El E3 de 2015 será recordado como el de los anuncios de 'Final Fantasy VII Remake' o 'Shenmue III', así como la reaparición de 'The Last Guardian', pero entre este fantástico tridente hubo un título capaz de captar la atención de muchísimos jugadores a los que estos tres títulos no interesaban en exceso. Ya se habían filtrado muchos meses antes algunas imágenes de arte de un curioso videojuego en las que aparecían humanos ataviados con ropajes prehistóricos combatiendo dinosaurios robóticos, de nombre 'Horizon' a secas', y que finalmente se haría realidad. Con el nombre final de 'Horizon: Zero Dawn' se abría un abanico de promesas en cuanto a lanzamientos exclusivos y nuevas IP en el catálogo futuro de PS4, que por fin hoy podemos decir que es presente.
A su cargo se encuentra el estudio holandés de Guerrilla Games, cuya reputación se basaba principalmente en la franquicia 'Killzone', nacida como respuesta al 'Halo' de Microsoft, y a la que nunca pudo hacer sombra. Probablemente esa eterna comparación nunca le sentara bien, pero el caso es que la licencia, tras el aceptable 'Killzone: Shadow Fall', había llegado a un punto en el que necesitaba un descanso, bien temporal o bien definitivo. El propio estudio era el primero al que le venía bien este cambio y es que salirse de su zona de confort era imperativo para tener otra consideración dentro de la industria, además de que esa zona sería más de "inconfort". Finalmente, descorsetados de la franquicia que les dio un nombre, Guerrilla estaban listos para dar el paso y sorprender. Así es 'Horizon: Zero Dawn', uno de los juegos más imponentes de esta generación.
Un universo vivo, bello y... muy hostil
Uno de los grandes méritos de Guerrilla en este juego ha sido la creación de una mitología absolutamente abrumadora, donde la presencia de nuestra civiliación queda limitada a vestigios en forma de ruinas, infraestructuras devastadas por la erosión o incluso lo que muchos antes eran vehículos como coches, por ejemplo. El asfalto y el metal han sido consumidos por la naturaleza y una fauna de pequeños animales como jabalíes o aves sobreviven a duras penas ante la presencia de criaturas cibernéticas con el diseño de algunos célebres dinosaurios de nombres más coloquiales que los que conocemos, como Chatarrero, Astado o Atronador, algunos del tamaño de un búfalo, otros de proporciones totalmente mastodónticas. A pesar de carecer de una forma de vida orgánica, estos seres otorgan al mundo una sensación total de estar vivo, y a esto ayuda su comportamiento, totalmente diverso y en ocasiones imprevisible. Además, su origen, el saber de dónde proceden realmente, es una de las muchas, muchísimas incógnitas que rodean toda la historia de 'Horizon: Zero Dawn'.
Tanto por ser una nueva IP como por presentar una ambientación apasionante, todo conocimiento que se pueda recoger durante la aventura es valioso, ya que precísamente esas incógnitas son uno de los aspectos que más logran enganchar. La ignorancia de todo lo que rodea a su protagonista hace que resulte apasionante saber cada vez más sobre su entorno.
Para colmo, tanto la variedad de entornos como el portento técnico que es este juego, dejan claro que la apuesta es total. Guerrilla ha demostrado tener siempre controlado el hardware con el que trabaje, sea cual sea la generación de PlayStation de la que se trate, y 'Horizon: Zero Dawn' no es una excepcion, ofreciendo el mundo abierto más potente visualmente de esta generación, y seguramente uno de los más bellos, rivalizando con el visto en 'The Witcher 3: Wild Hunt', aunque más sorprendente si cabe. La opción de viajar rápido es no solo prescindible en este caso, sino nada recomendable: es casi obligatorio disfrutar de cada palmo del enorme terreno que podemos disfrutar aquí, a pesar de la amenaza prácticamente constante de las máquinas y los bandidos. Mientras, la civilización ahora se distribuye en tribus, cada una con sus costumbres y sus conflictos pasados, creando una telaraña de relaciones entre ellas que como todo, vamos conociendo según transcurre la historia.
En este contexto, tenemos a uno de los que Sony pretenden que se convierta en icono de la marca PlayStation en los años venideros, la joven Aloy. Otrora una paria y convertida en su madurez en miembro de la tribu Nora, de jerarquía matriarcal y extremadamente conservadora en sus costumbres, es tan ignorante de su origen y por supuesto, el de las máquinas, como lo es el jugador, y descubre todos los secretos de lo que le rodea al mismo tiempo que quien está al mando del Dual Shock 4. Es esta inocencia forzada por desconocer su origen y el de todo su entorno, así como su habilidad en disciplinas como el tiro con arco, la escalada o el sigilo, lo que convierten a esta pelirroja trenzada en la protagonista que necesita 'Horizon: Zero Dawn' para sentirse como una propuesta de verdad nueva, diferente.
La delgada línea entre sandbox y RPG
Guerrilla definió en su momento este título como un RPG, y personalmente pensaba que probablemente exagerarían, ya que últimamente se le llama RPG a casi cualquier juego donde el protagonista tenga un árbol de habilidades que asignar. Sin embargo, la línea que separa un género de otro es muy fina, y en este caso, casi difuminada, ya que nos vamos a encontrar muchisimos elementos de rol, más allá de las posibilidades de mejorar las capacidades de Aloy, cuya personalidad, obviamente, no es maleable, al tener una narrativa de tanto peso. Aún así, y al contrario de lo que muchos esperábamos, muchas de las decisiones que tomar durante el juego si tienen cierta repercusión en la historia.
