone mucho más que una expansión.

La tierna, virgen nieve cubre todo el escenario de un blanco total. Ralentiza el caminar, lo incomoda y obliga a perder destreza. Entonces aparece, la primera pesa, un Beotodus. Un presa fácil, al fin y al cabo. Abrigo para evitar el frío, bebidas calientes a mano, armas rápidas y afiladas a mano y, para agilizar el trabajo aún más, elemento fuego imbuido en ellas.

La criatura, ya alerta, emerge de entre la nieve, fauces abiertas, amenazante. Será fácil. Un tajo, dos tajos, un aletazo inesperado y un golpe contra la nieve. A los pocos segundos, derrotado, de vuelta al campamento. Un tropiezo, quizás, pero la segunda muerte llega pocos minutos más tarde y cuando Beotodus cae finalmente el marcador apenas marca dos minutos restantes, los frascos de pociones vacíos se acumulan mucho más que los llenos y, en la mente de mi cazadora, el sudor frío advierte de lo cerca que ha estado el fracaso.

Revolucionando la caza

Poco se puede decir de 'Monster Hunter World' que no se haya dicho antes. Poco, incluso, se puede decir de 'Iceborne' que no se haya dicho antes. Pero la llegada de 'Monster Hunter World: Iceborne' a PC sigue representando la llegada de uno de los títulos cooperativos más representativos del mercado actual. Una obra que se atreve a tomar todo lo que hacía su anterior entrega y exponer sus posibilidades para convertirlo en un imprescindible.

Iceborne

Y es que 'Iceborne, ya desde ese primer encuentro con Beotodus, como una entrega que sabe a que clase de público se dirige. Porque 'Iceborne' es, siempre y sin lugar a dudas, una entrega exigente. Muy accesible, a su vez, pero que se toma ciertos permisos para hacer que cada encuentro sea completamente diferente al anterior y para que todos ellos conviertan su accesibilidad y nuevas posibilidades en elementos del que hacer uso en batalla para sobrevivir al próximo golpe de nuestro adversario.

'Iceborne' te lanza una pregunta constante: «¿cazador o presa?». Es un título capaz de ponerte contra las cuerdas constantemente, pero siempre con recursos. La suya es una evolución directa de aquello que ya dominaba 'Monster Hunter World', utilizando tanto su entorno como sus propias herramientas para dar un nuevo formato a la caza, capaz de revolucionarla por completo.

Lo mejor del antes y el ahora

Y es que, en esencia, 'Iceborne' sabe a que público se dirige. Lo suyo es un cambio de mentalidad que no olvida jamás la accesibilidad pero que se enfoca, principalmente, en el hecho de convertirse en una expansión. El propio Arroyo de Escarcha —el nuevo bioma que podemos explorar en este añadido jugable— es testigo y recordatorio de 'Monster Hunter Freedom Unite' y los cambios que supuso en su sistema. Una segunda entrega numerada que, contando con su antecesor como base, sabía cambiar las tornas y hacer algo nuevo, mucho más pulido. Así, de nuevo, esta expansión se convierte en todo un icono de la franquicia.

Iceborne

Lo hace, por supuesto, a través de la introducción del Rango Maestro —en sustituto del clásico Rango G—, que expone la dificultad a nuevos valores y ofrece una experiencia que muchos veteranos echaron de menos en el título principal, que apostaba ligeramente por la introducción de retos en sus mecánicas. Y es que el nuevo rango es una declaración de intenciones desde el primer minuto. Un cambio de paradigmas donde no todo vale y la supervivencia cobra un nuevo sentido. Las criaturas son más fuertes, más agresivas. También más inteligentes. Y para ello, para batirse en esta nueva modalidad, es necesario ser capaz de adaptarse, no solo a sus nuevas situaciones, sino también a sus exigencias.

