El 25 de Enero 2019 | 13:00
Más vale tarde que nunca, dicen. Estoy absolutamente de acuerdo. Sobre todo con casos tan importantes como el que nos ocupa hoy. Porque a pesar de que 'Guacamelee! 2' ya lleva unos meses deleitando a los usuarios de PS4, Nintendo Switch y PC, los jugadores de Xbox One aún no habían tenido la oportunidad de conocer qué había sido de Juan, el estrafalario pero carismático protagonista de aquel título de DrinkBox Studios que nos cautivó a todos hace unos años. Y, por otra parte, nosotros aún no habíamos realizado ningún análisis del que, sin duda, fue uno de los grandes títulos independientes del pasado 2018. Blanco y en botella...
Desde el 18 de enero
Así pues, 'Guacamelee! 2' ya se encuentra disponible en la Xbox Store desde el pasado 18 de enero de 2019. Y a pesar de que el título llega sin ninguna novedad con respecto a las versiones que ya hemos visto a finales de 2018, la verdad es que sigue tratándose de un título espectacular. Una secuela que no solo se siente muy parecida al título original (excelente referencia para una recomendación directa), sino que mejora en absolutamente todos los apartados posibles. Juan aparenta no ser el que era y se ha retirado. Pero, en realidad, está deseando que llegue la acción para volver a ponerse la máscara. Y esta vez, no tendrá una tarea sencilla entre manos: nada más y nada menos que salvar a todo el "Mexiverso". Sí, amigos, el humor de 'Guacamelee! 2' vuelve a ser la pera. Aliñada con un poco de chile picante, como no.
El caso es que nuestro héroe deberá abandonar esa vida tranquila que ahora tiene junto a su esposa y sus dos hijos. Por lo que parece, en otra línea temporal, Juan no consiguió derrotar a Calaca y murió. Y, de manera extraña y perturbadora, el héroe que lo logró ahí está ahora causando estragos entre las diferentes líneas temporales. Según las cabras... digo los ancestros del juego (si jugasteis al original ya sabréis de qué va eso), el poder de su máscara lo está consumiendo y podría acabar con todo el Mexiverso. Ya han caído tres o cuatro Juanes pero... ¿por qué no sacar del retiro al único que llegó a triunfar?
Un humor muy profundo
El argumento del juego no solo sirve como pretexto de cara a lo que nos espera, sino que también es el primer punto de partida para una secuela que sigue en la línea de ese humor absurdo (a veces hasta negro) que tenía el original. Sin embargo, en 'Guacamelee! 2' todo es más profundo. No solo encontraremos guiños a la cultura popular del videojuego de manera más constante e imaginativa, sino que prácticamente todos los diálogos son capaces de encontrar un equilibrio perfecto entre la broma y la seriedad de los acontecimientos. Además, en esta ocasión el argumento tiene mucha más presencia en el desarrollo que en el juego original, lo que se agradece para dar algo más de variedad.
Contar tan solo uno de esos guiños excepcionales no podría considerarse realmente un spoiler a estas alturas, pero entendemos que son tan extremadamente buenos e incluso contextualizados dentro del juego, que sería una pena estropearle la sorpresa a los jugadores de Xbox One que han estado esperando el lanzamiento en su consola preferida. Lo que sí podemos asegurar es que no hará falta avanzar mucho en la partida para darnos cuenta de que todo lo explicado en el párrafo anterior será una constante de principio a fin. Exactamente lo mismo que el resto de características y virtudes que hicieron grande el juego original.
Más y mejor
Parecerá muy tópico teniendo en cuenta que tanto la prensa como gran parte de los jugadores que ya han disfrutado del título lo han destacado como su mayor virtud, pero es que resulta tan evidente, que es imposible pasarlo por alto. Nos referimos al hecho de que 'Guacamelee! 2' se acoge a la máxima de "más y mejor" de manera flagrante. De hecho, incluso aunque no hay prácticamente elementos nuevos en la aventura, no se siente como tal en ningún momento. Todo gracias a la forma tan coherente, progresiva, variada y original que tiene el juego de ir presentando cada nueva habilidad de nuestro protagonista.
