El 21 de Enero 2019 | 19:48
2018 fue un año que nos dejó el retorno de grandes franquicias con peso dentro del mundo de los videojuegos. 'Just Cause 4' fue uno de los estrenos que llegaron para cerrar el año y, nuevamente, la gente de Avalanche Studios han conseguido ofrecer a sus fans un producto con el que se sentirán totalmente identificados y familiarizados. Nadie se sentirá extrañado por las aventuras que viviremos junto a Rico Rodríguez en su visita al país (ficticio) sudamericano de Solís, pero ¿estará el producto final acorde con los momentos de generación que vivimos? ¿Puede mirar esta cuarta entrega a los grandes sandbox de los últimos meses? Acompañadnos para salir de dudas.
¿Una fórmula ganadora?
No hay lugar a dudas que un tiempo atrás la fórmula que pone encima de la mesa 'Just Cause 4' hubiera sido un éxito rotundo; un mapa inmenso con multitud de lugares a visitar, multitud de enemigos, una gran variedad de armas, artefactos y vehículos, misiones secundarias sin gran carga argumental... Pero estamos en un momento donde el gusto de los jugadores se ha vuelto más refinado; tener vastos mapeados se ha convertido en un estándar, lo que marca la diferencia es la vida que se respira en estos escenarios, la forma en la que el jugador puede interactuar con el mundo que le rodea e, incluso, la forma en la que la trama principal aprovecha esta circunstancia. Para bien o para mal, estamos ante un sandbox old school.
Este esquema más clásico, o habitual, se repite dentro del tratamiento que se le da a la historia principal. Como ocurre con muchas de las grandes producciones de Hollywood, el hilo argumental no es más que una mera excusa para ponernos en toda clase de aprietos, los cuales nos obliguen a recurrir a nuestro inseparable gancho y sus distintas funcionalidades (como la de hacer levitar objetos pesados con la ayuda de unos globos al más puro estilo Fulton de 'Metal Gear'), así como toda clase de armas de fuego. Dicho en pocas palabras, se trata de la excusa perfecta para repartir mamporros a diestro y siniestro. Lo mejor de todo, es que lejos de hacerse repetitivo como muchos podrían pensar, es tan divertido y alocado que siempre encuentras alguna cosa nueva por probar.
Esto se debe a que jugablemente conviven mecánicas que funcionan realmente bien. Aprovechar las corrientes de aire y surcar los cielos a toda velocidad es una auténtica delicia (aunque una mala caída supone la muerte), y moverse entre vehículos, o por los muros, con ayuda del gancho también, desplazarse con vehículos por carretera puede ser una autentica tortura (especialmente para grandes distancias). La verdad, es que en alguna situación llegas incluso a plantearte la necesidad de tener un mapa tan extenso, aunque si entras en la rueda del juego acabas disfrutando más de la libertad de movimientos que tienes, que de las propias misiones.
Una cosa muy interesante que nos ofrece el juego es la posibilidad de guardar distintas configuraciones con nuestros gadgets, de tal forma que tengamos la combinación de botones más cómoda para cada una de las situaciones que nos encontramos. Eso sí, personalmente he echado de menos que el sistema de progresión de Rico fuera más profundo y personalizable, ya que, nuevamente, vuelve a ser un sistema muy clásico y básico.
Soplan vientos de tormenta
Técnicamente 'Just Cause 4', que utiliza la tecnología Avalanche Apex, es un auténtico torbellino de emociones, uno de esos juegos que te hacen pasar del hastío más absoluto, a vivir situaciones increíblemente espectaculares. Por un lado, nos encontramos con modelados básicos y algunas texturas que dejan bastante que desear, así como también se aprecia algún problema de antialiasing en elementos como el pelo de Rico. Pero esto pasa a ser una mera anécdota cuando nos asaltamos unas instalaciones de La Mano Negra y empezamos a ver como se encadenan explosiones, como se destruyen objetos del escenario y como vuelan los soldados enemigos por los aires. Aunque si hay alguna cosa que destaca por encima del resto es la climatología.
