El 24 de Octubre 2019 | 12:00
La mitología siempre ha sido una fuente de inspiración a la hora de crear obras culturales como el cine o los videojuegos. El abanderado de este fenómeno en la industria del entretenimiento digital ha sido 'God of War'. En sus orígenes nos ofreció un repaso del Olimpo griego a través de la violenta historia de Kratos y en su última entrega se ha desplazado hasta las tierras nórdicas para enfrentarse a más dioses. Pero esta vez nos vamos mucho más lejos, a una mitología mucho más desconocida en Occidente.
Quizás el nombre de la novela 'Viaje al Oeste' no te suena de absolutamente nada, ni nunca has escuchado hablar del mono Sun Wukong, pero seguramente sí que has visto o leído algo inspirado directamente en esta historia. Akira Toriyama se basó en este personaje para crear a Son Goku, quien comparte con el mono su cola, su bastón y su nube voladora. Basada en esta novela del siglo XVI, en 2015 se estrenó la película de animación china 'Monkey King: Hero is Back', que se convirtió en la más taquillera del país en su momento. En efecto, este juego es la adaptación directa de la película, sólo que llega cuatro años más tarde.
'Monkey King' comienza con una secuencia en la que Sun Wukong, el Rey Mono, lucha con todo tipo de dioses y su ejército celestial al más puro estilo 'God of War'. La introducción es realmente épica para lo que nos encontramos después. Después de ser encerrado en una cueva de hielo por Buda durante quinientos años, un chaval, de nombre Liuer, llega hasta ese lugar huyendo de los monstruos para encontrarse que el mono sale de su encarcelamiento. Sin embargo, los dioses le han colocado unas cadenas en la muñeca que le impide utilizar todo su poder. Sólo podrá deshacerse de ella a través de la realización de acciones bondadosas, como, por ejemplo, librar al mundo del mal que lo asola.
'Monkey King' es, en líneas generales, un juego dirigido a un público infantil en todos sus aspectos. La historia sigue su curso natural sin ningún sobresalto ni ninguna ambición. El mono es un personaje que recuerda demasiado a Kratos (perdón por tantas referencias a 'GoW'), que intenta ser cool con silencios, poses de tipo duro y respuestas bordes y monosilábicas. Liuer intenta ser adorable y acaba siendo pesado. Todo esto para llevarnos a través de varios niveles para ir devolviendo las habilidades al protagonista y desplegar todo su poder.
En cuanto a la jugabilidad, se trata de un juego de acción con un combate muy simplificado y alguna dosis de plataformas que no termina de convencer cuando intenta ir un poco más allá. Podríamos decir que es un hack 'n slash, pero es que el término le queda demasiado grande para las posibilidades que ofrece. Como de costumbre, contamos con un golpe fuerte y otro débil, con la diferencia de que aquí no hay ninguna opción de combinarlos. La única opción es aumentar el "espíritu", que permite dar un golpe más en una sucesión de débiles.
Aunque en los combates no hay opción para bloquear, sí que podemos desviarlos si atacamos a la vez. Dependiendo del botón que pulsemos, desataremos una monomaquia (una especie de QTE que en realidad consiste tan sólo en machacar un botón) o una purga (un golpe mucho más fuerte y espectacular). La IA de los enemigos hace que estas opciones no sean tan factibles como parecen, porque los monstruos, a no ser que haya muchos –que no es lo habitual-, tardan mucho en atacar. Si queremos realizar alguna de estas acciones (bien por lo vistoso de ellas o bien por el trofeo), tenemos que esperar parados a que el enemigo de turno se digne a atacar. No hay niveles de dificultad, por lo tanto no hay nada que hacer al respecto. La variedad de enemigos también es escasa, gran parte de ellos son el mismo cambiado de color.
El rey mono también es capaz de utilizar magia -cada vez más variedad conforme avanzamos-, desde la habilidad de poder ver lugares ocultos o la salud de los enemigos hasta desplegar el preciado bastón o invocar una llamarada a nuestro alrededor. Para terminar, hay ciertos objetos que podemos coger del escenario para ayudarnos a acabar los combates más rápido. No es que sea necesario, pero pone las cosas aún más fáciles.
En el mundo de 'Monkey King' no existe la moneda, sino que se realizan trueques con todos los objetos que encontramos por el escenario. El uso de pociones y otros potenciadores no es muy necesario debido a la escasa dificultad del título, pero sí es verdad que sentimos la necesidad de recoger todo lo que vemos y romper todos los jarrones y las cajas, como esa fiebre de recoger piezas en los juegos de LEGO. Por último, desperdigados también por todo el lugar hay unos pequeños Dioses de la Tierra, muy parecidos a los Kologs de 'Breath of the Wild'. Son los únicos coleccionables que encontramos en el juego, que nos permite viajar a cualquiera de los niveles para explorarlos a fondo y encontrarlos. Estos dioses nos permiten mejorar ciertos aspectos, como la magia o la fuerza y la defensa.
Como decíamos al comienzo, 'Monkey King' se antoja demasiado simple, salvo en sus compases finales. En uno de los últimos niveles, da la sensación de que se da un paso más allá en cuanto a las secuencias de plataformas, pero se queda ahí. Lo que debería ser la base de algo más complejo se queda como una anécdota sin mayor recorrido. En este punto también, se abusa de los combates y de repetir a todos los jefes que hemos luchado con anterioridad, como intentando alargar la duración artificialmente. Nuestra partida ha durado poco más de ocho horas.
A nivel gráfico, el juego copia a la película en sus diseños y el resultado es relativamente bueno. La calidad de los modelados, las animaciones y los escenarios es modesta, pero el diseño artístico es muy bonito y colorido y nos transporta a parajes típicamente orientales, a pesar de que los escenarios están algo vacíos y con objetos iguales. La banda sonora, aunque funcional, se antoja muy repetitiva, con temas cortos que suenan una y otra y otra vez. Sorprendentemente, el juego viene traducido y doblado al castellano, con un trabajo muy digno. Para los que prefieran, también tienen la opción de escucharlo en su idioma original, en chino mandarín.
Conclusiones
'Monkey King: Hero is Back' es una aventura de acción sin complicaciones, con mecánicas tan simples que el desarrollo termina haciéndose repetitivo a la larga. Puede llegar a disfrutarse si nos acercamos a él sin grandes expectativas, pero sí es verdad que hay un punto en el que parece que va a dar más de sí, pero no llega a hacerlo. Sus momentos finales son agridulces, porque van de lo aburrido y poco inspirado hasta lo espectacular y épico.
Lo mejor:
- Entretenido y (demasiado) fácil de jugar.
- Un diseño artístico bonito.
- Doblaje al español de buena calidad (e incluye el chino original).
Lo peor:
- Mecánicas excesivamente simples.
- Dificultad demasiado baja (sin posibilidad de cambiarla).
- El plataformeo no está bien planteado.