El 15 de Octubre 2014 | 16:55
Como cada año volvemos a este punto de encuentro para sacarle las tripas, el jugo, las bellezas y las impurezas a la nueva entrega de la saga que viene reinando los simuladores de fútbol, 'FIFA 15'. Nos encontramos ante un juego que apuesta por elevar lo que es el universo del fútbol a su máximo exponente, recreando el ambiente hasta detalles nunca vistos hasta ahora, y en las próximas líneas expondremos las virtudes y defectos de este nuevo intento de crear el juego de fútbol perfecto.
Un paso al frente en diagonal
El gran equipo de desarrollo que tiene a la espaldas EA Sports le has llevado tras horas de trabajo a las innovaciones que introduce este 'FIFA 15' y la corrección de errores que venía arrastrando de otras entregas. El juego incluye cambios notables en el discurrir de los partidos, la puesta en escena y no descansan en su intento de refinar el título. Para empezar diremos que el ambiente de lo que es un partido de fútbol se ha recreado mucho mejor, introduciendo por ejemplo los estadios reales de la Premier League inglesa, con toda la parafernalia que nos presentan antes de cada partido, con vista aérea del estadio, las gradas, cánticos y mosaicos de los aficionados. Esto se agradece enormemente pero echamos en falta que este volcado no se haya hecho sobre algún estadio español, aunque esto es más tema de licencias que otra cosa.
Decimos que es un paso al frente pero en diagonal, porque a la hora de ponernos a jugar vemos que todo se sustenta sobre la base de juego que ya teníamos pero se desvía un poco de la continuidad que venía trayendo los dos últimos años. Ésto lo notamos rápidamente cuando echa a rodar el balón, y es que la velocidad de juego se ha incrementado, que por un lado hace los encuentros más dinámicos, vivos y frenéticos, pero bajo mi punto de vista se les ha ido un poco la mano a la hora de darle a la polea del ritmo de partido, y es que el producto final en su valoración global es tan frenético que se desvía de la simulación para acercarse más a un juego arcade de fútbol, guardando similitudes con lo que no ha gustado en los últimos años a los jugadores de 'Pro Evolution Soccer'.
Hemos perdido esa pausabilidad que podemos observar en un partido real de fútbol, ya que los jugadores veloces causan verdaderos estragos en las indefensas defensas -valga la redundancia-, con giros e internadas fáciles para el atacante y demasiado complicadas de frenar para el que defiende. Se permite también, o el juego hace posible, demasiados pases al primer toque, que para los que hemos practicado este deporte sabemos que esto es posible pero la calidad de los jugadores debe de ser muy alta para mantener una posesión que se alterna en muchos pases. Esto aleja al juego de la realidad del fútbol, que un club como el FC Barcelona puede hacerlo gracias a genios del toque como Xavi, Iniesta, Messi, Neymar o Pedro, gente que se ha amoldado a ese estilo de tiki-taka pero que la mayoría de equipos les resulta imposible llevar a cabo ese ritmo. Bien, pues en 'FIFA 15' demasiados equipos pueden hacerlo, y eso no es creíble. Por lo tanto llegamos a la conclusión que el título ha querido innovar pero se ha pasado de rosca en algunos aspectos citados anteriormente.
¡Comienza el partido!
Vamos a hablar de lo que es el gameplay de 'FIFA 15', que al final es lo que importa. El juego se centra en mantener lo bueno que teníamos y en introducir algunas innovaciones que mejoren lo visto. Se podría decir que EA Sports va un paso más allá pero se guardan algunas ases bajo la manga, porque el avance es notable pero no han querido ofrecer todo lo que han podido, ya sea porque la nueva generación acaba de empezar o por perspectivas de mercado de cara a entregas en los años venideros. Por tanto estamos ante un refinamiento de lo que hemos visto pero no llega a ser el juego de fútbol definitivo final que todos esperamos.
Se han corregido algunos errores que lastraban al juego, como el tiro cruzado del año pasado, que era demasiado efectivo y solíamos marcar demasiados goles con una facilidad a veces asombrosa. Este año no es tan eficaz y esto se agradece. El balanceo llega también con el pase alto (L1 + triángulo/Y), que ahora es útil pero no es tan abusivo como en 'FIFA 14' -y ya no hablemos de anteriores...-. Lo mismo pasa con los remates de cabeza, que el año pasado era extremadamente sencillo anotar goles de esta manera y ahora los jugadores no se reencarnan en Zamorano en cada jugada. Los tiros con calidad también se han equilibrado y ahora no son tan teledirigidos como veníamos experimentando.
