Análisis de 'Evil West' para PS5, una aventura de acción clásica

Las aventuras clásicas cargadas con acción son experiencias que con el tiempo, en el ámbito de los triple A, parecerían haber pasado a un segundo plano. Todos recordamos esos títulos de unas 15 o 20 horas de duración que ofrecían un plano jugable algo más lineal, centrado en unas cuantas mecánicas simplistas pero muy eficientes, sin más pretensión que la de ofrecer un buen rato, dos tardes o tres a lo sumo, pero que a su vez eran memorables. No obstante en el mundo de los juegos indie aún existen estudios con ganas de hacernos vivir experiencias un poco más comedidas y terriblemente divertidas. 'Evil West' no cabe duda de que entra dentro de ese prisma del que hablamos. Durante este análisis vamos a desgranaran qué tiene por ofrecer este título que bebe de algunos géneros como el TPS e incluso el hack and slash.

Evil West

Un cazador de vampiros en el lejano oeste

Vampiros, hombres lobo, gouls, engendros salidos del averno más absoluto y todo tipo de criaturas creadas dentro de una pesadilla son el bestiario de este título. 'Evil West' tiene una clara inspiración en las leyendas escandinavas, pero a su vez puede notarse la presencia de otras obras como puedan ser VanHelsing o Drácula, el monstruo de Frankestein y muchas otras criaturas de la cultura pop, todo ello mezclado con el lejano oeste.

La historia comienza cuando el enemigo principal de una academia de cazadores inicia una guerra sangrienta contra la misma utilizando una sangre antigua que convierte a los humanos en terribles y abominables criaturas, cada cual más extraña, peligrosa y repugnante que la anterior. Nosotros debemos enfundarnos en los zapatos de Jesse, el hijo del fundador de la academia y el creador de su arma principal, un guantelete capaz de desvelar las ilusiones de los vampiros, y que a su vez convierte a los cazadores en máquinas eficientes y en cazavampiros letales utilizando una serie de elementos como la electricidad y cuchillas capaces de desgarrar a la bestia más sanguinolenta.

Por supuesto cabe señalar que la historia no es más que un simple pretexto para dar paso a la acción más desenfrenada a medio camino entre los disparos y los golpes a melee en una suerte de combos que convierten el sistema de combate de 'Evil West' en una delicia y en algo digno de experimentar. En cierto modo, recuerda a títulos como 'Devil May Cry' o 'Bayonetta', aunque 'Evil West' posee un sistema de desarrollo de personaje bastante más comedido, lo que en una primer partida puede antojarse algo lento antes de que el sistema de combate utilice todo su potencial.

Evil West

La habilidad de un cazador

El desarrollo de personaje está centrado en dos ramas principales; por un lado tenemos el desarrollo de habilidades del guantelete, que nos permite adquirir habilidades tanto activas como pasivas y que nos hará sumar nuevos combos. Este sistema se desbloquea en base a la experiencia conseguida y cada cierto tiempo somos obsequiados con un punto de habilidad que podemos distribuir en un árbol de habilidades. Por otro, tenemos el sistema monetario del título, en el que debemos ir encontrando oro por los escenarios, algo que permite al juego desarrollar un sistema de exploración. Gracias al dinero que podemos ir recolectando, podemos adquirir una serie de habilidades relacionadas con las armas; desde mejoras de daño a alguna característica singular que la hace más eficiente. A su vez también podemos ir encontrando por los niveles cofres secretos que contienen habilidades especiales, que también podemos canjear por dinero.

