Kirby cumple 25 años. A lo largo de un cuarto de siglo, sus aventuras siempre se han cimentado sobre tres pilares clave: la diversión, la accesibilidad y la calidad. Los títulos protagonizados por la bola rosa de Nintendo constituyen referentes del género de las plataformas, sobre todo porque son una puerta de entrada idónea para los debutantes.
Pero su vigésimo quinto aniversario no se ha festejado con una nueva entrega principal, sino diversificando las facetas del adorable héroe. Tres obras en un año; ningún plataformas tradicional. 'Team Kirby Clash Deluxe' fue una curiosa mezcla entre RPG de acción, con cuatro clases a escoger, y boss-rush en la que derrotar a jefes clásicos de la diégesis del regordete magenta. Con 'Kirby's Blowout Blast', HAL Laboratory creó fases 3D que superar recurriendo a la absorción, la principal habilidad de Kirby. Ambos fueron entretenidos canapés con los que celebrar el cumpleaños de nuestro rosado amigo.
Kirby contra Kirby
Ahora llega el turno de 'Kirby Battle Royale', que se antoja el plato principal por lanzarse en físico y a precio completo. Ansioso por obtener la tarta que se otorga en el Grand Prix Dedede, Kirby acude presto a la llamada de su apetito. Una vez se encuentra con el monarca de Dream Land, este se congratula de su visita y muestra una máquina para copiar a Kirby, su nuevo artilugio. Esa es la premisa argumental que justifica la comparecencia de tantos seres rosados dispuestos a batirse en duelo. Pero los videojuegos del pequeño glotón no se miden por su trama, sino por su jugabilidad.
'Kirby Battle Royale' es un multijugador competitivo compuesto por diez tipos distintos de lucha. Cada una de estas lides posee características diversas, pero la base de todas ellas es divertirse en compañía y en partidas breves. En esencia, este título es una colección de minijuegos. Aunque todos pivotan sobre la filosofía del todos contra todos, los llamados combates Kirby son variados. Unos se basan en el enfrentamiento directo entre bolas multicolor en battles royale al uso. Otros en recolectar más joyas que el rival. Incluso los hay que se centran en lanzar discos de hockey sobre hielo a los contrarios. Todos tienen en común que ninguno de ellos exige más de dos o tres minutos de atención, por lo que se erige como una obra ideal para gozar de una diversión directa y accesible.
La sencillez de sus minijuegos se traslada a las mecánicas, pues los Kirby apenas ejecutan media docena de movimientos diferentes. Su repertorio abarca el salto, el vuelo, el ataque en el aire, los golpes cargados, los combos simples y la posibilidad de lanzar tanto enemigos como objetos. En un juego en el que todo funciona a golpes con los que fastidiar a los contrarios, la diversidad radica en las 13 habilidades disponibles. Como en los videojuegos de la saga principal, Kirby podrá transformarse en escarabajo, espadachín o en el dueño de un temible mazo. Este abanico de dones constituye una suerte de plantel de personajes, cuyo manejo es fluido y plenamente satisfactorio gracias al sello Nintendo. HAL Laboratory ha optado por pulir unas cuantas formas en lugar de incluir todo el repertorio de transformaciones de Kirby. La pega es que 13 es un número raquítico teniendo en cuenta que hay más de 40 poderes, sin contar las habilidades combinadas.
'Kirby Battle Royale' es frenético y no negaré que proporciona diversión durante las primeras partidas, pero, como el propio Kirby en 'Super Smash Bros.', esta obra se deshincha muy rápido. Su combate deriva pronto en un machacabotonismo tenaz que no entiende de estrategia. Las habilidades son poco más que skins, pues todas comparten un mismo perfil de movimientos. A esa carencia de profundidad tampoco ayuda la escasez de minijuegos. En general, 'Battle Royale' peca de simplista y repetitivo, por lo que termina aburriendo tras pocas partidas.
Aburrimiento en solitario
Su mayor déficit está en los modos para un solo jugador; ahí es un título lacónico y totalmente prescindible. La modalidad individual, compuesta por el Modo Historia y la opción de disputar refriegas anodinas contra la IA, dura un suspiro. De este modo, no genera interés en tanto que es un calco del multijugador pero con una inteligencia artificial condescendiente hasta el extremo. Vencer a la CPU no requiere esfuerzo y ni siquiera los hándicaps tornan en retante el modo para un solo jugador. Es un tutorial largo al que se olvidaron de cambiar el nombre.
La valía de esta nueva propuesta de Nintendo depende por completo del multijugador, ya sea en línea o local. En el primer ámbito, 'Kirby Battle Royale' no dispone de una comunidad online sólida que garantice la experiencia de juego. Esto se traduce en tiempos de espera desorbitados para completar una partida y empezar a jugar. En mi caso, tuve que aguardar entre 15 y 30 minutos varios días después de su lanzamiento, momento en el que ya se le presupone una base de jugadores mínima. Dichos tiempos de espera son fatales para un videojuego que pretende distinguirse por proporcionar diversión inmediata.
No hay comunidad y, sinceramente, no hay alicientes para que eso cambie. Al contrario que el título multijugador nintendero por excelencia, 'Splatoon', 'Kirby Battle Royale' es parco en facetas y nada invita a considerarlo como algo más que un entretenimiento pasajero. Además, las opciones del online son harto limitadas. Nada de crear grupos con amigos y partidas personalizadas como sí puede hacerse en el multijugador local. El online solo permite batallas contra desconocidos en la paupérrima cifra de tres minijuegos posibles escogidos al azar.
Kirby necesita amigos
'Kirby Battle Royale' es un trípode y, en lo que llevamos de análisis, dos de sus patas cojean flagrantemente. Empero, el multijugador local es el punto de apoyo que salva a este videojuego. Las partidas con amigos son customizables, pudiendo decidir sobre cuestiones como el número de batallas seguidas a disputar, si estas enfrentarán a todos contra todos o a equipos, etc. Aquí Kirby se luce y brinda diversión a raudales; simple, pero efectiva. Otro punto a destacar es que Nintendo ha subsanado la mayor debilidad de este tipo de juegos, la necesidad de juntarse con tres amigos que posean una 3DS y un cartucho cada uno. 'Kirby Battle Royale' cuenta con un Modo Descarga para que solamente sea necesario un cartucho. Sin embargo, esta modalidad limita las opciones y, por ende, el potencial del juego.
La faceta artística es estupenda, como de costumbre en las obras protagonizadas por la encantadora bola rosa de Nintendo. Pese a las limitaciones gráficas de 3DS, HAL Laboratory sabe cómo exprimir sus capacidades. Las animaciones están muy logradas y la banda sonora es muy animada, un acompañamiento perfecto para el tono y la jugabilidad de este trabajo. La sorpresa, aunque cada vez lo sea menos en la portátil de doble pantalla, es que 'Kirby Battle Royale' no usa el efecto 3D. Una lástima, pues Kirby es uno de los que mejor han aprovechado la característica principal de Nintendo 3DS.
Conclusiones
'Kirby Battle Royale' es sinónimo de diversión accesible, entretenimiento sencillo y piques con amigos. Sin embargo, es mediocre en los modos individuales y no cuenta con una comunidad online que fomente el juego online, capado en comparación con un multijugador local del que este proyecto depende por completo. Ni siquiera ser fan incondicional de la bola rosa es una excusa suficiente para adquirir 'Kirby Battle Royale'. Solo lo recomiendo a los que cuenten con compañeros de juego y puedan, gracias a ello, exprimir sus virtudes.