El 30 de Enero 2018 | 22:39
¿Son importantes los gráficos? Es un tema peliagudo, desde luego. Y aún así, desde Zonared venimos tratándolo desde hace mucho tiempo. Está claro que hay una razón "histórica" muy importante a la hora de abordar el tema: cuando no había tantos recursos, los juegos tenían que destacar en otras facetas. No era raro que los elementos principales no fueron precisamente los visuales, sino más bien la jugabilidad, o incluso la música -que ahora también ha perdido importancia con respecto a grandes doblajes o efectos sonoros. Sin embargo, yo creo que es un tema mucho más profundo, subjetivo y condicional de lo que parece. Porque, el hecho de haber realizado avances tecnológicos, no significa que no podamos darle igualmente importancia a otros aspectos. O simplemente, no significa que unos buenos gráficos tengan que estar asociados, directamente, al uso de las nuevas tecnologías.
El arte también cuenta
Es ahí donde quería llegar desde el primer momento: los diseños, el arte, la capacidad del hombre de inventar... Eso también forma parte de los gráficos de un videojuego. No es solo el modo en el que recrearemos a los personajes o a los escenarios; sino también la capacidad inventiva para imaginarnos cómo queremos que sean: y luego crearlos. Por ese motivo, personajes como los de 'Final Fantasy VII' -con sus polígonos exagerados o sus pelos pincho-, o la cara pixelada de 'Solid Snake' en el primer 'MGS', tenían tanto carisma. Porque aparte de que habían sido creados a través del arte, también tenían personalidad, bandas sonoras... Y, no nos engañemos: todos criticaban los juegos 2D cuando ya habíamos dado el paso a las 3D -que se lo digan a PSX-, y sin embargo todos quedamos anonadados cuando vimos cosas como 'Okami' o 'Odin Sphere'.
Desde mi punto de vista, esto es así porque aún queda una parte de nosotros que ama esa cercanía a lo más personal. A lo que dibujamos a mano y no a lo que genera el ordenador. A que los videojuegos parezcan cuentos, y no películas. Una vez más, para mí no hay un estilo que sea mejor y otro que sea peor. Simplemente me gusta que ambos coexistan, y seguramente el mercado independiente -junto a obras como las citadas al final del párrafo anterior- ha sido uno de los grandes culpables de que ese tipo de técnicas "a la vieja usanza" no se hayan perdido. Y ahí es donde entra en juego este 'Fallen Legion +'. Un título que, en mi opinión, entra por los ojos. No llega a la excelencia de las obras de VanillaWare, evidentemente que no. Pero desde un punto de vista mucho más humilde, sí va a mantenerte con los ojos bien abiertos.
Las guerras no tienen bandos. Solo son guerras
Pero vamos por pasos. ¿Qué es 'Fallen Legion +'? Muy sencillo: un juego indendiente que ha salido recientemente en PC (Steam), y que recopila las hasta ahora dos campañas independientes que tenía el juego de Yummy Yummy Tummy. En efecto, este "plus" no es más que el indicativo de que conseguimos, con un solo producto, tanto a 'Fallen Legion: Sins of a Empire' (PS4), como a 'Fallen Legion: Flames of Rebellion!' (PS4 y PS Vita). Dos juegos que se tenían que comprar por separado hasta ahora, y que sin embargo eran idénticos, con la única diferencia de que nos contaban la misma historia desde cada uno de los bandos implicados en ella.
Una guerra que nos traslada a aquella época medieval -llena de fantasía- en la que muchas veces no había un bueno y un malo. Sino un reino desquebrantado. Sumido a la confusión por culpa de la muerte de un personaje importante, y a partir de la cual todos se intentan hacer con el poder, o simplemente se ven involucrados en el conflicto por culpa de malas influencias. Así pues, nosotros podremos escoger o bien la campaña de la Princesa Cecille, la legítima heredera al trono, o la de 'Lanedur', quién intentará descubrir cuáles son los motivos que han llevado a Cecille a comportarse de un modo "inadecuado". Al final, dos historias realmente diferenciadas, cada una con sus matices, que nos acaban llevando a la conclusión de que todos tienen sus motivos, y de que nada es lo que parece.