Decir que el sistema de combos de 'Evil West' es exactamente como el de un hack and slash sería cuanto menos atrevido, pero existen suficientes configuraciones en el combate como para pensar que tampoco se encuentra tan lejos de ese concepto. El título ha sido desarrollado en colaboración entre Focus Home Interactive y Flying Wild Hog, y estos últimos son los creadores de la saga 'Shadow Warrior', por lo que los lectores podrán hacerse una idea de qué tipo de acción les espera en 'Evil West'; desenfrenada, gore y sin complejos. Por un lado podemos realizar combos a mano siguiendo algunos patrones y por otro activar una serie de habilidades con su correspondiente botón y coldown. Así mismo esas habilidades también poseen sus propios combos y todo el computo de movimientos puede combinarse. Es una lástima que durante la primera partida debamos desbloquear todas las habilidades y las armas para poder apreciar el potencial del título. Sin embargo, a su vez pensamos que esto está ideado para poder afrontar la dificultad más alta de que dispone el juego una vez finalicemos la primera partida.

Evil West

Adapta tu forma de jugar

Uno de los apartados más interesantes es el de los jefes finales, los cuales nos plantean una forma distinta de combatir, obligándonos a ser estratégicos. Muchos de estos jefes se repetirán a lo largo del juego, por lo que es bastante gratificante poder derrotarlos en varias ocasiones. Por el contrario, hallaremos un total de 4 jefes únicos que precisan de bastante habilidad y que suponen un reto bastante elevado. El título cuenta con 4 modos de dificultad, que podemos cambiar en cualquier momento para ajustarlo a nuestra habilidad, pero como ya hemos comentado, el más elevado es idóneo una vez hemos superado la primera partida.

'Evil West' nos permite jugar cualquier nivel que ya hayamos superado, esto con el propósito de conseguir más oro y experiencia, y además podemos resetear todos los puntos de habilidad en cualquier momento para realizar cambios en la build con tal de ajustarla al sistema de combate que más se adecue a nosotros. Por otro lado posee un modo cooperativo, pero por desgracia, solo accesible a través de invitación, por lo que sí, no posee un sistema de matchmaking para jugar con desconocidos, algo que le hubiera venido de lujo. Además, solamente el anfitrión de la partida podrá seguir desarrollando a su personaje gracias a la ganancia de experiencia y de dinero mientras que el invitado tendrá que conformarse con un personaje adaptado al nivel, sin la posibilidad de llevarse la experiencia y el dinero a su partida.

Evil West

Luces y sombras en el apartado visual

'Evil West' queda lejos de ser un portento gráfico. Ciertamente en el apartado visual gana enteros gracias al diseño artístico, pero sí, podemos afirmar que es algo discreto y que la aberración cromática, que no puede desactivarse, no ayuda a que el posprocesado, que es muy agresivo, haga de deslucir el aspecto visual y emborrone un tanto la calidad de imagen. Los modelados en sí, más allá del de Jesse, no son para tirar cohetes, por lo que es menester decir que podrían haber sido mejores, así como la iluminación, que es precalculada de forma general y sin efectos adyacentes ni sombreado. El título ha sido analizado en una PS5, y en esta plataforma ofrece dos modos distintos, el típico de calidad, que posee 4K dinámicos y 30 frames por segundo que, por desgracia, a veces sufre de ralentizaciones, y el de rendimiento, que ofrece los 60 cuadros por segundo, siendo estos bastante más estables que la opción de 30. El apartado sonoro no destaca en nada; sencillamente acompaña a la acción pero sin partituras memorables ni efectos destacables. Las voces están en inglés y dobladas correctamente.

Evil West

Conclusiones

'Evil West' es un título que se disfruta muchísimo gracias al variado sistema de combate, la exploración de los escenarios, y los puzles que, sin ser una panacea, entretienen bastante. Podemos concluir que es un juego muy entretenido que apuesta por una aventura de corte más clásico y escenarios encorsetados, y que dura aproximadamente unas 15 horas. A nosotros nos ha quedado claro que 'Evil West' no busca sorprender, ni pretende ser más de lo que es, ni ser pretencioso añadiendo elementos que no encajan con la jugabilidad; es una aventura de acción, con un sistema de combate compacto que invita a experimentar, bien medido y muy divertido, con elementos de exploración en escenarios pequeños y puzles sencillos y una historia sencilla pero entretenida. 'Evil West' es un título que no pretende engañar a nadie; da lo que promete, que no es poco, y nada más.