El 31 de May 2017 | 22:43
Dicen en el medio Ctxt que están "orgullosos de llegar tarde a las últimas noticias". Su lema es una convicción de cómo hacer periodismo, y, aunque yo en este caso llego tarde de manera simplemente coyuntural a 'Mario Kart 8 Deluxe', me alegro de hacerlo. Hay un fondo en el hecho de llegar tarde en periodismo, y es que, en progresión geométrica, el reposo de la noticia aporta matiz al artículo. Así que, aquí estoy, llegando tarde para hablar de un juego que, en realidad, tiene un par de años.
Se abre un debate profundo sobre si este primer 'Mario Kart' de Nintendo Switch será el 'Mario Kart' de Nintendo Switch. Aquí entra en juego la tropelía con la que Nintendo quiera sepultar a la desdichada Wii U, porque, hacer de este 'Mario Kart 8 Deluxe' el 'Mario Kart' de Nintendo Switch, no diría nada malo del juego, ni tampoco de Nintendo Switch, pero sería arrebatarle a Wii U uno de los destellos de grandeza y reconocimiento de los que gozó la desdichada consola. Además, sería también demasiado cómodo, por qué no decirlo. Con todo esto a las espaldas, volver a 'Mario Kart 8' con 'Mario Kart 8 Deluxe' sigue siendo un ejercicio imprescindible para todos, y obligatorio si este es tu primer contacto.
Probablemente 'Mario Kart 8' sea el mejor 'Mario Kart' que ha habido en todos los tiempos. No tengo la intención aquí de enzarzarme, pero resulta difícil encontrar un problema claro a un juego en todos sus apartados cuidado. Con su versión Deluxe se mantiene vigente, fresco y ahora portátil, que en este caso es especialmente importante. A la hora de escribir o hablar de videojuegos el discurso se articula entre el contenido y el continente. En algunos casos el continente toma el protagonismo, zambulléndonos en la guerra entre consolas prácticamente idénticas, y en otros casos, los casos racionales, el contenido, el juego, es de lo que se habla. Sin embargo, en esta ocasión ambos elementos entran en una paradoja, porque creo, sinceramente, que pensar en 'Mario Kart 8' como juego portátil y también sobremesa termina dando en conclusión un mejor título.
Una dimensión social
'Mario Kart 8' es un juego eminentemente social. La cualidad portátil de la consola, y la posibilidad de jugar en LAN con amigos, es lo que dota de más sentido a esta revisión. Por encima del contenido extra, del pulido gráfico, por encima de la indiscutible necesidad de aportar catálogo a una máquina recién estrenada, lo que dota de sentido al lanzamiento de 'Mario Kart 8 Deluxe' en Nintendo Switch es la cualidad portátil del propio sistema. Sin sacrificar ninguno de los elementos online, que se mantienen intactos en opciones -con la connotación negativa y positiva que esto tiene, y luego desarrollaré-, añade opciones de juego sociales. Así, posiblemente 'Mario Kart 8 Deluxe' es el primer gran motivo para llevar Nintendo Switch a una quedada con amigos, a pesar de que sacar una consola de más de 300 euros a la calle me sigue poniendo especialmente nervioso.
Al conocedor de 'Mario Kart 8' poco tengo que aportarle en este análisis, porque el juego tiene más carácter de remasterización o versión GOTY, que de un giro de tuerca profundo. En este sentido, suple una carencia evidente del original, que son los circuitos para el modo batalla, muy añorados en su momento, y solventes en esta versión. Además, incluye todo el contenido lanzado a través de DLC, culminando en un total de 48 circuitos, y haciendo de esta versión el 'Mario Kart' más grande hasta el momento. Pero, sin duda, mucho más importante que la cantidad es la calidad, y es que entre los nuevos circuitos y los revisados aquí plasmadas, se han de convertido ya en clásicos instantáneos de la franquicia. Ejemplos como el circuito el Discoestadio, la Mansión Retorcida o el nuevo Castillo de Bowser, para mí ya son emblema.
Por otro lado, con 'Mario Kart 8' las nuevas mecánicas de juego, combinando el aerodeslizador con el neumático, y esta dicotomía implicando una ruptura evidente con la gravedad, implicó ya en su momento llegar a reimaginar de una forma asombrosa circuitos clásicos como la Senda Arcoíris de Nintendo 64, todo un fetiche ahora todavía más desafiante.
