El 24 de Agosto 2016 | 09:55
En este época estival, es siempre de agradecidos encontrarnos con ciertos tipos de juegos que ofrecen un poco de aire fresco a lo que estamos acostumbrados a ver. El catálogo de juegos descargables e indies siempre nos da una sorpresa de vez en cuando, juegos que llegan sin hacer ruido, pero que con un poco de esto y una pizca de aquello, recalan de forma muy positiva entre la comunidad de jugadores.
Esta situación la volvemos a encontrar con el juego que hoy os traemos. 'Headlander' es un popurrí de estilos, ambientación y géneros que en un principio podría parecer una mezcla algo contradictoria, pero que acaba siendo un toque de aire fresco y de diversión.
Los encargados de este título son Double Fine, compañía que ya ha jugueteado en otras ocasiones con producciones sin sentido lógico, pero que al final han llegado a ser juegos muy completos. Podríais pensar que exagero cuando hablo de un producto extravagante, pero dejadme que os lo plantee.
Planteamiento ilógico y racional
Nos despertamos siendo el último humano, con nuestro cuerpo desaparecido y donde solo contamos con nuestra cabeza, la cual esta introducida en un casco que vuela. Nos encontramos en un universo solo controlado por las máquinas, en un ambiente ultra futurista, pero con una ambientación retro propia de los años 70. Nuestra misión es escapar de nuestro encierro, resolviendo puzles a través de nuestra versátil cabeza.
Yo no se vosotros, pero el contexto general del juego puede extrañar a más de uno. Pero es esa cualidad exactamente lo que lo hace tan interesante, es tan alocado y tan "raro", que nos sentimos atraídos por él desde el primer momento. La frescura que propone 'Headlander' consigue divertirnos y sacarnos una sonrisa por partes iguales.
Desde un primer momento podemos elegir entre cuatro cabezas diferentes, esta elección no va a afectar en nada al devenir del juego, pero da un toque de frescura para aquellos más puristas. Desde el principio del título, nuestro objetivo va a ser poder escapar de la nave donde nos hemos despertado. El mayor inconveniente es que los robots que allí habitan no verán con muy buenos ojos nuestra huida.
Desde un primer instante, nuestra única forma de escapar es introducirnos en los cuerpos de los androides, ya sea porque nos encontramos cuerpos tirados o porque les extraemos la cabeza con nuestros propulsores, y así ir avanzando poco a poco. Hay zonas donde solo podremos pasar con nuestra cabeza, ya sean conductos o agujeros, pero en otros ocasiones será necesario utilizar a los robots, y no nos valdrán cualquiera, ya que muchas de las puertas están cerradas por códigos de seguridad dependiendo del grado de los androides.
Tiroteos con ritmo
El planteamiento del juego en general no es difícil, y desde un primer momento sabes lo que tienes que hacer, quizás a medida que vas jugando se va haciendo algo más tedioso, por la similitud de situaciones, pero Double Fine ha sabido sacar mayor provecho introduciendo un árbol de habilidades, que en un primer momento no es nada complejo, pero que sí ayuda a que se den nuevas situaciones, o que tengamos que volver a ciertos puntos que al principio no podíamos acceder.
Otra de las situaciones que marcan el devenir de todo el juego son los tiroteos. Estos están planteados de una forma bastante estratégica, es decir, no estamos ante el típico juego en 2D de avanzar y disparar. En este caso, cada vez que apuntamos sale una línea imaginaria que nos indica la trazada que va a tomar el disparo, a través de ésta, debemos calcular la posición exacta para impactar con nuestro enemigo.
El problema de todo esto, es que al principio pues no está mal, pero cuando llevas unas horas en el juego, acaba siendo algo aburrido y lento, siendo la forma más fácil y rápida de eliminar a los enemigos cuando les arrancamos la cabeza. Existen algunas armas diferentes, pero todas ellas se rigen por la misma característica, un rayo láser, por lo que en este aspecto tampoco encontramos grandes diferenciaciones del primer al último tiroteo del juego.
A ritmo de los 70's
El punto más positivo de 'Headlander' lo encontramos en su ambientación y estilo. Ésta está fuera de todo lo visto hasta ahora, sobre todo por la mezcla tan extravagante, pero a la vez, tan enriquecedora. Nos encontramos con una especia de película de serie B ambientada en el espacio pero donde todo se mueve al ritmo de los años 70. Y eso se transporta en todo momento a su apartado gráfico, que en líneas generales cumple, a pesar de que en la actualidad haya juegos en 2D que ofrezcan un apartado visual mucho más acorde a la generación en la que estamos.
Un ejemplo claro de ello, es que dependiendo del cuerpo donde nos acoplemos, siempre que no sea un soldado, si pulsamos el botón circulo (botón de disparo) nuestro robot comenzará a bailar sonando una música típica de la época. Tampoco es raro encontramos con habitaciones ambientadas en discotecas, o salas con grandes alfombras rosas y bolas de luces. Todo es muy 'Fiebre del sábado noche', y le sienta genial. Sobre todo porque la historia va acompañada en todo momento de chascarrillos y bromas típicas. Una pena que el juego no venga doblado, pues este aspecto hubiera sido mucho más destacado.
La locura y la irracional también se unen de la mano, ya no solo porque nuestro protagonista es una cabeza, que también, sino por las situaciones que se plantean, ya sea conseguir un cuerpo de una chica para que te vean los soldados, o incluso meternos en el cuerpo de un perro para pasar desapercibidos. El juego es una continuación de situaciones tan irracionales, que le viene como anillo al dedo para su ambientación.
Y eso también se nota en su música, combinando temas eléctricos y futuristas con esos temas clásicos de mitad de los 70's. Sin duda estamos ante un ejemplo de cómo se puede conseguir una ambientación excepcional con tan solo un toque de allí y una pizca de allá. No hace falta enormes postproducciones ni complejos estudios para conseguir una ambientación que vaya a la perfección con lo que el estudio quiere transmitir. Pocos juegos o incluso películas han sabido conjugar tan bien conceptos tan abstractos como la irracionalidad, la diversión, lo retro y lo futurista.
Conclusión
'Headlander' es un producto fresco, sin duda algo diferente y novedoso que por lo menos merece la pena probar. No estamos ante un juego perfecto, y quizás peque de tener algunas dinámicas jugables demasiado repetitivas. Pero es un título que transmite, y lo que emite es siempre "buen rollo". La unión de géneros y ambientaciones lo hacen diferente. Y es verdad que quizás no tenga la jugabilidad más pulida, ni tan siquiera los gráficos más punteros para un juego en 2D. Pero la realidad es que eso casi no importa, porque 'Headlander' te absorbe desde el primer momento, y más todavía si eres fan de todo lo que rodea la ciencia ficción de los años 70.
Sin duda alguna estamos ante uno de esos juegos que hay que probar. De estos títulos que esperamos que algún día lleguen por ejemplo a Ps Plus, para que muchos jugadores puedan disfrutar de él. Double Fine ha vuelto a conseguir un producto diferente y fresco, un juego perfecto para el verano, donde lo que premia es la diversión y perder la cabeza riendo.
Lo mejor:
-Sin duda la combinación entre lo retro y la ciencia ficción. -El provecho que se le ha sacado a un concepto tan pequeño como una cabeza. -Mucho humor que acompaña a la perfección la ambientación de los años 70.
Lo peor:
-Los tiroteos son algo esquemáticos y pueden llegar a aburrir. El planteamiento general es muy parecido durante todo el juego. -Que no esté en español, ya que hubiera ganado mucho poder escuchar las bromas en nuestro idioma.