La alianza entre Marvel y Capcom en el terreno de los videojuegos siempre ha sido bien conocida y muy amistosa a través del tiempo. Desde aquellos beat 'em up en los que se contaban las desventuras de los X-Men o cómo reimaginaban la saga del Guantelete del Infinito con diferentes personajes jugables. Todo llevó a la creación de una de las sagas más queridas en el género de la lucha, una que pese a venderse por su naturaleza crossover lograba atraer por su comunidad y la complejidad que traía. Ahora evoluciona con una nueva entrega: 'Marvel vs Capcom Infinite'.
Esta cuarta entrega de la saga (quinta si contamos la precursora 'X-Men vs Street Fighter') se actualiza a una nueva generación con un público mucho mayor que nunca. Pero las cosas han cambiado desde la entrada anterior. Ahora Marvel tiene una fama mayor que nunca gracias a todo un universo cinematográfico, Capcom se encuentra en el proceso de unos cambios internos de política que intentan lavar su imagen de prácticas poco agradables. Era inevitable que acabara afectando a esta obra, de una u otra forma.
La historia ha cambiado
La principal gran novedad que ambas empresas han querido destacar de esta entrega es que, por primera vez en la saga, contamos con un modo Historia completo. Anteriores entregas intentaron introducir algo de argumento con jefe final incluido, pero en este caso tenemos una línea temporal clara, una serie de eventos concretos y numerosas cinemáticas que nos muestran algo de la relación entre personajes y el conflicto en el que se encuentran.
La historia es simple. Los universos de Marvel y Capcom se han fusionado, esta vez de manera definitiva, y el causante parece ser Ultrón Sigma, quien ha usado dos gemas del infinito para su objetivo, realidad y espacio. La única manera que parece haber para detenerle y volver a la normalidad es reunir las cuatro gemas restantes, pero eso requiere recurrir a quien mejor las conoce y que podría hacer frente a la amenaza: el siempre peligrosísimo Thanos. Y por supuesto, al margen de estos sucesos una misteriosa sombra planea sus propios objetivos a la larga.
Para ser la primera vez que tenemos un modo historia debo admitir que estoy sorprendido. No se trata de un argumento sorprendente como puede ser en el caso de 'Injustice', pero la dirección de las escenas de acción puede ser muy agradable a la vista, la presencia de elementos de ambos universos arranca una sonrisa y los combates son divertidos. Cumple, aunque no sin algunos problemas que cuesta pasar por alto. El primero de ellos es su guión, que sin llegar a ser malo cuenta en ciertas ocasiones con algunas dificultades para avanzar: puede ser predecible, hace saltos temporales extraños y no nos otorga en absoluto una explicación de cómo los personajes se conocen entre sí. Ni siquiera se establece una presentación para la gran mayoría de ellos.
El otro problema son los tiempos de carga. En una época en la que los tiempos de carga suelen ser de una sentada para permitir jugar con tranquilidad, 'Marvel vs Capcom Infinite' toma la decisión de colocar una pantalla de carga entre combate y combate. Estos no son camuflados ni tampoco precisamente cortos: se trata de una decisión de diseño que perjudica directamente al jugador y le obliga a tener paciencia, algo que no termino de comprender con totalidad.
Vengador una vez, vengador siempre
El modo historia es un buen agregado y la mayor novedad destacada, pero la realidad es que el título se queda escaso en el resto de opciones de juego. Principalmente contamos con el juego online o sin conexión, modo arcade, modo misiones a modo de tutorial y un apartado de colección. Este último apenas está como algo anecdótico, pues son muy pocos los elementos que se desbloquean y visitarlo no sirve de mucho una vez superado el modo Historia: no hay elementos coleccionables ni nada destacable.
El modo arcade, sin embargo, es algo que veo obligado destacar. Su presencia ha sido constante durante toda la saga y siempre se ha mantenido como modo principal de juego, pero en este caso se trata de un agregado muy, muy escaso y algo falto de sal. Lo bueno es que puede usarse mientras buscamos un rival en línea contra el que combatir, pero por desgracia ahí se queda la cosa. Se compone de siete combates y al superarlo, obtenemos un color adicional para cada personaje y un título: nada más.
Quizás para algunos parezca algo suficiente, pero debo repetir que no hay nada más. Esto significa que no hay nada: no hay ni siquiera un final para los personajes, algo que ha venido siendo de rigor desde hace tiempo en los juegos de lucha y que te animaba a superar el arcade con todos los personajes por ver todos los finales juntos. No obtenemos una conclusión satisfactoria, no se nos apremia con nada que no sea el color alternativo. Y quizás esta sea mi mayor decepción, porque se trata de algo básico y casi obligatorio que los jugadores dábamos por sentado que no faltaría.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
Pero hablemos de la razón por la que estamos aquí: la jugabilidad. Este es un título de lucha y, como tal, lo que realmente importa es cuánto de satisfactorio puede resultar ser coger el mando y combatir hasta quedarte sin dedos por las combinaciones, combos y usos de gemas del infinito. Y en este apartado todo va redondo: cada combate es muy satisfactorio y saca lo mejor de nosotros.
Las batallas no sólo son espectaculares y un gozo tanto de ver como de vivir, sino que destacan por un toque especial novedoso en la saga: las Gemas del Infinito. Estos objetos equipables sirven como tercer miembro del equipo y otorgan toda una serie de características que al usarlas en combate nos harán brillar por un momento. Cada una de ellas nos permite una acción simple, como atraer a un enemigo o un teletransporte rápido, y un ataque mayor que transforma todo el escenario a favor de tu equipo. Quizás algunas de estas gemas necesiten ser equilibradas con respecto a otras, pero en el nivel jugable son increíblemente jugosas e interesantes.
Una vez sabes controlar este tipo de luchas la diversión está asegurada, tanto por los futuros torneos que el título puede dar de sí en el terreno de los eSports como en el modo online por rangos, el cual pretende equilibrar la base de jugadores haciéndoles subir puntos para mantenerse en el rango más alto. El gran problema es que no es un título muy accesible en el género de la lucha. No es nada fácil aprender sólo la gran cantidad de combos por personaje que hay, sino la manera correcta de realizarlos. Existe un combo fácil para tdos, pero se queda en sólo uno y facilita más el hecho de que un jugador se quede atascado a repetir siempre la misma acción que a que experimente y aprenda a mejorar.
Conclusiones
Como último punto, aunque quizás algo más subjetivo, está el tema de los luchadores disponibles para las batallas. Si bien no creo que el número de estos sea negativo, pues dominar treinta personajes lleva su tiempo, la selección de estos es un tema preocupante: sólo cinco de ellos son nuevos, y algunos regresos pueden ser algo difíciles de comprender como Némesis o Nova. El título base tendría que haber apostado por una tasa mayor de nuevos combatientes, pero esos llegarán posteriormente vía DLC.
'Marvel vs Capcom Infinite' no es un mal juego, en absoluto. Como título que va directo al gameplay en la lucha puede llegar a ser muy destacable, divertido y muy desafiante, tanto como para llegar al nivel de desafiarte hasta el punto de querer convertirte en un maestro. El problema está en que su escasez de modos adicionales de juego, lo poco accesible que puede ser para el gran público y una selección de luchadores quizás no muy acertada manchan un juego que, por el momento, no se encuentra a la altura de sus predecesores.