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Análisis 'Grand Kingdom' PS4 y PS Vita

MIELES DEL BUEN PALADAR

Análisis 'Grand Kingdom' PS4 y PS Vita

Por Juan José C. 'chibisake'

El 24 de Junio 2016 | 20:58

'Grand Kingdom' es una joya oculta del SRPG que llegaba recientemente a las plataformas PlayStation 4 y PS Vita.

La fantasía medieval es un recurso habitual en los juegos tácticos y de rol. Unas aventuras cuentan con una estética más colorida y acorde a las tendencias pop, mientras que otras tocan esa parte inherente al ser humano como es la oscuridad. Quienes disfrutamos de esta corriente, por llamarla de algún modo, no podemos quejarnos pues, más allá del mainstream y sobresaliente 'Dark Souls', tenemos una incontable cantidad de juegos de nicho que, si bien tan solo nos llegan en inglés, cuentan en muchas ocasiones con gran potencial. Por suerte, PlayStation 4 y PS Vita están bien nutridas de este tipo de productos, y el aquí presente 'Grand Kingdom' viene, no solo a defender que la fantasía medieval siga presente en la industria, sino que también demuestra que hay joyas que saben brillar por sí mismas, sin campañas de marketing agresivas de por medio.

'Grand Kingdom' es un juego de rol táctico, también conocido como SRPG, bastante personal. Recientemente escribí unas extensas impresiones acerca de la beta, cuya lectura recomiendo, y ya entonces dejé sobre la mesa que ha sido una gran sorpresa al contar con una manufactura sobresaliente en varios apartados.

Mercenarios a sueldo del mejor postor

Grand Kingdom combates

Lo primero que nos persuade con dulzura nada más insertar el juego en su ranura correspondiente es el apartado visual, que sigue la línea de Vanillaware por ofrecer sprites, modelos y fondos dibujados a mano gracias al arte de la artista Chizu Hashii, quien aporta al juego una estética juvenil y pop sin terminar de soltar la mano a la ambientación clásica de la fantasía medieval. Y tras una escena de apertura que se acompaña de la magistral composición musical de Mitsuhiro Kaneda llega la hora de pasar a la acción.

'Grand Kingdom' no es un SRPG al uso, aporta al género nuevas experiencias y sensaciones que hacen que merezca la pena, como poco, catarlo. Pese a que su contenido puede intimidar en un principio, este nos va llevando de la mano para que aprendamos a dominar todas y cada una de las opciones posibles durante y antes de la batalla.

La historia del juego nos lleva a unas tierras disputadas por cuatro grandes potencias, una premisa de la cual se nutren la mayoría de JRPGs y SRPGs, sin embargo la perspectiva no es tan cliché, pues no formaremos parte de la milicia ni la aristocracia de estos reinos, sino que somos el líder de una organización de mercenarios que se prestan al mejor postor. No quiero decir que el hecho de presenciar una historia de fantasía medieval desde el prisma de los mercenarios sea original, porque existen otros juegos que aprovechan este recurso, pero sí es cierto que no es muy común verlo: normalmente o somos un joven adolescente de un pequeño pueblo o miembro destacable de la aristocracia de un reino en crisis.

En todo momento la historia se nos muestra desde una perspectiva en primera persona. Aliados, subordinados y otros NPCs y personajes se dirigirán hacia nosotros mirando hacia la pantalla, sin avatar que sirva de canal para transmitir la información y, por tanto, rompiendo la cuarta pared. Sin embargo, tal y como comenté en mis impresiones, considero un fallo muy importante que nuestra implicación en la batalla tan solo sea la de un estratega, careciendo de avatar propio y, por tanto, no siendo posible alzar armas por nuestra propia cuenta. Eso sí, manejaremos con total libertad a los personajes bajo nuestro mando, pero esto hace que la experiencia narrativa en primera persona sea prescindible, pareciendo más un capricho de sus desarrolladores que una herramienta que facilite nuestra inmersión en el juego.

Combinando todas las variantes del rol

Grand Kingdom PS Vita

Los combates combinan los turnos, la estrategia y la acción en tiempo real, un cóctel de mecánicas realmente interesante que se ve precedido por la necesidad de establecer una estrategia que consiste en llevar objetos de apoyo al campo de guerra y establecer qué unidades conformarán cada brigada. Puede que para los recién iniciados el acomodamiento al sistema suponga tener que subir un pequeño escalón, pero quienes estén acostumbrados a todas las variantes del rol japonés – turnos, acción y estrategia – podrán disfrutar plenamente de esta macedonia conformada con las mejores frutas del huerto.

Entre las clases disponibles para la alianza se encuentran magos, guerreros, domadores de dragones, valquirias y otras tantas opciones que conforman un generoso abanico que aportan distintas formas de jugar, entretenerse y, también, distintas formas de elaborar estrategias. De hecho, cada unidad puede ser personalizada en cuanto a estética - apariencia, paleta de colores, voz - y en atributos conforme se va subiendo de nivel.

Inicialmente comenzaremos el juego con cuatro unidades iniciales, el máximo permitido para cada tropa, aunque más tarde, con los ingresos de las escaramuzas libradas, podremos ir formando otras con nuevos reclutas. En cada batalla, tanto tropas propias como enemigas se reparten en los extremos de un mapa de combate que se divide en tres planos horizontales. Cada unidad consumirá la barra de movimiento a la hora de desplazarse y cambiar de plano, y luego dispondrá de una segunda barra dedicada a la acción, ya se trate de atacar, lanzar hechizos, poner trampas o sanar a aliados. Además de la estrategia necesaria para, por ejemplo, avanzar lo suficiente y establecer estrategias defensivas para que el enemigo se acerque a los arqueros y los inutilice, también habrá que procurar evitar tener a un miembro de la tropa en la zona de fuego, puesto que existe el fuego amigo y un ataque mal dado a un compañero puede acabar por cambiar el rumbo del combate y volcarlo en nuestra contra.

