PREPARADO PARA COMPETIR

Análisis del mando Razer Wolverine V3 Pro; el mejor control de la marca hasta la fecha

El último dispositivo anunciado por Razer es un fantástico mando con licencia oficial de Xbox, compatible con PC, que hará las delicias de quienes necesitan precisión, comodidad y personalización en sus partidas.

Por Marco Gonzálvez 28 de Agosto 2024 | 18:00

Desde el momento en el que publicamos el análisis, el Razer Wolverine V2 Pro ha sido mi mando principal en PC y PS5, pero a pesar de sus muchas ventajas siempre he sentido que me faltaba un punto de finura para que el periférico me resultase cómodo del todo, nunca ha terminado de encajar a la perfección con mis manos y tampoco ha ofrecido siempre la mejor experiencia en PC por algún problema puntual de compatibilidad. Ahora, todas esas mejoras que pedía al V2 Pro las ha solventado el Razer Wolverine V3 Pro.

Diseñado para no fallar jamás

Llevo una semana probando con mis propias manos el mando que Razer acaba de anunciar y fácilmente es la mejor experiencias que he tenido con un mando de juego en ordenadores. Lamentablemente no he podido probarlo en una consola Xbox Series, pues se trata de un producto con licencia oficial de Xbox y compatibilidad con la APP Razer Controller Setup for Xbox, la cual permite añadir unos cuantos botones adicionales a mis partidas.

De nuevo, como sucedía en el Wolverine V2 Pro, mi parte favorita de estos mandos de Razer es el acabado de los botones de acción, cuyas pulsaciones imitan a un teclado mecánico y que resultan mil veces más fiables, duraderos y robustos que los de cualquier mando oficial de las principales consolas del mercado. Tan pronto como pruebas un mando como este sientes que todos deberían ser así (aunque no sería posible, pues no se pueden comerciar los mandos básicos de cada consola al precio de este V3 Pro).

A las fantásticas sensaciones de los botones principales se suman ahora los botones adicionales, que vuelven a ser 6 en este modelo y que tienen como principales protagonistas a cuatro palancas traseras que ahora se encuentran en una mejor ubicación que las del V2 Pro, a lo que se añade un nuevo acabado que ahora copia las sensaciones que tenemos al pulsar los botones de un ratón de gama alta de Razer, lo que eleva la experiencia considerablemente. En el V2 Pro estos cuatro botones traseros tenían unas pulsaciones algo toscas que contrastaban con las de los botones principales, ahora se ha cuidado más este aspecto y usar esta botonera extra es todo un placer.

En el resto de extras tenemos dos botones adicionales en la parte superior al lado de los gatillos y una cruceta de ocho direcciones también fantásticamente diseñada para que pueda ser útil hasta en juegos de lucha si no tenemos un arcade stick a la mano. También vuelven los bloqueos de los gatillos, dos pasadores que lo que hacen es acortar considerablemente el recorrido de los botones LT y RT para, por ejemplo, accionar antes el disparo de un arma en un FPS.

Obviamente el Razer Wolverine V3 Pro es un mando que piensa más en los jugadores que compiten, que en el usuario de estar por casa, es por esto que incluye un par de sorpresas más pensadas para este fin. Una de ellas son los sticks intercambiables, hay un par con diseño cóncavo pensados para todos los usos, junto a otros dos para usos más específicos, uno más corto en altura para juegos donde necesitemos mover la cámara rápidamente sin perder precisión y otros para juegos o partidas donde necesitamos un control más fino de la cámara (el ejemplo que pone Razer para este stick más alto es el de un jugador que usar un rifle de francotirador en un FPS).

Para redondear el paquete se incluye también un cable USB-C de tres metros de longitud con el que podremos subir el nivel del mando un punto más, pues conectándolo por cable es posible usar el modo torneo, que activa una tasa de sondeo de 1000Hz cuando el mando está conectado por cable. También se incluye un estuche de viaje para que podamos llevarnos el Razer Wolverine V3 Pro a cualquier parte sin dañarlo.

No puedo olvidarme de la antes mencionada APP Razer Controller Setup for Xbox, un software del que no solo tengo cosas buenas que decir. Esta aplicación propietaria de Razer permite asignar a cada uno de los botones adicionales un botón de los principales para tener ciertas acciones más a mano, pudiendo crear perfiles para cada juego, lo cual es fantástico para los fines para los que está diseñado el mando. El problema es que Razer me tiene demasiado bien acostumbrado con sus periféricos por culpa de Razer Synapse, estoy hecho a hacer casi cualquier cosa a la hora de reasignar teclas en ratones y teclados, por lo que he echado mucho de menos que en este V3 Pro no se pueda, por ejemplo, asignar teclas de un teclado a los botones del mando cuando se va a usar en PC. Si llegan a dejarme, sin ir más lejos, asignar la tecla F12 a un botón del mando para sacar capturas de cualquier juego en Steam, este mando sería un 10 para mí. Cierto es que estas funcionalidades poco o ningún uso tienen a la hora de competir, que es el uso principal del periférico.

Al margen de lo anterior, la APP permite hacer cosas como evitar la futura aparición de drift en los sticks, pues se puede configurar la zona muerta de los mismos, la intensidad de la vibración háptica, los ajustes de ahorro de energía y la iluminación del logo de Razer. Sobre este último punto querría hacer un pequeño apunte, la iluminación de este logo es mil veces mejor y más útil que las luces del V2 Pro, que se apagan a placer y generan mucha confusión sobre si el mando está encendido o no, siendo sumamente incómodo en este punto específico. Ahora la iluminación no solo es mucho más agradable y más elegante, también más útil.

A un precio de 220 € el Razer Wolverine V3 Pro no es un mando para todos los públicos, pero es sin duda una inversión de la que difícilmente nos podemos arrepentir si sabemos a lo que venimos. Más asequible resulta el Razer Wolverine V3 Pro Tournament Edition, que cuenta con las mismas características, que pierde la conectividad inalámbrica y el logo en RGB pero baja a un precio de 120 € en España.