Todo eso provoca que, aunque sabemos perfectamente que el planchazo de Juan destruye los bloques verdes, que acabaremos usando una habilidad para pasar del mundo de los vivos al mundo de los muertos, o que convertirnos en pollo nos permitirá acceder por agujeros imposibles con nuestra forma humana, el título logra provocarte la sensación de novedad durante el transcurso del desarrollo. Sin embargo, también sería injusto decir que 'Guacamelee! 2' sorprende. Es más; incluso podríamos decir que lo único que le impide volar más alto es, precisamente, el factor sorpresa. Se ha perdido, aunque eso no implica necesariamente algo negativo. No únicamente, al menos.
Dame más
Muchas veces se dice aquello de "¿para qué cambiar algo cuando funciona?". Y aunque a veces arriesgar da sus frutos, 'Guacamelee! 2' se siente cómodo ofreciendo el mismo desarrollo de siempre, el cual en realidad no ha perdido frescura. Algo que se consigue, esencialmente, gracias no solo a las piezas que forman parte del rompecabezas, sino también a la forma de encajarlas. En realidad seguimos teniendo un metroidvania de estilo clásico delante. Pero nuevamente se trata de uno que es capaz de mezclar de manera homogénea las plataformas, la acción y la exploración.
Para ser más concretos, ahí donde otro necesita recurrir a formas poco ortodoxas de realizar el backtraking, 'Guacamelee! 2' lo resuelve con elegancia. Ahí donde otro juego necesita crear una parte del desarrollo enfocado a un género, 'Guacamelee! 2' es capaz de mezclar en una sola pantalla todos los géneros gracias a un diseño increíble y a la par sencillo. De todas formas, si el ritmo ya era trepidante en el título original, en esta secuela lo es mucho más. A la mayor importancia del argumento, o el humor constante, hay que añadirle también un mundo más variado y unos objetivos más claros. De algún modo, la mayor virtud de este juego es el hecho de que consigue una duración similar a la del juego original, sin necesidad de repetir en demasía ningún escenario. Lo que decidas explorar después, ya es cosa tuya.
Novedades importantes
De todas formas, más allá de ofrecer un ritmo más trepidante, un mundo más coherente y colorido o un argumento más profundo, donde realmente brilla 'Guacamelee! 2' con respecto al original es en la profundidad que han ganado los momentos en los que nos convertimos en pollo. Anteriormente no dejaban de ser un elemento más del backtracking y de la exploración. Ahora, se trata de tramos que dotan de mucha más variedad el conjunto. No solo porque el Juan pollo (qué mal suena eso) disfruta de sus propias habilidades, sino porque estas han sido diseñadas para ofrecer nuevos desafíos jugables. Y, nuevamente, se mezcla de manera perfecta el combate (con ese estilo melee tan chulo de la saga) con las plataformas.
Y hablando del sistema de combate, más allá de que ahora el pollo también es capaz de defenderse con soltura, también podemos asegurar que el nuevo sistema de progresión de habilidades es mucho más profundo y divertido. Seguimos ganando dinero con el que mejorar nuestros dotes de lucha, pero ahora las habilidades no solo son más numerosas, sino que se tienen que ir desbloqueando en una especie de árbol en el que existen diferentes entrenadores (personajes del juego que vamos encontrando) y varias ramas. Añadidle a todo esto un mayor tipo de enemigos, cooperativo para hasta cuatro jugadores (un poco caótico, eso sí) y un montón de secretos para descubrir, y el resultado es un juego que da mucho entretenimiento por muy poco dinero.