De cara a las mecánicas de acción en tiempo real, la ya citada barra de acción juega un papel importante, puesto que deberemos ir presionando en cada momento el botón de ataque para impactar sobre el enemigo y no acabar fallando la ofensiva lanzada. Esto permite el acceso de un sistema de combos realmente interesante.

La recreación de un juego de tablero

Grand Kingdom mapas

Pero antes de librar cada combate hemos de desplazarnos y explorar el mapa donde se está librando la guerra. El mapa se muestra a modo de tablero que vendría a ser, definiéndolo vagamente, como una mezcla del ajedrez y el Risk. Hay varias casillas repartidas por el mapa y, cada vez que hacemos que el peón avance o retroceda, cedemos automáticamente el turno al enemigo en una sucesión constante de acciones aliadas y enemigas. A lo largo de estos mapas, además de figuras hostiles con los que entrar directos al combate, podemos también toparnos con atajos, secretos, trampas, cofres con tesoros y cambios ambientales - como tormentas - que pueden afectar a la salud de la tropa.

Dicho mapa supone un paso intermedio que no solemos ver en los SRPG, donde tenemos nuestra base de operaciones y se pasa directamente al combate, pero el equipo de Monochrome no se ha limitado a ofrecer algo accesorio que termine por convertirse en algo molesto, todo lo contrario. Este apartado está tan cuidado que se agradece su implementación, pues aporta un enfoque distinto y añade diversión extra. Además, que todo esto se plantee como si fuera un juego de tablero, o incluso un mapa como los que los estrategas utilizaban a la hora de planificar las ofensivas militares, logra hacer que el juego luzca mucho mejor y se demuestre un empeño por cuidar hasta los más pequeños detalles.

Pero el objetivo de estos mapas no es siempre luchar, y luchar, y luchar aún más. Existe una variedad de misiones que aportan dinamismo al juego offline y que, por otra parte, son de obligada implementación si no se quiere ofrecer un producto que canse rápido. Algunas misiones te solicitarán ir a un punto concreto, algo que sería sencillo de no ser porque cuentas con un número de movimientos limitados, otras pedirán recolectar materiales. En ocasiones las misiones pueden ser exigentes y acabar resultando fallidas si no se está acostumbrado a elaborar estrategias y disfrutar de su planificación, pero al menos en aquellos casos en los que nuestra tropa falle se mantendrán los putnos de experiencia. Una vez llegado a un punto concreto del juego se podrán explorar los mapas sin límite de tiempo para poder subir de nivel y recolectar materiales.

El online como postre final

Grand Kingdom reina

Como podéis comprobar, el juego está cuidado y repleto de detalles que enriquecen sin llegar a complicar la experiencia de juego, y es una de las razones por las que no puedo sino alabar y tener en gran estima a este proyecto, que ha pasado a formar parte de uno de mis imprescindibles para PlayStation 4. Pero es que, pese a todo lo comentado, hay más.

Si leísteis mis impresiones sabréis que hablo del modo online, que aporta todavía más contenido exclusivo al juego. En este modo nos aliaremos durante un número determinado de campañas con aquel reino que más nos plazca, pudiendo ser fieles a uno de ellos o ir picando de flor en flor. Este modo nos permitirá obtener puntos adicionales, una puntuación online y distintas ventajas y mejoras de armas y habilidades. Los grimorios permitirán que las unidades aprendan habilidades impropias de su clase, y con esto la lista de opciones posible en este modo se me queda pequeña, siendo destacable nuestra participación en la vida política de aquellos reinos con los que mantengamos contratos mediante la votación democrática de decisiones que afectarán incluso a las campañas bélicas del reino.

La hora del veredicto

No, 'Grand Kingdom' no es el típico SRPG de turno, merece la pena ser elevado por encima de la mayoría hasta que sea capaz de mirar cara a cara a otros grandes como la franquicia 'Disgaea'. Chizu Hashii logra plasmar un colorido y detallado mundo de fantasía medieval con la maestría de una artesana a la vez que uno se deleita con una delicada y maravillosa banda sonora. Pero el envoltorio cuenta en su interior con un delicioso caramelo repleto de contenido y opcioones que aseguran decenas de horas de juego. Como viene siendo costumbre en NIS America, la compañía ha tenido además el detalle de traer la versión para PS Vita en formato físico, y la portabilidad le sienta muy bien a este juego, pues te ahorrarás decenas de horas contemplando el reverso del bote de champú cuando toque el momento de reflexionar en el baño. Puede que quizás los recién llegados al género táctico se vean asaltados con una inmensa cantidad de opciones, pero no desistáis, una vez dominadas tendréis uno de los mejores juegos japoneses que han llegado hasta la fecha en PlayStation 4 y PS Vita.

9,0

Lo mejor:

- Un juego repleto de muchas opciones de cara a la elaboración de estrategias, personalización y combates en los modos online y offline.

- La idea de presentar los mapas como tableros de juego ha sido desarrollada de manera excelente.

- Excelente aporte artístico el de Chizu Hashii y exquisita banda sonora de Mitsuhiro Kaneda.

- Variedad de clases.

- Una satisfactoria combinación de turnos, estrategia y acción en tiempo real.

Lo peor:

- Que el desarrollo de la historia se presente en primera persona no aporta nada al jugador ni facilita la inmersión.

- Tantas ideas pueda suponer un pequeño handicap para los recién llegados al género.

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