El 5 de Octubre 2015 | 10:17
Mi relación con las aventuras gráficas ha ido madurando a lo largo de los últimos años, descubriendo poco a poco aquellas obras consideradas como parte ineludible de un género que ha tenido altibajos; ahora estamos en uno de esos momentos donde parece que se quiere revitalizar un poco esta forma de narrar historias gracias a la escena independiente pero no terminamos de verles despertar, al menos en lo que consideramos hoy un clásico.
Los tiempos están cambiando, y Delirium Studios, autores de 'Los Ríos de Alice', sabían perfectamente adonde se metían cuando lanzaron este título en dispositivos iOS y Android. Aprovechar la oportunidad para desarrollar un videojuego para hacer un producto tan personal, lozano y con un componente idiosincrásico tan palpable podría haber salido mal, pero por suerte salió bien. Mucho, de hecho. Tras haber podido completarlo ahora en Wii U en su 'Versión Extendida' creo que puedo decir sin dudarlo que se trata de una de las apuestas más sólidas de la eShop en muchos meses, un paso hacia delante por parte de los de Kyoto, pues están añadiendo en su catálogo una obra que solamente puede ser jugada aquí dentro del campo de las videoconsolas.
Al estar pensado para ser jugado con un control eminentemente táctil como son las tabletas, me sentí algo reticente a poder experimentar con total comodidad 'Los Ríos de Alice' en Wii U, pero con el paso de los minutos descubres que el tamaño de pantalla del Wii U Gamepad, sumado al lápiz táctil del mismo y la resolución notable del mando dan como resultado un producto que convence en lo visual, pues sería una pena perderse lo bien que luce en un dispositivo portátil como éste; no obstante es mucho mejor si lo jugamos en la pantalla del televisor, por supuesto.
Las prisas no son buenas
Si conocéis el grupo de música Vetusta Morla seguramente tengáis ya un motivo más para darle una oportunidad a 'Los Ríos de Alice', porque está enteramente inspirado en las letras y música de la banda de Tres Cantos. Volviendo al género del título en sí, quiero incidir en el hecho de estar ante un point'n'click, donde se busca que el jugador experimente qué hay a su alrededor y descubra por sí mismo, errando en el camino, qué hay después. El desarrollo es lento, pausado, siempre en armonía con lo que suena en ese momento. Recomiendo utilizar auriculares durante la partida; la experiencia gana mucho cuanto más nos sumerjamos en ella, y el apartado artístico es, en términos generales, muy cercano al sobresaliente.
Delirium no ha contado con el mismo presupuesto que otras grandes aventuras por el estilo, lo cual no es óbice para haber tratado de sorprender al personal con unos valores de producción realmente ambiciosos, fijándose mucho en el detalle y aprovechando muy inteligentemente la paleta de colores tan poco colorida para que juegue en favor del título. Los rostros, si bien algo hieráticos en algunos momentos, son un claro reflejo de la actitud de los personajes; el contraste de negros y blancos nos permite tener siempre una conversación silenciosa entre los ojos del emisor y el receptor del mensaje. No hacen falta muchas palabras, 'Los Ríos de Alice' sabe comunicarse con su propio lenguaje.
Tintes de cariño en todo momento
Acuarela, tinta, grafito... Se ve el tesón en cada instante con una conglomeración de estilos que no parece un mejunje sino una mezcla homogénea, el estilo que muchos cuentos infantiles buscan en balde. Yendo más allá, nos encontraremos con puzles que para nada son sencillos de completar, que te harán pararte a pensar y ver si realmente vas por el buen camino. Aquí ya entran los gustos personales de cada usuario, pero uno de los aspectos para mí clave en una aventura gráfica como ésta es que termine siendo gratificante. Al ver los créditos finales la sensación es de realización, de cierta saciedad; no fue fácil, pero fue bonito.
Los diálogos son sustituidos por pictoramas, algo que refuerza la idea inicial expuesta sobre lo sumamente personal que es 'Los Ríos de Alice'. Desconozco el número de miembros que compone este equipo cuya sede está en todo el corazón de Bilbao, pero desde luego se nota que hay sinergia entre ellos. Antes de empezar a plasmar todas sus ideas seguramente todos tenían el mismo mapa entre las manos y esa condición permitió que no hubiera tantos altos en el camino. El juego va rodado, no tiene momentos con menor intensidad o donde perdamos el interés por lo que sucede; no pierde la chispa.
No podía dejar de hablar de Alice, la protagonista. Sus sueños, el modo con el que se nos empieza a contar la historia y cómo finaliza la misma es muy acertada, porque es en los pequeños detalles donde marca la diferencia, la línea invisible que hace de un videojuego ser simplemente notable a ser memorable en su apuesta. La realidad y el mundo de los sueños no se pueden conocer sin jugarlo por nosotros mismos; no es un título que pueda entenderse a través de un Let's Play de YouTube. Hay que jugarlo.
A pesar de haber tenido unas cuantas dificultades durante los momentos en que tenía movimiento libre, la alta exploración que tenemos siempre a nuestra disposición compensa esa cierta inexactitud en esta versión. No son muchas las personas con las que nos relacionaremos a lo largo de la historia, de hecho no creo que superen la decena, pero esos momentos os puedo asegurar que son lo mejor de todo el juego, cuando la comunicación empieza a ser verdaderamente una pausa para que la trama siga fluyendo.
Como todo esto va de personas, al fin y al cabo, no me gustaría olvidar Ane Pikaza, la artista detrás de la completa suma de dibujos y diseños que tan bien entran a la vista en 'Los Ríos de Alice'. Por otro lado, el sello de los madrileños Vetusta Morla es un añadido que encaja. Me explico. Intentar introducir el aporte sonoro de un grupo de música conocido podría interpretarse como una forma oculta y malintencionada de promoción para que ambas partes salieran beneficiadas, pero no vais a fruncir el ceño, porque el disco de La Deriva y resto de temas parecen haber sido expresamente creado para esta producción.
Nueva joyita para la eShop
En definitiva, tengo pocas pegas con 'Los Ríos de Alice'. Me ha encantado jugarlo de principio a fin y experimentarlo sin saber mucho sobre él. No va a tener un sitio en el mercado tan amplio como se merece, pero esta industria es injusta, igual que la literatura, el cine o la música. Sin embargo, nosotros lo tenemos tan fácil como acceder a la eShop de Wii U y pagar los 7.99? que abren la puerta de Alice.
Nintendo tiene aquí uno de los que son, en mi opinión, mejores juegos de la eShop en 2015 y una auténtica sorpresa que no debería pasar desapercibida entre los que buscan y no encuentran una aventura gráfica clásica con un toque muy suyo y sin tratar de imitar al resto. Todo lo que le falta para ser sobresaliente es complementario, porque si le quitamos algo, por mínimo que sea, quedaría falto.
Es genial jugar videojuegos cuyo resultado final es más que la suma de sus partes, pero donde cada una de ellas son piezas ineludibles para la compleción del puzle. 'Los Ríos de Alice' se merece nuestro reconocimiento y crédito, así que el sello de calidad queda estampado sobre este precioso cuento que se narra muy despacio.
Lo mejor:
-Artísticamente sensacional. -La forma de narrar la historia, el tempo. -La sinergia que sientes con el título en todo momento. -La curva de dificultad.
Lo peor:
-Podría haber durado un poco más. -Es muy poco rejugable; una vez lo completas, lo mejor es dejar así el recuerdo.