Estamos acostumbrados a que los juegos nos presenten sistemas de climatología variable, así como ciclos día y noche, pero la realidad es que rara vez estos tienen un impacto directo en las acciones que realizamos. En el caso de la cuarta entrega de 'Just Cause', agentes atmosféricos como el viento serán clave, por ejemplo, a la hora de desplazarnos por el mapa con la ayuda del traje aéreo o del paracaídas; pero es que incluso podremos ver como se forman tornados que arrasarán todo lo que encuentran a su paso. Al mismo tiempo, la conducción también se verá afectada por la lluvia o la nieve; aunque este aspecto jugable no es el más brillante del título.
Pese a todo, si hay algo que resta brillantez al acabado general del trabajo de Avalanche Studios son los múltiples bugs que nos hemos encontrado en durante la visita de Rico Rodríguez a Solís. Teniendo en cuenta el enorme tamaño del mapeado, es lógico que podamos encontrarnos con algunos bugs, pero digamos que nuestra relación con ellos se ha prolongado más de lo deseado en el tiempo. Se trata de algunos fallos que acaban solucionándose por si mismos, pero que te dejan con cara de tonto durante unos segundos. Por ejemplo, al ir a montarnos en un coche el personaje se bloqueaba en el frontal del vehículo y este circulaba arrastrándonos por todo el mapa sin poder hacer nada. Otra situación extraña de estas nos la encontramos al ir a coger impulso en una salida de aire para levantarnos, y que el cuerpo de Rico quedará tumbado en el suelo como un cadáver sin ningún tipo de animación. El último momento peculiar lo hemos vivido al recoger alguna arma del suelo, donde la animación de recogerla se queda pillada durante unos segundos hasta que el personaje se desplaza por arte de magia (sin el arma).
Si pegamos el salto al apartado sonoro, aquí hay muy pocas pegas que le podamos poner al juego. Por un lado, tenemos un doblaje al castellano más que correcto, y unos efectos de sonidos realmente brutales: explosiones, colisiones, disparos, etcétera. Lo cierto es que el sonido consigue trasmitirte toda la emoción y la acción que tiene lugar en pantalla, algo que te ayuda a estar en tensión y a disfrutar frustrando los planes de La Mano Negra en América del Sud. Aunque si lo preferís, tenéis la opción de relajaros en una ruta en coche mientras escuchar los grandes éxitos de la música local en la radio.
Conclusiones
Podríamos decir 'Just Cause 4' es un sandbox chapado a la antigua; uno de esos juegos que ofrecen un mapa enorme con multitud de cosas por hace, pero cuya línea argumental dista de ser uno de sus elementos clave. En la visita de Rico Rodríguez a Solís premia la acción y la libertad por encima de todo, y esa es su gran virtud, pero también su mayor defecto.
Utilizar el gancho o el traje aéreo nos ofrecerá grandes momentos de diversión y nos permitirá vivir momentos increíbles, al mismo tiempo que el variado armamento nos permitirá crear grandes dosis de caos en las instalaciones de la Mano Negra en Sudamérica. Precisamente, todo ese caos hace que no haya dos partidas, o dos misiones, iguales y debemos sumarle un espectacular sistema de físicas que no solo afecta a explosiones o colisiones, sino que su gran bastión es la climatológica, donde podremos encontrarnos incluso con temibles tornados cara a cara.
En definitiva, si sois unos apasionados del género o sois fans de la serie 'Just Cause'esta cuarta entrega no puede faltar en vuestra colección, os regalará grandes momentos. No obstante, si estáis saturados de grandes mapas para explorar o buscáis una historia profunda que justifique todo lo que ocurre en pantalla, el título desarrollado por Avalanche Studios no es lo que buscáis.
Lo mejor:
-Acción y diversión a raudales-
-La libertad de acción y movimiento.
-El sistema de físicas es una auténtica pasada.
-La variedad de armas y dispositivos ofrecen posibilidades infinitas.
Lo peor:
-Bugs de lo más variados.
-Técnicamente tiene margen de mejora.
-A nivel narrativo, tanto la historia principal como las tramas secundarias, no te atrapa.