Un gran mundo... que tendrás que estudiar
El argumento de 'Fallen Legion +' es uno de los dos elementos principales en los que se basa el título. Por un lado, actúa como juego de rol de acción -con batallas que mezclan los turnos y la acción en tiempo real. Por otro, como una especie de novela visual en la que, como suele ocurrir en estos casos, la historia se nos va contando a través de diálogos entre fase y fase. El guión no está mal -aunque está lleno de tópicos medievales-, pero debéis tener en cuenta dos cosas muy importantes: por un lado, que el juego está íntegramente en inglés; por otro, que aunque sus creadores han puesto un gran énfasis en crear un mundo muy rico -con grandes toques de fantasía, mitología, e historia del reino y de los personajes-, casi todo se cuenta a través de documentos a los que podemos acceder desde el menú principal.
En otras palabras, da la sensación de que si no lees esos documentos, te pierdes muchos detalles y guiños que te harían disfrutar más de la historia. Y además, entiendo que habría sido mucho más adecuado ir contando los detalles durante el propio transcurso de la aventura. Por lo demás, hay detalles interesantes: moralidad, traiciones, giros de guión... Lo único malo en ese sentido, es que a diferencia de otras novelas visuales -o incluso de Tactic's RPG-, nunca podemos tomar decisiones en las conversaciones. Ocurre en momentos de las batallas, para poner sobre la mesa un sistema de handicaps y ventajas, pero nunca llega a afectar de forma directa al argumento a los sucesos del juego.
Vuelve lo clásico
De todas formas, por más que el juego se centre en esos dos elementos comentados antes, bien podríamos decir que los diálogos son el menor de los dos. Porque al menos dos tercios de la aventura nos la pasaremos luchando. Es, sin lugar a dudas, lo mejor del juego, así como su tendón de Aquiles. Lo cual, desde mi punto de vista, es una forma muy interesante y sencilla de resumir las fortalezas y las debilidades de 'Fallen Legion +'. Por una parte, estamos ante un título capaz de enganchar a cualquier amante de los buenos Action RPG. Me atrevo a decir que los combates de este juego son de los más adictivos y emocionantes que he jugado en mucho tiempo. Y eso es realmente bueno. Por otra parte, se echa en falta algún tipo de interacción más profunda. No hay exploración, y ni tan solo movemos nosotros a los personajes cuando se desplazan entre combate y combate en cada fase (nos limitamos a ver como corren en línea recta, hasta toparse con un nuevo monstruo).
Esas batallas son una interesante mezcla entre un juego de rol en tiempo real de toda la vida, y los combates por turnos de la genial era clásica del género. Cada personaje tiene unos puntos de acción que puede gastar en todo momento. Pero, cuando los ha agotado, no puede realizar más acciones hasta que se recarguen. En total tenemos 3 puntos de acción, y podemos encadenar combos de manera libre entre todos los personajes, siempre y cuando nos queden puntos. La gracia, es que cada personaje está asociado a una letra del teclado -o a un botón del mando-, de manera que mientras uno necesita recargar, probablemente podemos atacar con otro, y así sucesivamente, para mirar de encadenar el máximo número de combos posible. Asimismo, también es posible realizar bloqueos a los enemigos, que resultan fundamentales para batir a los contrincantes más feroces. No solo porque permiten defendernos, sino también porque realizan roturas a los enemigos, o nos permiten seguir encadenando ataques para aumentar el multiplicado de daño.
Llegan los fuegos artificiales
Todo esto aderezado de detalles interesantes, como el personaje principal -que ejerce de mago con unos controles ligeramente distintos-, o como la cadena de turnos que tenemos debajo de los personajes, y que nos indica quién va ocupando cada turno en la cadena de sucesos. Si rellenamos cada círculo con ataques nuestros sin recibir daño, lanzamos un ataque especial. Y además, siempre hay casillas con ciertos beneficios, de manera que no todo es aporrear botones, y quizás nos puede interesar que le toque cada bonus a un cierto personaje. De todas formas, hay que admitir que tanto para bien como para mal, los combates de este juego son un festival de fuegos artificiales. A veces resulta muy caótico, porque es difícil analizar a los rivales para saber cuándo atacarán. Pero visualmente también resulta realmente espectacular. Las animaciones podrían estar mejor, pero a nivel de efectos y colorido, el acabado es realmente brillante.
