HACK 'N DEFENSE

Análisis de 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess', Capcom se reinventa de nuevo

Capcom nos sorprende con 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess', la mezcla divina de hack 'n slash con tower defense para una experiencia única en el espacio AAA.

Por Daniel G. Astarloa 22 de Julio 2024 | 13:00

Que Capcom experimente a día de hoy es algo a lo que no estamos acostumbrados. En realidad no es problema de la compañía, sino de la industria AAA al completo: las grandes empresas apuestan por el terreno seguro siempre. Secuelas, spin offs, siempre algo que el público pueda reconocer. Cuando se trata de una franquicia nueva se aseguran de que los géneros sean reconocibles y fácilmente comparables a otros títulos en el mercado. No hay riesgo.

El movimiento de Capcom anunciando 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess' fue algo que pocos vieron venir, y su resultado mucho menos. Es muy difícil de comparar a cualquier otro videojuego actualmente existente, mezclando filosofías de diseño a la antigua, géneros aparentemente incompatibles y un estilo artístico destacado que aprovecha al máximo los beneficios de RE Engine. No he sentido una obra tan única por parte de Capcom desde su era de experimentación con Clover Studio, cuando sacaron obras maestras como 'Okami' o 'Viewtiful Joe'.

Esta podría ser la primera señal de un prometedor futuro para la compañía japonesa, a la que ya me faltaban halagos para sus obras en los últimos años.

Espíritus vengativos llaman a tu puerta

La trama de 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess' es el punto más ignorado por parte de los desarrolladores. Es básica y casi inexistente, una mera excusa para avanzar en nuestro camino y obtener progreso de forma continuada. De hecho es destacable mencionar que no existen diálogos: sólo la narración inicial en japonés acerca de la leyenda que vivimos y los tutoriales iniciales.

El título se centra en un monte sagrado en la antigua Japón. Yoshiro, su guardiana protectora, intenta expulsar a unos espíritus malignos que maldicen las tierras e intentan extender su influencia más allá de donde han sido invocados. Por degracia la sacerdotisa falla en su intento, y los arrendos poseen a todo aquella alma en desgracia que se encuentra en la montaña. Ahora deberá recorrerla al completo y debilitar lo suficiente a los espíritus como para expulsarlos del terreno físico y así enmendar su error.

Aunque Yoshiro sea la protagonista no es el personaje sobre el que mantenemos el control directo. Ese papel recae en Soh, el espíritu protector que debe mantener la completa seguridad de su guardiana por encima de todas las cosas. Es habilidoso con la espada y su papel como ente protector es perfecto, pues no puede dañar a seres físicos pero su espada hace devastadores ataques a los fantasmas. Con ello puede purificar a animales, limpiar terreno y lo más importante: establecer un camino seguro para que su maestra pueda recorrer a través de la corrupción demoníaca.

Derrotar y expulsar a los arrendos está en nuestra mano, y es un objetivo que se deja claro desde el primer minuto en el que comenzamos la campaña. Once máscaras corruptas son las que debemos recuperar, lo que se traduce en diez jefes y los niveles que les preceden. Un número redondo de desafíos considerando que nos esperan mecánicas sorpresa y un diseño de niveles endiablado.

La defensa es el mejor ataque

Si hay que definir el género en el que recae 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess' es fácil de catalogar, pero no deja de ser perplejo de expresar en alto. Es en su esencia un hack 'n slash: Soh tiene una serie de combos básicos con su espada para arrasar el campo de batalla que, por desgracia, no evolucionan a técnicas alocadas como en otros juegos. La clase de ataques a nuestra disposición se mantiene sin cambios de principio a fin.

Eso es, de alguna forma, algo que juega a favor de 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess'. Su objetivo no es que te centres en el ataque y te pierdas en combos eternos contra enemigos fuertes, sino en saber proteger a Yoshiro. Cuando llega la noche los espíritus se lanzan a por ella y debe bailar o será corrompida por los arreptos. Nuestra labor es asegurar que no le pase nada y no sufra daño mientras está quieta. En efecto, todo este tiempo este juego era un Tower Defense.

Una combinación de géneros como esta no debería funcionar sobre el papel, pero Capcom ha logrado dar con la fórmula correcta para que sea un éxito rotundo a la par que único. Sólo tenemos control directo sobre Soh, pero los aldeanos locales podrán unirse a nosotros para proteger a la sacerdotisa una vez les rescatemos y otorguemos una de las máscaras que salvamos de la corrupción. Esto les hará transformarse a un rol de combate que nos será leal hasta el final. Podemos indicar dónde queremos que monten guardia y curarles con raciones si nos acercamos lo suficiente a ellos.

Prepararnos para la noche es una parte esencial para poder sobrevivir con éxito el ataque de los arreptos, pero está lejos de ser el momento más importante. El auténtico juego está en la noche, cuando los desafíos y las sorpresas sobreexceden a cualquier preparativo que planeáramos. Necesitamos estar siempre en la primera línea de defensa de Yoshiro, prepararnos para mover aldeanos y proteger algunas de sus posiciones. Es una adaptación constante a las amenazas que no sabíamos que se ocultaban tras el reflejo de la luna.

Voluntad inquebrantable ante jefes imbatibles

Las fases habituales sirven como el punto más representativo de la experiencia de juego. Los jefes, por otra parte, son su propio nivel: se suelen concentrar en una arena de combate exclusiva en la que también debemos preparar a algunos aldeanos para luchar contra una amenaza con una barra de vida mucho más extensa que cualquier enemigo regular.

Son un experimento interesante y añade un punto de epicidad al juego, pero estos jefes no alcanzan el nivel de calidad que tienen el resto de fases regulares. La estrategia que puede preceder al enfrentamiento es de prueba y error, y la falta de más combos no facilita que nuestro combate personal contra estos grandes enemigos esté a la altura de lo que desearíamos. Tienen un concepto interesante para cada batalla, pero la mayoría acaban convirtiéndose en una experiencia poco memorable.

No es algo que nos deba preocupar demasiado. El resto del juego es entretenido y una gran experiencia de juego que merece probarse en caso de querer jugar a algo nuevo y fresco. Hay mucho terreno para expandir en una posible secuela en el futuro, pero por ahora tenemos un gran título que, encima, se vuelve adictivo al pasar por su Nueva Partida+, donde la dificultad se dispara con retos totalmente diferentes a los ya vistos en niveles anteriores. Echarás muchas horas de juego en cuanto te enganche, y perseguir el 100% es una experiencia altamente satisfactoria.

Conclusiones

No dejéis que 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess' pase desapercibido. Aunque Capcom ha sacado el juego en un mes algo discreto esta es una de las obras más únicas y experimentales que han desarrollado en la última década. Es divertido, desafiante y muy diferente a cualquier otro juego que podamos ver en el mercado. Se trata de una primera entrega muy sólida en lo que podría ser la próxima franquicia estrella de Capcom, y una experiencia que se echa en falta en el mercado AAA.

Tenéis la demo en varias plataformas y el título completo en Xbox Game Pass si queréis probarlo antes de lanzaros a la compra. Merecerá la pena: 'Kunitsu-Gami: Path of the Goddess' es una joya de culto instantánea.