Análisis de 'Miitopia' para Nintendo 3DS

¿Recordáis una época en la que jugar imaginabas que tú y tus amigos erais aventureros que salían a explorar el mundo? ¿Guerreros que debían proteger un reino, piratas que querían desenterrar tesoros? Aquellos eran tiempos simples. Ahora, si queremos algo así, podemos coger nuestra videoconsola y vivir esas locas vidas alternativas por medio de un multijugador online. Eso está bien, pero tú mismo y tus amigos no sois los mismos que en aquella época. 'Miitopia' quiere que recuerdes lo que eran esas locas aventuras.

Este simpático título exclusivo para Nintendo 3DS te anima a vivir un RPG por turnos tan clásico como cualquier otros, con los mismos tropos y clichés que puedes encontrarte en una obra genérica de este tipo. Pero atención, porque no pretende ser más de lo que es: una aventurilla que puedes vivir con la imagen que tienes de tus compañeros. De ahí a la locura hay sólo un paso.

¡Me han robado la cara!

El título comienza con su premisa, estúpida y entretenida, en la que los ciudadanos del mundo de Miitopia (generado por Miis que puedes encontrarte o tienes registrados en la consola) están siendo atacados por un misterioso fenómeno: el robo de sus caras. Tras esta horrible situación se oculta el Archimago, un ser diabólico que pretende crear el caos en todo el continente. Sólo tú y tu equipo de otros tres compañeros podréis detenerlo.

La historia a partir de aquí va en saltos, con secciones que puede dedicar a un poblado, un castillo, etc. El título pretende cubrir los tópicos más habituales de los RPG de fantasía y les añade un tono de humor y parodia que puede arrancar más de una sonrisa. Tenemos al típico rey gordinflón que come por angustia, la princesa que se encuentra entre dos amores prohibidos... Y a todo esto hay que sumar la enorme personalización que conlleva, ya que a los personajes más importantes deberás ponerle tú una identidad. Pueden ser desde la vecina del cuarto cual princesa hasta el mismísimo Stan Lee como maestro y mentor de nuestro protagonista.

El humor a partir de este punto está servido, y es lo que más caracteriza a la obra. 'Miitopia' quiere que te rías, que pases un buen rato entre sesión y sesión, tanto por las situaciones argumentales tan tontas que te puedas encontrar como por el hecho de que los Miis de los que la partida hace uso son conocidos por ti. El juego pierde toda su gracia en el caso de estar jugando a un modo aleatorio o en la partida de otra persona, quiere que tú seas el centro y objetivo. Garantiza la diversión ante todas las cosas.

El poder de la amistad

Si extraemos el argumento y los Miis del título, lo que nos encontramos en 'Miitopia' es un RPG por turnos puro y básico. Para cada personaje escogemos una clase entre las seis opcionales, y no tenemos control sobre las acciones de nuestros compañeros, por lo que deberemos confiar en que ese amigo llamado Donald sepa que necesitas una curación urgente. Es todo un acierto que se nos arrebate el control sobre nuestros compañeros y sólo se nos permita manejar a nuestro Mii, ya que refleja bien el proceso de la amistad y de cómo a veces podemos sentirnos traicionados por sus acciones sin que lo pretendan.

Porque sí, podemos sentirnos muy decepcionados en base a su personalidad. A cada Mii le debemos colocar un tipo de comportamiento entre una corta lista de opciones, y esto se verá reflejado en batalla con acciones únicas. Tan rápido puede un tipo guay decidir pasar de todo y de sus enemigos, como una pasmarote puede atontarse y decidir juguetear con el mismo enemigo que te está machacando. Todas las personalidades tienen acciones positivas y negativas, y aunque las negativas no nos beneficien nos pueden arrancar una risotada frente a lo estúpidas que pueden ser.

A estas acciones por la personalidad hay que sumar las de compañerismo. Nuestro equipo son personas, y como tales se pueden llevar mejor con unos personajes que con otros. Juntándolos, teniendo conversaciones y mediante eventos mientras caminamos podemos reforzar esos lazos de amistad, lo que después puede traducirse en el combate con apoyos sorpresa. Quizás varios compañeros nos animen y eso haga que los ataques se vuelvan más fuertes, o se preocupen tras haber sido golpeados y eso es haga aguantar más.

Para bien o para mal, estas relaciones sólo pueden ser positivas. Aunque el juego pueda sorprenderte con que un personaje se oculte tras otro para evitar un ataque y este se muestre claramente molesto, no habrá efectos negativos de ninguna clase. Los miembros del equipo no se pueden llevar mal entre sí, y creo que esta es una oportunidad perdida que el propio juego sabe que está dejando escapar. En ocasiones podremos ver en eventos cómo hay celos o rivalidad entre miembros del equipo, pero tan rápido como acaban estos lo hacen sus efectos. No hay consecuencias negativas, por lo que la amistad que se representa aquí puede llegar a ser un poco plana.

Directo y amistoso, pero sin libertad

Está claro que la amistad es el mejor punto de 'Miitopia', y que sus combates se resuelven muy bien a la hora de la práctica. Pero uno de los puntos más importantes del género de los RPG es la exploración, y en este apartado el juego no ha querido complicarse en exceso. Es casi inexistente en el título; o, al menos, como la conocemos.

Los mapas que recorremos son caminos rectos en los que nuestros personajes avanzan de forma automática. De vez en cuando se nos da una opción para ir por arriba o abajo, pero por lo general todas las vías se acaban juntando de nuevo. Tenemos la opción de volver a recorrer cualquier fase para ver qué nos perdimos, y de hecho el juego nos lo pide para completarlo en su máximo porcentaje, pero la realidad es que se queda cojo en este aspecto. No hay mucho que descubrir en el mundo de 'Miitopia', sólo seguir adelante hasta llegar a las posadas de turno.

Lo principal que podemos lograr de estas fases al revisitarlas, aparte de pequeños tesoros y boletos para la lotería, es papeo con el que alimentar a nuestros personajes. En base a su personalidad podrán odiar unos platos u otros, y estos a la vez pueden mejorar nuestras estadísticas para volvernos más fuertes. La fórmula no tiene mucho misterio, pero le da una capa más de entretenimiento y puede ser interesante descubrir que nuestro amigo Mickey puede odiar la tarta de queso.

Antes de terminar existe un punto que ha sorprendido a este analista muy positivamente, y es la banda sonora del título. 'Miitopia' suena de forma fantástica durante toda la aventura: las melodías con las que juega y componen su lista de temas tienen un tono muy acertado para cualquier RPG, ofreciendo algunos puntos musicales que dejarían en ridículo a otras obras de culto del género. Recomiendo echar un vistazo a este apartado por separado.

Conclusiones

'Miitopia' es sencillo, pero divertidísimo. Probablemente sea difícil encontrar un juego que decide reducir tantos elementos del género en el que se basa y se salga con la suya: es muy fácil reírse, su jugabilidad nunca se hace aburrida o repetitiva, y el acierto de dejarnos personalizar a casi todos los personajes es el punto que puede hacer de este juego una experiencia muy difícil de olvidar. En ocasiones puede ser algo simple, en especial cuando se trata de sus niveles, pero la experiencia general hace que puedas perdonarlo a cambio de esas risas aseguradas.