No leas más. 'Inscryption' es una obra maestra. Tienes la nota más abajo y con eso debería bastarte para ir a tu plataforma digital por excelencia, hacer una compra y descargarlo de inmediato. ¿Por qué seguir leyendo un texto que te recomienda que lo ignores y disfrutes de uno de los mejores proyectos en videojuegos independientes que han sido creados en estos últimos años? Porque, sencillamente, 'Inscryption' se juega mejor en la absoluta oscuridad.
Decir que las sorpresas y los giros son lo que define a esta obra es ignorar todas las bendiciones que tiene descubrirlo por uno mismo. Es difícil no haber oído alguna cosa acerca de 'Inscryption', de cómo ha provocado más de un par de pesadillas. Sus imágenes, sus conceptos y su jugabilidad se cuelan en tu cerebro como un parásito que te reconcome hasta meses después de haber terminado un par de partidas.
¿Crees conocer 'Inscryption' sin haberlo jugado? No sabes nada. 'Inscryption' te conoce a ti como jugador, y eso le sobra para dejar una imprenta eterna en ti. Intentaremos evitar spoilers, pero es tu último aviso: ve a disfrutar de él sin saber nada más. Abraza tu próxima obsesión.
Bienvenido al reino de las sombras
Comenzar a jugar 'Inscryption' es más confuso de lo que pueda sonar. Estás atrapado en lo que parece una habitación oscura, con unos pocos muebles que puedes toquetear y una mesa de rol delante de ti. Te observan dos ojos en las tinieblas que de ninguna forma conseguirás que aparte la mirada. Tiene su mirada clavada en tu alma, y una vez pueda rascarla va a tirar de ella hasta reclamarla a sus dominios.
Sólo hay una forma de salir, dice la voz de la oscuridad. Juega bien tus cartas. El señor de las sombras te ofrece asiento, dos mazos con algunas cartas básicas y un papel que le sirve para narrar una campaña de rol. Tu objetivo será alcanzar una cabaña perdida en lo alto de las montañas, y de camino te atacaran toda clase de bestias y dementes. Ellos también tienen sus mazos de cartas, y el tablero piensa aprovechar toda la sangre que pueda para extraértela toda.
Es mejor no decir nada más sobre la historia o la narrativa de 'Inscryption' a partir de aquí. Obviamente hay en juego muchos más misterios que van allá de la partida de rol que está en marcha. La habitación en la que estamos funciona a modo de escape room e interpretar las pistas que se nos ofrece depende de nosotros. Y cuando crees que sabes lo que está pasando el título te rompe todos los esquemas. Empieza a hacer cosas que, sencillamente, los videojuegos no deberían poder hacer. La trama va a lugares que al principio no imaginabas que pudiese ir.
¿Qué sucede si pierdes? Mala suerte. Esos dos ojos en la oscuridad tienen otras partes del cuerpo que aprovechar para usarlos contigo. Y tú has tenido la desgracia de querer descubrir un secreto que debería haber permanecido enterrado siempre.
El corazón de las cartas
Las mecánicas de 'Inscryption' son sencillas en una primera partida. Tienes cartas: úsalas. Cada una de ellas representa a una bestia en tu poder que puedes jugar en el tablero a cambio de sacrificios. Su poder de ataque y defensa determinará cuánto daño haces y eres capaz de recibir. Cuando hayas golpeado lo suficiente a tu enemigo de forma directa, una balanza se moverá hacia su posición y marcará tu derrota. Sencillo.
Esa balanza marca el principio y el final de todas tus partidas. Hacer daño extra en el último turno te permitirá arrancarle los dientes a tus enemigos, los cuales puedes vender a tu favor. Tal vez puedas entregar algo de un valor equiparable en tu favor para evitar alguna derrota. Cuando comiences a entregar parte de tu alma a cambio de potenciar tus cartas y encadenar victorias será cuando puedas plantearte dónde está tus límites como jugador. Pero eso es indiferente: vas a conseguir llegar hasta esa cabaña.
Tus cartas son fáciles de comprender y jugar en tu favor, pero tienes que tener más factores en cuenta que los números. Efectos secundarios pueden potenciar enormemente a tus rivales y descuadrarte en un sólo turno hasta llevarte a la derrota. Debes tomar bien las elecciones que tomarás en tu camino para hacer más fuertes tus cartas, pensar en qué habilidades hacen buena sinergía entre sí y prepararte para la victoria. Tras varias horas de juego y algunas partidas fallidas acabarás creando la estrategia perfecta en tu cabeza, sin necesidad de guías externas ni consejos en el oído.
Tal es la maestría que demuestras tener que derrotarás fácilmente a los jefes que una vez tanto estrés te causaron. Sabes lo que se avecina y tienes tus contras preparadas, cartas trampa, de todo. Es lo que le pasa a cualquier videojuego: échale suficientes horas y acabarás por conocer todos los puntos débiles de los que puedes sacar provecho. Puedes sentirte como un maestro a nivel 99. Mientras te aproximas a la cabaña en la partida de rol. Es fantástico sentirse un genio de esta forma.
Más allá de lo permitido
Los eventos que tienes en el camino hacia la cabaña están algo sujetos a la aleatoriedad, el sacrificio personal y la potenciación de tus cartas. Puedes arriesgar la salud de algunos de tus aliados o sus propias vidas para obtener habilidades que te acerquen más a la victoria, nuevas cartas impresionantes o quizás tengas la mala suerte de que te entreguen algo inútil. Son eventos que podemos ver desde la mesa y podemos elegir nuestro camino antes de cada enfrentamiento, así que hay una estrategia a tener en cuenta. Bastante más de la que piensas que pueda tener.
Es especialmente importante tener algo preparado en nuestra manga para cuando nos enfrentemos a los jefes. Todos ellos hacen un uso impecable de las mecánicas a su favor, siempre jugando con un elemento que no esperabas encontrarte en combate. Tienes que pensar varios turnos adelante para asegurar tu victoria. La primera vez que te enfrentes a ellos la sorpresa puede dejarte descolocado, pero sabrás cómo hacerles frente para la próxima ocasión.
Con todos estos conocimientos, la maestría que has demostrado dominando las cartas y todos los jefes convertidos en un chiste llegarás a la cabaña. Mirarás directamente al jefe final a los ojos y te prepararás para un combate que sabrás que te hará sudar, pero que puedes aplastar con tus cartas perfectamente organizadas. El sabor de tu labio se vuelve salado mientras aprietas con fuerza. Reclamarás tu victoria y te harás con la luz.
Y entonces alguien tira la mesa y arruina la diversión. Se acabaron las tonterías. Aquí empieza de verdad 'Inscryption'.
Conclusiones
Hemos escrito más de lo que debería sernos permitido. Crees conocer los tropos, los trucos de perro viejo que 'Inscryption' te enseña entre las sombras. Pero no es más que una distracción para la auténtica obra que se está gestando adonde no quieren que mires. Es mejor no saber nada más y dejarte llevar por los trucos de magia que esta obra te tiene reservado. Este análisis no ha alcanzado a exponer ni un pequeño fragmento de su verdadera naturaleza.
Por esa forma de sorprenderte, meterte miedo en el cuerpo y explotar de forma magnífica un sistema de juego sencillamente perfecto esta es una obra que no debes apartar de tu mirada. 'Inscryption' es un must play, sea en la plataforma que sea. Pero no te informes más sobre él.
Deja que las sombras se apoderen de tu alma.