Otra cosa a reseñar que es de agradable acogida es que por fin si en un balón dividido llega antes el jugador que no controlamos, este hace un despeje automático o un remate. Había veces que el pase iba dirigido hacía el delantero pero al final el mediapunta se cruzaba y quizás venía mejor que ese rematase, pero no daba tiempo a cambiar a hacerlo. Ahora el juego nos echa un cable con ésto, tanto en ataque como en defensa, si el central de turno que no controlamos está mejor posicionado para despejar el balón lo hará por inercia, algo que se agradece, ya que en el fútbol real no actúa un jugador solamente a la vez.
En cuanto al ritmo de partido, que ya hemos adelantado antes, me parece demasiado rápido. Los partidos es muy difícil apagarlos, controlarlos y jugarlos tranquilos. Todo parece que va subido en una moto y hay que estar siempre pendiente porque en cualquier balón perdido te montan una contra en tres pases y acaba en gol. Los jugadores corren demasiado, y la diferencia de velocidad entre unos y otros hace demasiada mella en el partido. Es cierto que hay jugadores que usan esta habilidad innata para zafarse de otros rivales pero también existen los que tienen la habilidad de tapar los huecos y de los que sólo corriendo no puedes irte. Pues eso en 'FIFA 15' no pasa así, ya que con un poco de habilidad a los mandos podemos hacer del brasileño Falcão y regatear y dejar tirados a una hilera de defensores a nuestro paso, hasta plantarnos delante del portero con cierta facilidad.
La jugada típica este año en el online es sacar de centro y empezar a correr hacia delante. El típico chetero lo hace siempre, y lo peor es que en bastantes ocasiones consigue el gol, y en en la realidad ésto es bastante improbable. Por lo que lo consideramos como un fallo que, una vez más, la gente aprovecha. Da rabia currarte un partido y conseguir un bonito gol para que al saque de centro el otro te haga un gol con un velociraptor sin que puedas hacer prácticamente nada. Como novedad ahora los cambios de ritmo sí son útiles, pero quizás demasiado. Tocando el stick derecho en carrera conseguimos darla en largo en la misma dirección o cambiando el rumbo, causando un descontrol en las defensas increíble. Es cierto que está muy guapo verlo, y que en fútbol ésto se da, pero vuelvo a repetir que esta habilidad la poseen los mejores jugadores del planeta y en 'FIFA 15' cualquier jugador de segunda división puede hacerle un roto a defensas top, cosa que sabemos que no es lo normal que pase. Y en alguna ocasión que te salga una jugada de estas pues estaría bien, pero el tema es que puedes usar esto cuando quieras.
También observamos que los jugadores ahora hacen regates de loseta muy fácilmente, y es que muchos jugadores disfrutan de esta cualidad o posibilidad de superar al contrario. Por tanto vemos que si eres el atacante estas en ventaja respecto al que defiende, y hay que ser más bueno defendiendo que atacando, porque es más difícil, y seguramente los mejores jugadores sean los que consiguen que nos les entren hasta la cocina, ya que las posibilidades de frenar al que ataca están por debajo que las que tiene el ofensivo de conseguir marcar. También habrá el que sea un loco del regate y en este juego amargará a más de uno, porque será prácticamente imposible robarle la bola -Marius Hjerpseth, te espero con ansias-. En conclusión, tiene más peso en la balanza de a qué lado se decantará un partido el poseer a un jugador muy rápido que se irá de todo el que quiere y más con un poco de espacio, y aquí incluimos a los porteros, que este año es más fácil librarnos de ellos en un uno contra uno.
De cara a puerta también hay incongruencias notables, y en este apartado es donde más me ha recordado a 'PES'. Parece ser que cómo es tan fácil plantarte delante del portero, han bajado el índice de acierto de cara al gol. Y es que vemos definiciones realmente penosas a escasos metros de la portería, y volvemos a remarcar que ésto en la realidad no siempre es así. Son muy altos los números de ocasiones falladas que contamos como claras, y demasiadas veces te echas las manos a la cabeza y te dices "¿cómo es posible que haya fallado eso?". Este año hay que ajustar más los disparos con el stick izquierdo, es más sensible y por lo tanto más difícil, dándole un toque semi-automático a la hora de chutar. Los disparos al primer toque se suelen ir arriba muchas veces, y es que hay veces que una volea de un rechace a puerta vacía la manda al tercer anfiteatro del estadio, y esto llega a desquiciar. También se notan el incremento de palos y largueros que tocamos en los partidos, haciéndome pensar que se ha hecho queriendo para balancear las numerosas llegadas al área.
