Gracias a una unidad de prueba enviada por el fabricante he podido probar a fondo el micrófono Maono PD100X, un periférico que resulta ideal para la grabación de audio y que puede resultar una opción más que interesante para los creadores de contenido que estén empezando o no tengan un gran presupuesto para invertir en equipo de audio. Por un precio que suele rondar los 52 € podemos equipar nuestro escritorio con un micrófono versátil, configurable y estéticamente más que solvente.
Graba el audio de tus contenidos sin arruinarte
Algo importante que considero que hay que aclarar antes de hablar más de este micrófono es que no he tenido la oportunidad de probar cómo se desenvuelve conectado mediante XLR al no disponer de ningún mezclador para hacer las pruebas, por lo que no he podido experimentar cómo suena el sonido más limpio que el micrófono.
A pesar de lo anterior, la calidad de audio que el Maono PD100X es capaz de conseguir conectándolo por USB-C y aprovechando su software de configuración es más que suficiente para poder emitir en directo, grabar cualquier tipo de contenido en casa e incluso para dejarlo como micrófono permanente en el escritorio para los grupos de voz al jugar con amigos, librándonos para siempre de los micrófonos integrados de los auriculares, que no siempre consiguen el sonido más nítido.
Por supuesto estamos ante un dispositivo de un fabricante chino con un coste bastante comedido, hay algunos sacrificios que vamos a tener que hacer para sacarle el máximo partido. Por un lado el volumen de grabación puede ser un poco escaso si lo tenemos apoyado sobre el escritorio a poco menos de medio metro de nuestra boca. Del mismo modo si nos lo pegamos demasiado a la cara el micro se verá en algún apuro a la hora de gestionar los sonidos explosivos. Tendremos que dedicar unos minutos a hacer algunas pruebas y encontrar el punto dulce de posición y ecualización para poder aprovechar las capacidades del PD100X esquivando en la medida de lo posible sus flaquezas.
Este dispositivo de Maono no solo rinde de forma más que notable para ser un periférico con un precio de gama media/baja, también acierta con su propuesta estética y sus materiales de construcción. Tanto la base incorporada como el propio cuerpo del micrófono son de plástico, pero no hay una sola pieza que de la sensación de fragilidad o que nos haga pensar que en cualquier momento se puede acabar rompiendo. Quizás el único fallo de los elementos físicos del micro sea la rueda que permite fijar la posición en la que lo queremos dejar, pues a poco que movamos el micrófono se afloja y acaba cayendo para abajo.
El uso del RGB es un tema delicado cuando hablamos de un dispositivo que vamos a tener delante de la cara. Si bien existe la opción de apagarlo por completo, el trabajo de Maono en este aspecto les ha quedado tan pintón que da pena no aprovecharlo. Por suerte la superficie que recubre a la iluminación tiene un acabado translucido pero mate que ayuda a que la luz no sea agresiva en absoluto, además de poder atenuarse el brillo mediante el software de configuración de Maono.
A lo ya mencionado se suman algunos pequeños detalles que ayudan a marcar la diferencia en este rango de precios. Por un lado que tenga funcionalidades muy a la mano como un botón táctil para silenciar el micrófono, un dial para controlar la ganancia del micro y también el volumen de los auriculares que podremos conectarle para tener la salida de audio de nuestros dispositivos más a mano y de paso poder controlar cómo está sonando nuestra propia voz si así lo configuramos.
En general el Maono PD100X es una opción más que recomendable por sus escasos 50 € y puede ser un gran punto de partida para empezar en la creación de contenido sin que nuestro audio sea un desastre y sin tener que desembolsar una buena morterada.