Las múltiples capacidades de Aloy se amplían a cambio de los puntos de habilidad obtenidos tras subir un nivel, pero lo mejor de todas ellas es no solo ponerlas en práctica, sino el fantástico trabajo de Guerrilla en cuando a animaciones en cada una de las mismas. Ya sea empuñar un arco, descender en tirolina o rappel, escalar, combatir, etc... todo está reflejado con una suavidad y fluidez absoluta, a pesar de la variedad de formas de combatir de nuestra protagonista.
Muchas veces los combates, bien sean frente a máquinas o bien contra humanos, nos pillan desprevenidos en un viaje al siguiente punto de la misión, pero en otras ocasiones son el objetivo en sí mismo. Cuando este es el caso, las posibilidades de planificación y actuación son muchas, siendo de gran ayuda imaginar nuestro recorrido y acciones antes de entrar en acción, gracias al dispositivo que Aloy lleva acoplado en la oreja, el Foco, y cuyo origen desconoce, ya que lo encontró en unas ruinas de los Antiguos.
El sigilo es siempre la opción más recomendable, pudiéndose ocultar sobre todo en la maleza más espesa así como en coberturas, aún sin botón contextual para apoyar este movimiento. Además, siempre disponemos de otras mecánicas como lanzar piedras para alejar a enemigos o todo lo contrario, silbar para atraerlos. Sin embargo, es evidente que hay ocasiones en las que no queda más remedio que entrar en combate abierto, y ahí 'Horizon: Zero Dawn' sigue brillando.
Los enemigos humanos son relativamente duros, pero es frente a algunas criaturas cuando vamos a disfrutar de batallas épicas frente a enemigos con una agresividad tremenda. En estas ocasiones, nuestro rival no solo va a tener una gran cantidad de recursos de ataque, sino también una inteligencia sorprendente, siendo capaces de esquivar nuestras trampas en el último momento y obligándonos a improvisar y sacar a relucir nuestro plan B. El reconocimiento de estos animales y sus respectivos puntos débiles es la fase previa a algunos de los mejores momentos que viviremos a los mandos de este juego.
Si somos suficientemente precisos con nuestras flechas -algunas de ellas con daño elemental-, seremos recompensados con determinadas partes de su armadura muy útiles para fabricar componentes o directamene venderlos por un buen precio a mercaderes. En este sentido, el aspecto del crafteo recuerda en parte a 'Far Cry', ya que habrá múltiples plantas que recolectar y con las que elaborar pociones de salud o resistencia, así como madera y piezas electrónicas con las que fabricar flechas y munición para las armas disponibles, que afortunadamente serán más que el célebre arco, que podrá tener diferente cadencia o precisión. El lanzacuerdas, la honda, etc... son algunas de las herramientas con las que cuenta Aloy para hacer frente a no pocos peligros, teniendo en cuenta además que cada una de ellas tiene diferentes versiones en cuanto a rareza, así como espacios para ser mejoradas con modificaciones también de diferente calidad.
En resumen, parece caro que 'Horizon: Zero Dawn' ofrece una amalgama de mecánicas que si bien no resultan excesivamente originales, si forman un conjunto solvente donde otras posibilidades como el sabotaje de máquinas, por ejemplo, suponen una novedad propia del juego y su universo.
'Horizon: Zero Dawn' tarda en dar libertad al jugador, ya que como decía antes, es una experiencia también con mucho peso narrativo, pero cuando se abre el mundo delante de nosotros, nos encontramos con uno de esos mundos en los que da gusto perderse. Además de la historia principal y sus respectivas secundarias, algunas con más relevancia que otras, existen coleccionables, cómo no, y algunas actividades realmente divertidas.
Una de ellas no son la liberación de campamentos y zonas corrompidas, así como los Observatorios -una especie de atalayas-, actividades poco inspiradas y que reflejan algunos de los pecados del sandbox de los últimos años. Afortunadamente, los Calderos compensan esta poca inspiración con una suerte de mazmorras laberínticas cuyo mayor atractivo reside en conocer algo sobre una tecnología desconocida y aparentemente más avanzada que la presente en la actualidad.
Ya no es humo, es una maravillosa realidad
Sabíamos que este estudio holandés era capaz de crear videojuegos técnicamente vanguardistas en consola, pero no que también lo eran de desarrollar un universo de tantísima personalidad como el que ofrece 'Horizon: Zero Dawn'. Su ambientación y diseño es de un estilo arrollador, pero nos equivocaríamos si nos quedáramos solo con eso, ya que la peculiaridad de su contexto ofrece también una vuelta de tuerca a algunas mecánicas al fin y al cabo ya conocidas. 'Horizon: Zero Dawn' ha resultado ser un grandísimo videojuego, que forma junto con 'Uncharted 4' y 'Bloodborne' un trío de exclusivos sobresalientes que justifica la compra de una PS4. Aloy entra con fuerza en el mundo PlayStation, y lo hace para quedarse.
Hemos analizado 'Horizon: Zero Dawn' con una copia física facilitada por Sony.