Y para terminar os dejaré uno de los nuevos detalles que más me ha gustado, y es que podemos personalizar la forma en la que jugará el jugador, y nos referimos en que ahora tenemos actuaciones extras que podemos otorgarle a nuestros futbolistas. Un defensa podemos ordenarle que suba siempre en los córners o un extremo que nos tire diagonales o que no baje a defender. A los atacantes podemos darles hasta 3 órdenes, a los medios 2 y a los defensas 1. Se agradece mucho ésto, ya que aplicamos un estilo de juego a cada jugador individualmente.
Los nuevos porteros
Se anunció a bombo y platillo la mejora e hincapié que se ha hecho este año sobre los guardametas, que se habían conseguido muchos movimientos más, reacciones más rápidas y en definitiva hacerlos más humanos. Y esto es cierto, tienen actuaciones a bocajarro muy buenas, paradas espectaculares, se levantan más rápido, para desde el suelo y tienen ahora un carisma marcado en el juego, son mucho más expresivos.
Es así que podemos decir que los porteros de ahora no tienen nada que ver con los que hemos visto antes, y es que su modus operandi es totalmente nuevo y más impredecible. Pero en contra tenemos que no sé muy bien qué han hecho, y es que si antes veíamos paradas calcadas y actuaciones similares que parecían automatizadas, ahora los porteros te hacen paradones imposibles que van a la escuadra o reacciones rápidas metiendo el pie o la manopla en el uno contra uno, pero vemos otros casos absurdos que son cuando el balón les viene al cuerpo, como que se bloquean y se les cuela entre las piernas, le pasan por el lado y no estiran ni el brazo... Algo ilógico, porque tienen rapidez para hacer una estirada pero cuando el balón les viene a ellos parecen maniquíes. Me han llegado a meter goles que son de pegarle un pelotazo al portero en el pecho o en el brazo y que entre el rebote, sin que el portero haga nada por evitarlo, sólo poner su masa de carne entre medio.
Se nos queda la sensación de que paran lo imposible y hacen pifias en lo más fácil. Y de los rebotes no hablemos... Blocar el balón es muy difícil parece un muchos tiros, y es que los porteros ponen las palmas pero el no las atrapan, y en disparos fuertes vale, pero es que se da en muchas ocasiones. Y lo peor de todo, a veces los despejes van al centro y de esto también se aprovechan algunos para chutar desde segunda línea y que el rebote caiga al que está en primer línea. La conclusión a la que llegamos es que los porteros han mejorado bastante por un lado pero por otro los han dejado totalmente muertos, y ésto te vende en un partido.
Pocos cambios en los modos de juego
En cuanto al abanico de modalidades de juego que tenemos no observamos apenas cambios. Seguimos con el Temporadas online y sus Copas en determinados días de la semana, amistosos online con amigos, el FIWC, Temporadas cooperativas cada uno en su consola y partidos de Club donde controlar a un sólo jugador 11vs11. Ahora tenemos también los Clubes Pro, que podremos encontrar a los componentes idóneos que mejor encajan en nuestro equipo y nuestro nivel en el juego.
Offline tenemos el Partido rápido con su Match Day, el modo principal sigue siendo el modo Carrera que no cuenta con muchos cambios en cuanto a su mecánica de juego y transcurrir, los juegos de habilidad añaden 26 nuevos retos, el Campo de entrenamiento para ensayar jugadas y poder crear nuestras ligas o torneos personalizados.
Por último hablaré del Ultimate Team, que parece ser un juego aparte dentro de 'FIFA'. Este año se ha querido evitar el pishing y se han introducido nuevas medidas. Por lo pronto podemos transferir nuestro equipo del año pasado para seguir con él ahora, se han equilibrado las cartas que vienen en los sobres para que todos podamos acceder a mejores jugadores, se premia con más oro y hay desafíos extras para no desvirtuar la competición. A priori es bastante divertido y este año con las reservas se regalaron 40 sobre de oro para empezar, lo malo llega cuando te haces un equipazo o estás arriba en las categorías, que se ven unos partidos más parecidos a 'Oliver y Benji' que otra cosa...a veces este modo está demasiado chetado.
Al mal tiempo, buena cara
El juego viene un poco remozado en sus menús, basándose en los de 'FIFA 14' en su mayoría pero con notables cambios. Por ejemplo en la forma de hacer la dirección de equipo, que podemos pulsar un botón encima de un jugador y nos propone los cambios más lógicos, por lo que nos evita tener que bajar hasta abajo para buscar la sustitución deseada, ganando en efectividad y ahorrando tiempo. Todo es más accesible y simplificado. La velocidad de navegación por fin es más acorde y no hay ralentizaciones inexplicables en los menús.