Por supuesto, para ello también contamos con nuevas posibilidades. La principal, y más importante, es la adición de nuestra garra retráctil. Un dispositivo que nos permitirá lanzarnos hacia el monstruo para golpearle y debilitar sus partes o incluso para dirigirlo contra paredes u otros elementos para noquearlo. Un punto a la fluidez del juego que incluye nuevos combos y mecánicas para todas las armas existentes, incluyendo la posibilidad de ejecutar la eslinga con el arma desenvainada. Así, 'Iceborne' se convierte en un constante baile, donde saber ejecutar los movimientos adecuados se compensa, no sólo con el correspondiente daño, sino también con un potente imaginario de movimientos y golpes que maximizan el potencial de la expansión.

Una nueva experiencia

Pero la introducción del nuevo rango o las posibilidades de combate no son todo lo que hacen de 'Iceborne' la entrega definitiva de la serie de caza de Capcom. Tanto su apartado audiovisual como su —de nuevo escaso, eso sí— apartado narrativo han sido cuidados con todo lujo de detalles. No solo podemos apreciarlo en sus nuevas localizaciones: el Arroyo de Escarcha y la base de Seliana, sino que también se hacen notar en el diseño de sus nuevas criaturas y en los pequeños guiños que acompañan a las ya conocidas, como los temas musicales reversionados para todos los retornados.

Iceborne

Por otro lado, y haciendo enfasis en el punto anterior, pese a que el argumento de 'Iceborne' sigue siendo más bien una simple excusa para tenernos de un lado para otro cumplieno misiones, lo cierto es que sus desarrolladores se han atrevido con un enfoque más cercano. Más humano. Un punto que ha ensombrecido siempre a la saga y que, pese a no desarrollarse de forma brillante, extiende sus redes a lo largo de toda la aventura, tejiendo intrigas y misterios mientras refuerza las identidades y conexiones entre personajes para darle un nuevo formato a la franquicia que, a falta de acabar de pulirse, le sienta especialmente bien.

En rasgos generales, 'Monster Hunter World: Iceborne' se propone como un imprescindible, no solo para aquellos que ya disfrutaron de la aventura original, sino también para cualquier usuario del medio que se sienta atraído por el género. Un obra colosal, repleta de detalles particulares que piensa en los veteranos, pero que no olvida nunca, jamás, a los nuevos usuarios — denotando, una vez más, su apuesta por la accesibilidad y el trabajo en equipo a través de su sistema online.

La llegada del título a PC se presenta, no como una oportunidad tardía, sino como una oportunidad en sí misma. La espera ha valido la pena y los resultados son más que notables. Y es que nos encontramos ante una versión que no ofrece, en esencia, nada nuevo —por supuesto, contamos con mejores opciones gráficas (si nuestro equipo lo permite) y la adición de mods— pero que abre las puertas a los jugadores de PC a una nueva experiencia que se supone como mucho más que una simple expansión.

'Monster Hunter World: Iceborne' revoluciona la caza por completo. Sienta un precedente en la franquicia de Capcom al unificar todo aquello que hacía bien su entrega original sumando, no solo una gran cantidad de novedades, sino también una importante apuesta por el reto, y por lo que la saga había representado hasta ahora. Se denota un especial cariño y mimo por parte de sus desarrolladores y una especial muestra de atención en la representación de criaturas que vuelven de juegos anteriores. 'Iceborne' es, para antiguos y nuevos cazadores, un título imprescindible que abre sus puertas a una nueva aventura difícil de olvidar.

9,5

Lo mejor:

- Un cambio de dinámicas capaz de revolucionar el juego.

- Su potencial gráfico, con el abanico de posibilidades de la nueva versión.

- Una nueva apuesta por la inclusión del apartado narrativo.

- Un enorme abanico de monstruos, tanto nuevos como viejos regresos.

Lo peor:

- Persisten errores puntuales arrastrados del juego base.

- La cámara puede jugar malas pasadas.

- El sistema online sigue contando con algunos problemas.

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