El Mexiverso mola
A nivel técnico también se trata de una secuela con todas las de la ley. Se nota que Drinkbox ha mejorado con el paso del tiempo. Ya no tanto por su gusto a nivel artístico, que estaba fuera de dudas desde la entrega original. También por la forma en la que han conseguido trasladar un mundo mucho más vivo, creíble y variado. Sin ir más lejos, los templos temáticos de esta entrega son un auténtico derroche de originalidad. Y no solo en lo visual, sino también en lo jugable, donde encontramos mecánicas únicas de cada uno de ellos. De todas formas, en comparación con el primero también nos encontramos con una definición mucho mayor, un colorido excepcional y una variedad de enemigos más marcada. Nuevamente se cumple la máxima de "más y mejor".
Por su parte, la banda sonora vuelve a estar dotada de esos temas tan chulos y que se encuentran a caballo entre el folclore mejicano y la música electrónica. No todos los temas han sido tocados por la misma varita mágica, eso está claro. E incluso podríamos decir que alguno está poco inspirado en comparación con otros. Sin embargo, sí resultan muy originales todos ellos a la par que ambientan de manera perfecta todo el desarrollo. Nuevamente, las "voces" (por decirlo de alguna manera) y los efectos se vuelven a llevar la palma. De hecho, la mejor forma de describirlos es asegurando que, sin ellos, gran parte de la esencia de la saga se perdería. Siempre entre surrealistas y serios, como la propia historia del juego.
Un indie generoso
Hay dos formas de entender la durabilidad de este título. Por un lado comparándolo con otros juegos —o directamente con el original—, y por otro fijándonos en la relación entre calidad y precio. Y no me parece que en ninguna de las dos salga perdiendo. Sobre todo si nos fijamos única y exclusivamente en títulos independientes, donde la media suele estar muy por debajo de las 10 horas que nos ofrece el desarrollo principal de 'Guacamelee! 2'. Es verdad que tener que pagar los DLC aparte es una pena, sobre todo ahora que la versión de Xbox One llega más tarde que las demás. Pero no menos cierto resulta el hecho de que esta secuela tiene una duración perfecta para lo que nos ofrece la aventura. Es decir, que es complicado sentir que se ha estirado el desarrollo, algo de lo que sí pecaba un poco el original. En definitiva, hasta el último suspiro estarás viendo nuevas mecánicas y siempre de la mano de un ritmo imparable. Por no hablar de la posibilidad de explorar el 100% del mapeado o el nuevo modo de dificultad que se desbloquea al terminar.
En conclusión, 'Guacamelee! 2' sigue siendo uno de los mejores títulos independientes del pasado 2018. Igual que será una de las mayores aventuras de ese tipo que saborearán los usuarios de Xbox One este 2019. Es tan original, variado, carismático, excéntrico y humorístico como el primero. Pero también es más coherente, trepidante, profundo, épico y adictivo. En gran parte gracias al perfeccionamiento de las mecánicas que ya conocíamos, pero en combinación con un diseño de niveles más inspirado. Amén de los jefes finales de esta secuela, que a pesar de ser poco habituales, son de lo más divertido que has tenido el placer de disfrutar en mucho tiempo. Imposible soltar el mando cuando lo has empezado. Tendrás que terminarlo sin remedio. Que tiemble Marvel, porque el Mexiverso ha llegado para quedarse. Y sí, se me pasará la tontería en cuando deje de jugarlo...
Lo mejor:
- Todo lo que hizo grande al primero, está ahí.
- Y todo aquello que el primero no hizo tan bien, ha sido mejorado.
- Mucho más colorido y bonito a nivel técnico.
- El nuevo sistema de progresión de habilidades. Más profundo y divertido.
- Las secciones de pollo han mejorado hasta límites insospechados.
- El ritmo es trepidante y más cohesionado que en el original.
- Los guiños a la cultura popular de la industria y su humor descarado.
Lo peor:
- No hay ninguna novedad con respecto a las versiones vistas en PS4, PC y Nintendo Switch.
- Los jefes son muy buenos, pero demasiado escasos.
- Es demasiado continuísta.
- Justamente por eso, ha perdido su capacidad para sorprender.
- Tener que pagar DLC para disfrutar de ciertos personajes.