Análisis 'Far Cry 4', ¿de qué estás hecho?

Tras muchos rumores a sus espaldas, el esperado 'Far Cry 4' llegaba finalmente al mercado hace unas semanas con una propuesta muy continuista respecto a su anterior entrega. Un nuevo mundo, esta vez a los pies del Himalaya, un nuevo enemigo, un autoproclamado rey, y un nuevo protagonista con las cenizas de su difunta madre son las premisas de esta cuarta entrega.

Con la llegada del anterior capítulo la saga volvió a renacer tras las malas críticas de 'Far Cry 2', por lo que con esta nueva entrega las expectativas se encontraban a la espera de ver si finalmente las entregas numeradas de la franquicia se convertían en pequeñas decepciones para los fans, que esperaban un gran nivel por parte de los estudios implicados en su desarrollo, algo en lo que también ha influido la tibia acogida de otro título de Ubisoft lanzado en estas fechas como es 'Assassin's Creed Unity'.

¿Consigue mejorar a su predecesor? ¿Se mantiene igual u ofrece un cambio radical de planteamientos respecto a lo ya visto? A lo largo de las próximas líneas intentaremos adentrarnos en las propuestas de esta entrega para ver si finalmente nuestra visita a una región tan exótica como el Himalaya merece la pena.

Bienvenidos a Kyrat

Esta frase, empleada por la propia Ubisoft en la campaña promocional del título, deja claro desde el primer momento que nos encontramos ante un mundo totalmente nuevo en la saga. Ya no tenemos una isla paradisíaca para recorrer como en las anteriores entregas, y tampoco nos encontramos en la sabana africana del segundo. El mundo recreado en esta ocasión nos permite movernos con total libertad por entornos boscosos a los pies del Himalaya, que también recorreremos con la dificultad que ello conlleva, por lo que en un sólo mundo veremos desde amplias zonas boscosas con su propia fauna hasta las montañas más heladas del mundo, todas ellas con su fauna particular que nos hará pensarnos si no es mejor evitar un enfrentamiento directo con ellas

Como país al borde de la conocida cordillera, y siguiendo las construcciones reales de países que se encuentran en estas lomas, el imaginario Kyrat cuenta con pequeños poblados repartidos a lo largo de toda su geografía que podremos visitar libremente, a los que debemos sumar otros lugares más ocultos como minas, cuevas o fábricas de opio encubiertas cercanas a campos de cultivo. Las estructuras mantienen sus característicos tejados y vivos colores, incluso ciudades como Shannat, con gran parte de su estructura esculpida en la piedra, cuentan con una arena conocida en toda la región donde se enfrentan hombres contra animales u otros hombres como si se tratase del coliseo romano.

En este caótico pero atractivo lugar encontramos a Pegan Min, el autoproclamado rey de Kyrat, que somete a su población a una férrea dictadura. Como contrapartida a la tiranía de Pegan nos topamos con La Senda Dorada, un grupo revolucionario que en los primeros minutos de juego se encuentra ayudando a nuestro protagonista, Ajay Gale, y que cuenta con dos cabezas responsables como son Sabal y Amita, dos personajes de los que dependerá en gran medida el desarrollo del título, y es que una de las características de esta entrega es la cantidad de ramificaciones que puede llegar a tener la historia según las opciones que llevemos a cabo.

El llevar las cenizas de nuestra madre a su definitivo descanso se complicará a los pocos minutos de haber empezado a jugar, incluso en este corto periodo de tiempo tendremos nuestra primera toma de contacto con Pegan, por lo que como Gale nos uniremos al grupo revolucionario para combatir su dictadura, aunque según a quién de los dos líderes decidamos unirnos marcará si nuestro caminar por Kyrat será más espiritual y tradicional o mucho más reformista, desembocando en varios finales de los cuáles uno no llegará a explicarnos con toda la profundidad los hechos ocurridos en el país y como se ha llegado a tal punto.

Digno heredero

Con estas opciones el planteamiento jugable repite la misma fórmula vista en 'Far Cry 3', lo que se transforma en un arma de doble filo a la hora de disfrutar del título. Muchos usuarios pueden tener la sensación permanente de estar jugando a la tercera entrega en un nuevo entorno como si de un DLC se tratase, pero esa sensación desaparece una vez tomamos el control por completo y se nos abre el mundo a nuestro antojo.

Nuevamente tenemos tomas de radio para llevar a cabo un control de la zona y descubrir nuevos emplazamientos, tenemos carreras, toma de campamentos, misiones aleatorias como perseguir mensajeros o rescatar rehenes, caza de animales y recolección de plantas. Todo ello, unido a la posibilidad de progresión tanto en las habilidades del protagonista como en nuestras armas hará que la sensación de repetición pase a ser una sensación algo más familiar y se pueda disfrutar en profundidad de todas las variaciones que, tomando de base la tercera entrega, se potencian en ésta con buenos resultados.