De esta forma, la saga 'Mario Kart' no debe ser vista como una sucesión de elementos aislados, sino que, como la mayoría de franquicias de los de Kioto, existe una cultura que envuelve cada desarrollo. 'Mario Kart' es un elemento cultural en la medida en la que cuenta con una serie de normas muy claras que explican lo que es 'Mario Kart' y lo que se espera de él. En este sentido, tanto desarrolladores como público forman parte de un todo, y cada nuevo juego se ha de orientar y enfocar como un heredero del legado que le antecede, y como el primer representante de lo que mañana va a venir con la siguiente entrega. Así, cada novedad que registra la franquicia implica un elemento de evaluación profunda, porque somete a la fórmula 'Mario Kart' a un estatus renovado. Con el 'Mario Kart 8' original, en este sentido, la fórmula quiso crecer en exigencia y habilidad, después de que se acusase de aleatorio a 'Mario Kart' en Wii. La inclusión del aerodeslizador en los circuitos, no sólo multiplicó en espectacularidad la fórmula, sino que creció en exigencia y sensación de velocidad. La exigencia en 'Mario Kart 8 Deluxe' pega otro paso más con la categoría -muy necesaria y agradecida- de los 200cc. Sin embargo, la versión Deluxe también quiere aportar en la faceta estratégica que, de manera más o menos marcada, está presente en la franquicia. Esto lo intenta con el doble ítem.
Doble ítem
El doble ítem es la modificación más importante de 'Mario Kart 8 Deluxe'. Ahora existe la posibilidad de recoger de manera secuenciada dos objetos que podemos utilizar uno tras otro en el orden de salida marcado. El hecho de conocer, como en el 'Tetris', la pieza que luego obtendremos, nos obliga a ser calculadores con nuestras posibilidades, máxime cuando estamos hundidos en la mitad de la clasificación en carrera. Esta reinterpretación del sistema doble de 'Mario Kart Double Dash', que en Gamecube a mis ojos resultó bastante fallido, aquí encaja en la fórmula a la perfección; máxime en el modo batalla. No es una modificación de grandes riesgos, pero agradecida en lo que, recordemos, es una versión aumentada de un juego conocido.
Por otra parte, los pasos de distancia también sirven para hablar mejor de lo previsto del sistema online. Los primeros compases de 'Mario Kart 8 Deluxe' fueron problemáticos en las partidas en línea. Sin embargo, con la masa de jugadores estabilizada, ahora mismo torneos y carreras funcionan de una manera adecuada. Las opciones en línea son exactamente las mismas, incluso el mismo interfaz, a las que vimos en el juego original. La organización de torneos garantiza una vida útil para el juego en competitivo infinita, sabiendo que es, además, uno de los multijugadores más divertidos que vamos a encontrar en el catálogo de la consola. Me tomo la libertad de afirmar esto en una máquina con apenas un trimestre en las tiendas, sin que tenga duda alguna mientras escribo. Sin embargo, cuando las funciones online de Nintendo Switch, con los grupos y los chats de voz, estén completamente en activo en los próximos meses, el online de 'Mario Kart 8 Deluxe' tendrá mucho más sentido del que hoy tiene. 'Mario Kart 8 Deluxe' exige la cercanía del party chat para abusar de vocabulario obsceno con tus amigos de juegos.
Conclusión
Este es un juego redondo, complejo y completo. El mejor y mayor 'Mario Kart', y uno de los que ya se puede afirmar como imprescindibles del sistema. Imprescindible incluso para aquellos que jugaron a 'Mario Kart 8' en Wii U, más que por sus novedades, por la posibilidad de mantenerse pegado a la comunidad activa y también de tener una versión portátil del mismo. Para los nuevos jugadores, poco más hay que decir. El punto oscuro de esta versión es que no aporta una cantidad apabullante de nuevo contenido, pero el que añade es de alta calidad. Sabíamos a lo que veníamos, en este caso, y también sabíamos que era maravilloso.
Lo mejor:
- La variedad y cantidad de circuitos, personajes y accesorios. - Compatible con amiibo. - Sigue siendo visualmente un espectáculo. - Nuevas posibilidades multijugador gracias a la faceta portátil de Nintendo Switch. - Novedades como el doble ítem y los circuitos de Batalla son muy necesarias. - Algunos desbloqueables muy exigentes.
Lo peor:
- No hay una gran cantidad de novedades respecto al original. - Se echan en falta funciones online como el chat de voz, que llegarán próximamente.