Lo cual me lleva a hablaros precisamente de esa estética que tanto remarcaba al principio del análisis. Todo en este juego está dibujado a mano. Y funciona. Inicialmente me recordó de manera muy evidente a los juegos de Vanillaware, como el propio 'Odin Sphere'. No tanto por el nivel de calidad alcanzado, donde resulta evidente que estamos ante un trabajo mucho más humilde e independiente. Sino más bien por el estilo, los colores, la imaginación y la originalidad a la hora de diseñar a personajes y monstruos, y sobre todo por ese carácter de cuento mágico que tiene en todo momento. Lo único realmente negativo, es el hecho de que escenarios y personajes no rayan al mismo nivel. Mientras estos últimos, y más allá de los tópicos, son muy acertados y detallados -no tanto sus animaciones-, los primeros son tan simples como repetitivos, trillados y faltos de profundidad.
Cuando la música era clave
Al principio del análisis, hacía referencia a cómo han cambiado los tiempos. Y no era solo un guiño, para acabar hablando de esas características que los indies "artesanos" como este han recuperado directamente del pasado. También comentaba el tema de la música. Actualmente casi todos los juegos tienen grandes bandas sonoras orquestadas; pero muchas veces dan más importancia a la espectacularidad o a los diálogos -con doblajes a gran escala- que no a las propias partituras. Y en ese sentido, los RPG de la época dorada -Squaresoft sería uno de los mejores ejemplos- tienen mucho que decir. 'Fallen Legion +' también recupera esto. Con melodías épicas y llenas de magia. De esas capaces de engancharte desde la primera vez que suenan; de darle personalidad al juego y a los combates.
Sí, el juego también tiene doblaje -en inglés, por supuesto-, pero este no solo tiene pocas presencia, pues no todos los diálogos tienen voces, sino que además palidece mucho en comparación con el apartado melódico del título. Una pega que, al final, y tal y como pasaba con los combates, estemos ante un arma de doble filo: el problema que persigue constantemente a este juego. Nos estamos refiriendo a la repetitividad. Es hasta extraño, que un equipo de desarrollo que ha sido capaz de crear un sistema de batallas realmente profundo, y a un mundo lleno de personajes realmente fascinante, luego se quede tan corto a nivel de variedad. Como si ellos mismos hubieran frenado su gran capacidad inventiva.
Conclusiones
Porque eso es, en esencia, lo único que impide que estemos ante un título realmente único, imprescindible y maravilloso. La falta de variedad, no solo en aspectos que directamente no existen -como la exploración o la capacidad de "controlar" algo más que los combates-, sino también en aquellos puntos en los que el juego se siente fuerte. O en otras palabras, la sensación de repetitividad que de forma irremediable acaba haciendo mella tanto en las batallas como en la banda sonora. En el caso de los combates, una verdadera pena dado lo tremendamente ágiles y técnicos que llegan a ser. Sobre todo, por una curva de dificultad realmente bien ajustada, que empieza por dejarnos machacar botones, y que demuestra la profundidad de un sistema bien implementado cuando las cosas se empiezan a poner duras. Con todo eso, 'Fallen Legion +' sigue siendo un juego muy recomendable. Sobre todo si eres un fan de los RPG de antaño.
Lo mejor:
- Los combates son muy adictivos; y más profundos a medida que avanzamos.
- La banda sonora, aún siendo escasa, es realmente brillante.
- Los gráficos son sencillos, pero el diseño de algunos personajes es muy bueno.
- El festival de efectos en las batallas. Caótico, pero realmente vistoso.
- Dos aventuras, al precio de una.
Lo peor:
- Se centra única y exclusivamente en los combates; no hay exploración, ni control...
- Íntegramente en inglés, y el nivel requerido no es precisamente el de un principiante.
- Cuenta su mundo a través de documentos, y no con la historia y el desarrollo.
- Se acaba tornando excesivamente repetitivo. Solo le salva la curva de dificultad.
- No hay diferencia alguna entre ambas campañas, más allá de lo argumental.