Las habilidades de Gale se podrán desarrollar siguiendo la senda del elefante o del tigre. De esta forma se han querido diferenciar dos formas totalmente opuestas en cuando a la evolución del personaje, pero no excluyentes. La senda del tigre está más enfocada a la acción, al ataque, y por ello podremos desarrollando esta senda adquirir mejores combos, formas de asesinato o empleo de armas mientras que la senda del elefante está más centrada en elementos destinados a la mejora personal y sanitaria, como incrementar nuestra vida, resistencia, tiempo de espera en el agua o creación de diversas jeringuillas medicinales entre otros.

La particularidad de este árbol de desarrollo no reside sólo en la necesidad de adquirir puntos de experiencia para poder completarlo, sino en la realización de misiones que desbloqueen las casillas necesarias para poder aprender una habilidad, y no todas ellas se encuentran enlazadas a la realización de una misión del modo campaña.

Entre estas misiones secundarias se encuentran algunas novedades en la saga como la posibilidad de viajar a lugares que no son el escenario principal de la historia, destacando la mítica ciudad de Shangri-La, a la que viajaremos acompañados tan sólo de un arco y un tigre, y sin olvidar las misiones en el Himalaya, donde deberemos desarticular diversos puestos de mando con el inconveniente de las duras condiciones atmosféricas de la conocida cordillera, lo que a su vez nos da entornos muy llamativos y diferenciados con Kyrat. Pasamos de un rocoso y exuberante mundo a salientes y montañas donde el blanco inunda todo lo visible en el caso del Himalaya o parajes con una fuerte tonalidad rojiza en el caso de Shangri-La.

Saca la cámara de fotos

Aunque la cámara de fotos del título nos servirá principalmente para identificar enemigos y poder seguir sus rutas, en más de una ocasión estaremos tentados de llevar a cabo una fotografía por lo impactante del paisaje, y es que nuevamente el Dunia Engine vuelve a mostrarse como un motor gráfico más que competente. Aunque la versión principal sobre la que se ha llevado a cabo el análisis ha sido la de PC, si he podido disfrutar unas horas de las versiones para nueva generación del título y, aunque en estos casos se podría llegar a explotar aún más las posibilidades de las máquinas, se mueve con bastante soltura y efectismo, principalmente en el tratamiento de la luz y de las condiciones ambientales en zonas como el Himalaya.

En cuanto a los compatibles, se ha llevado a cabo en dos configuraciones que permitían disfrutar del título en ultra y en niveles normales de rendimiento. Por un lado, partiendo de un procesador i7, 16Gb de RAM y una GTX680, siendo ésta la gráfica recomendada por la propia compañía, se ha ejecutado el título en ultra con todo el lucimiento que esta configuración da de sí para el aspecto técnico y gráfico. Por otro lado, se ha llevado el título a un i3 con 4GB de memoria RAM y una Geforce 710M de Nvidia, requisitos por debajo de los mínimos recomendados por Ubisoft.

El resultado en este segundo caso es que, pese a estar por debajo de los mínimos, el titulo puede disfrutarse bajo una configuración normal con pequeñas caídas de frames en determinados momentos, pero que no enturbian por completo la experiencia jugable, que termina de perfeccionarse con un doblaje al castellano con actores como Iván Muelas, la habitual voz de Nathan Fillion en 'Castle' y un apartado multijugador que nos permite disfrutar de todas las misiones, salvo las de campaña, de forma cooperativa o competir en tres modos distintos para varios jugadores que, sin suponer realmente un gran aliciente, si se mantienen como un curioso añadido para expandir aún más Kyrat durante algunas horas.

En conclusión

Tras la buena recepción de la tercera entrega Ubisoft Montreal, el principal estudio tras este desarrollo, parece que ya ha encarrilado el futuro más próximo de esta franquicia hacia el éxito de público y crítica. Una dificultad un poco más elevada en algunos tramos y más balanceada en otros, sería el principal pero de esta nueva entrega, que aún repitiendo fórmula, consigue asentarse por sí sola como título atractivo tanto para los amantes de los fps como para aquellos que buscan aventuras en un mundo abierto sin que éste les llegue a cansar.

Sin duda, y aunque en este tramo final del año hemos contado con importantes y buenos lanzamientos, 'Far Cry 4' está llamado a ser uno de los grandes superventas de esta temporada y un gran pilar en el plan de Ubisoft de cara a los próximos meses.