Los juegos de cartas, desde siempre, han sido susceptibles de ver una versión virtual también en consolas o en ordenadores. ¿Quién no se ha echado una partida al solitario en su PC hace años? Ahora, evidentemente, hay más propuestas basadas en títulos de cartas más complejos, pero ¿y por qué no crear un juego de cartas exclusivamente para jugar de forma virtual? 'Hand of Fate' nace de esa premisa.
Y también de otras, como la de basar el juego en la toma de decisiones que recuerdan, y mucho, a algunos juegos de mesa o libros de Elige tu propia aventura basados en el universo de Dragones y Mazmorras (o al menos de los que yo recuerde de cuando era pequeño), en el que utilizando cartas de armamento, enemigos y situaciones, junto a dados u otro tipo de artilugios, deberíamos ir superando una historia que también podría recordar en algunos aspectos a los videojuegos en su concepto tradicional.
Pero centrándonos ya en 'Hand of Fate', debéis saber que este juego es a vida o muerte. Así de sencillo. Si perdemos, moriremos. Y nuestro rival es, ni más ni menos, el artífice y creador del juego. ¿Suena bien, verdad? Ese será el marco en el que el videojuego nos emplace nada más comenzar, y que servirá de excusa para engancharnos poco a poco hasta que consiga acabar con todo nuestro tiempo libre. Porque creedme, si os consigue enganchar y gustar, vais a tener juego para rato.
Tu propia aventura
Obviamente lo bueno del juego es que a pesar de crear ese contexto en el que ambientar al propio título, en realidad la historia será la que nosotros mismos vayamos construyendo cuando echemos una partida. El puro azar dispondrá una serie de cartas en el tablero que hará que cada partida sea distinta a la anterior, y tendremos que adaptarnos a cada partida y a cada situación que se nos presente.
El número de cartas será muy numeroso, y cuanto más juguemos más posibilidades habrá de desbloquear muchas más, por lo que crearemos un círculo vicioso bastante interesante. De hecho, más motivante que el propio modo historia donde tendremos que enfrentarnos en varias partidas a distintos jefes finales, será el llamado Modo Infinito. En este modo, sin final alguno (sólo la muerte lo será), todas las cartas que hayas descubierto hasta el momento podrán estar incluidas en la partida, por lo que la sensación de no saber qué habrá en el siguiente paso a dar estará todavía más presente.
Porque 'Hand of Fate' no es un juego de cartas al uso. En él encarnaremos a un guerrero que tendrá que vérselas no sólo con las distintas situaciones que puedan crear las cartas que nos encontremos durante nuestro camino, sino que tendremos que estar pendiente de nuestras provisiones de comida, de nuestro equipamiento para poder defendernos de distintos peligros, de nuestro oro, de nuestra vida...
Conceptos que favorecen al conjunto
Todos los conceptos del título están muy estudiados para que cada partida cree un arco narrativo muy diferente, y si por ejemplo en una partida nos encontramos de repente con mucho oro (por los motivos que sean) puede que nuestro problema se trate más bien de que no hemos sido capaces de encontrar alguna tienda con la que comprar comida y moriremos de inanición. O alguna maldición (que las habrá) trastocará todos nuestros planes en un momento y hará que fracasemos estrepitosamente a pesar de haber amasado una gran cantidad de recursos.
Ese es el gran golpe de efecto de 'Hand of Fate', y que sin duda engancha: el factor sorpresa. Aunque evidentemente el título siempre se juega de la misma manera, e incluso las cartas más habituales siempre serán la mismas, la absoluta aleatoriedad de éstas, y los muchos cambios que pueden provocar hacen que realmente nos sintamos dentro de una épica aventura cada vez que iniciamos el juego.
Pero no todo se desarrollará dentro del tablero de juego con las cartas, sino que habrá momentos en que la acción pase a un primer plano jugable, y tendremos que enfrentarnos a nuestros enemigos o a distintas situaciones controlando a nuestro personaje de forma directa.
Pasemos a la acción
De esta manera, los combates se desarrollarán de una forma similar a lo visto en títulos como 'Batman Arkham' o el más reciente 'La Tierra Media: Sombras de Mordor' (salvando las distancias) y contaremos con un botón para atacar, otro para contraatacar (cuando el indicador nos lo avise y sólo si disponemos de un escudo) y otro para rodar. También podremos realizar ataques especiales o utilizar distintas habilidades, pero sólo si tenemos el equipamiento adecuado o si hemos conseguido esa carta durante la partida.
Los combates cada vez se harán más difíciles, con enemigos que se hacen cada vez más fuertes y que además aumentan su número, por lo que es indispensable conseguir no sólo sobrevivir durante la partida, sino también mejorar a nuestro personaje con nuevas cartas de equipamiento o armas, o la muerte será nuestro destino en cuanto tengamos que enfrentarnos a algún peligro.
Pero no sólo tendremos que librar combates en esta faceta del juego más directa, sino que también nos podremos encontrar con los llamados Laberintos de trampas, donde tendremos que demostrar nuestra habilidad en escenarios muy bien diseñados (y muy divertidos para mi gusto), o más sorpresas como el Laberinto del Minotauro, que ya podéis imaginar de lo que puede tratarse.
La aleatoriedad por bandera
Y eso es lo bueno del juego, y vuelvo a repetir: aunque las mecánicas siempre sean las mismas e incluso aunque las cartas que veamos en una partida sean las más "típicas" siempre habrá algún factor que hará que nos tengamos que enfrentar a cada situación de distinta manera. No es lo mismo enfrentarnos a un grupo de cazadores con la mitad de la vida y con un hacha cutre que con un equipamiento mortífero, al igual que no será lo mismo decidir adentrarnos en una cueva misteriosa si estamos sobrados de recursos o si estamos pasándolo muy mal.
Las decisiones también serán importantes, y prácticamente en todas las situaciones en las que nos encontremos podremos elegir cómo afrontarlas, aunque generalmente también deberemos pasar por otra prueba en la que se repartirán distintas cartas de "Éxito" o "Fracaso", y con un rápido movimiento se mezclarán boca abajo, y harán que tengamos que seleccionar una para comprobar si nuestro movimiento saldrá bien o mal.
Volviendo al principio del texto y trayendo de nuevo aquellos antiguos juegos de Dragones y Mazmorras, es algo similar a lo que ocurría cuando éstos nos decían: tira el dado, si sale más de tal número tendrás éxito, y si sale menos fracasarás. En este caso se utilizan las cartas pero la meta sigue siendo la misma: si nuestra decisión es sencilla de realizar habrá más cartas de éxito que de fracaso, y viceversa en caso de que sea algo más complicado de realizar. Esto vuelve a significar que no sólo tendremos que enfrentarnos a una misma situación de distinta manera dependiendo de nuestro estado actual, sino que dentro de esa misma carta también habrá varias posibles soluciones y destinos.
Como veis, todo en 'Hand of Fate' ha sido diseñado para que cada partida ofrezca algo distinto, a pesar de que nos podamos encontrar con las mismas cartas (que también sería extraño) y todo está lleno de variables y aleatoriedad junto a nuestra propia habilidad para resolver los distintos peligros a los que nos enfrentemos. Absolutamente recomendable si te atrae su propuesta, y un peligro en caso de que te guste, ya que te enganchará sin remedio. ¿Te atreves a echar una partida a vida o muerte contra el propio destino?