Sobre el apartado gráfico estamos de enhorabuena. Ahora sí tenemos un 'FIFA' de nueva generación, con muchos detalles en las camisetas, el público en 3D, los estadios, un césped increíble recreado con nuevas texturas y técnicas, haciéndolo muy real. El motor Ignite de EA Sports nos deleita con colisiones muchísimo más reales, auténticas cargas, unas físicas más acertadas, carreras y apoyos de los jugadores. Ahora todo es visualmente más armónico y se acerca mucho a la realidad. La física del balón también hay que destacar que es la mejor que encontramos en la serie hasta el momento, algo que no puedo tener quejas.
Los partidos parecen que tienen vida propia y los jugadores celebran los goles decisivos en el último minuto mucho más euforicamente que en el pasado, la grada también acompaña -ahora los aficionados del equipo visitante son más reducidos en número- levantándose en las jugadas peligrosas, protestando las faltas y haciendo cánticos. El césped se va desgastando a lo largo del partido, con cada estirada a ras de suelo, cambio de ritmo o caída. Lo malo es que a veces en el minuto 90 el campo parece un patatal, pero bueno, con un refinamiento del desgaste se soluciona ésto.
Los efectos de luz están mejorados, así como una gran cantidad de animaciones, movimientos, transiciones, protestas de los jugadores, lamentaciones, gestos faciales, efectos climáticos mucho más reales y en definitiva, en éste aspecto, todo ha subido de nivel. También contamos con una mejora sustancial en el escaneo facial de los mejores jugadores, haciéndolos más proporcionados y muy veraces a la imagen que tienen en carne y hueso.
En el apartado sonoro seguimos contando con Manolo Lama y Paco González, que han grabado algunas frases más que se suman a las que ya había, redondeando este aspecto pero sin alardes ni tampoco salidas por la tangente. El hilo musical de EA Trax también es acertado con diversos estilos musicales pero muy alegres en su mayoría, que nos amenizan los preludios a los partidos y la navegación por menús.
Conclusión
Estamos ante un 'FIFA 15' que visualmente y técnicamente mejora muchísimo lo visto en pasadas entregas, algo que era de esperar o de exigencia, pero que a la hora de ponernos a jugar podríamos decir que empezamos con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos como platos el primer día, pero que a medida que vamos echándole hora y viendo el abanico de la casuística y situaciones posibles que se dan el juego se nos va serenando el rostro hasta incluso llegar a fruncir el ceño o llegar a hacer volar mandos... Hay un desequilibrio acusado entre estar en pellejo del atacante y en el del defensor, estando éste último en desventaja frente al primero. Prima más tener y saber medio-utilizar a un jugador veloz para sortear defensas que llevar a cabo un fútbol vistoso de paredes y toques. Por esta razón es lo que me deja el sabor de que este 'FIFA' se aleja un poco de la simulación para acercarse al arcade, y espero que no siga con esta tendencia, porque no le sienta nada bien.
En términos generales el juego es divertido y para echar el rato está bien, pero para echarle muchas horas o realizar torneos serios con él, el juego nos frustrará, porque tú vas a querer desarrollar un fútbol lo más real posible y al final lo que prima es lo irreal. A ésto sumémosle los nuevos porteros superhéroes que son capaces de hacer paradas de ensueño pero que en las actuaciones fáciles o cubrir el primer palo, algo básico en cualquier disciplina de un guardameta, fallan estrepitosamente. La sensación que nos deja es que puede llegar a cansar al poco tiempo de jugarlo.
Pero si cogemos el producto en global, es un buen producto pero con unos cambios que no terminan de gustar, aunque habrá momentos muy divertidos, es un indispensable anual para echar unos partidos con los amigos, está muy bien para jugarlo un poco cada día y en general es entretenido. Técnicamente es de lo mejorcito que hemos visto gracias al poderío que tiene en este campo EA Sports y su intachable trabajo en esta campo, situándolo a la vanguardia.
Lo mejor:
Despliegue audiovisual nunca visto. Enorme cantidad de licencias. Indicaciones personalizadas de actuación de los jugadores. Física del balón. Mantiene los buenos modos de juego. Cambios en la jugabilidad...
Lo peor:
...que hacen los partidos demasiado frenéticos. Se acerca a lo arcade. Los porteros dan una de cal y otra de arena. La excesiva importancia a la velocidad. No hay modos de juego nuevos. Casi nula mejoría en la IA de la CPU.