Análisis 'Everybody's Golf' para PS4, jugar al golf puede ser muy divertido

Es muy difícil que un juego deportivo te atraiga si no tienes el menor interés en una actividad concreta. Los simuladores deportivos tienen una enorme popularidad entre los jugadores de fútbol, baloncesto e incluso golf, como el caso que nos ocupa. Pero 'Everybody's Golf'no es un título serio, por lo menos en el planteamiento y haciendo honor a su título, la cual se ha convertido ya en la marca para todos los territorios, es para todo el mundo.

El título de Japan Studio y Clap Hanz no quieren a los expertos jugadores (o a los que más controlan del tema) de golf a los mandos de PlayStation 4, sino que quieren que cualquier usuario pueda coger su palo y aprender que este deporte tiene más de interesante de lo que puede parecer a simple vista. Me reconozco poco fan de los juegos deportivos, pero 'Everybody's Golf' ha conseguido que hasta yo tenga interés en convertirme en un golfista (que no golferas) de primera.

La estética más amigable

Proviniendo de Japón, no podíamos esperar más que una caricatura manga de un deporte tan occidental como es el golf. Japan Studios y Clap Hanz han creado un mini-mundo, un resort, un paraíso para los jugadores de golf de todas las partes del mundo en el que este deporte es el rey. El mundo de 'Everybody's Golf' está colmado de colores y de personajes pizpiretos, todos con una estética muy de animación.

Al comenzar el juego podremos crear nuestro personaje, y tendremos que elegir entre diferentes opciones de un menú muy parecido al de 'Los Sims', pero con bastantes limitaciones, sobre todo porque habrá complementos que se podrán comprar o desbloquear golpeando la bola. Una vez terminamos de crear nuestro alter ego, iremos directos a la acción.

Nada más entrar nos recibirá el director del resort para explicarnos todo lo necesario y luego le cederá el turno a sus ayudantes, que serán los encargados de supervisarnos mientras damos nuestros primeros pasos. Esta ayuda extra es más que buena, sobre todo si somos primerizos en la saga. Ellos estarán con nosotros durante todo el juego, para que nuestra labor sea solo la de concentrarnos en ascender posiciones.

Una curva de aprendizaje impresionante

Como en todo deporte, uno necesita de un periodo de adaptación y de asimilación mientras aprende cómo jugar a ese deporte. El golf, aunque pueda parecer simple en ejecución, tiene demasiados detalles que tener en cuenta para llevarlo a cabo de manera idónea. 'Everybody's Golf' incluye todo el conocimiento que el jugador necesita, pero no lo ofrece así como así. En lo que a información se refiere, este título no nos da todas las reglas, ni la terminología necesaria para que no nos cojan por sorpresa. Tendremos que buscarla nosotros.

No es imprescindible no saber qué es un tee de salida, o embocar la bola, pero no está demás que comiencen a estar en nuestro vocabulario si queremos disfrutar al máximo y que no nos suene todo a chino. A pesar de ello, el juego está construido perfectamente y dispone de una curva de aprendizaje casi perfecta. El jugador no se dará cuenta de que sabe (más o menos) jugar al golf hasta que ya está pensando en hacer un birdie o incluso teniendo en cuenta las condiciones climatológicas del entorno a la hora de golpear.

En este título se aprende jugando, una táctica muy buena que no agobia al jugador, aunque le lanza al abismo para que se las ingenie él solo. Por pura supervivencia acabas haciéndote experto en casi todo lo que se te poner por delante.

Sistema de juego sencillo, interfaz sucia

Este tipo de juegos deportivos siempre destaca en algo tanto como falla en otra. 'Everybody's Golf' nos presenta un sistema de juego muy sencillo consistente en una barra inferior que nos sirve para saber la fuerza con la que golpearemos la bola y su precisión. Se trata de un sistema de tres pulsaciones que puede ser reducida a dos, algo que no recomendamos, porque el sistema ejecuta el tercer movimiento de manera casi aleatoria. Para empezar puede estar bien, pero una vez nos volvemos más expertos lo suyo es usar los tres movimientos.

Junto a esto se ha añadido un sistema de evolución del personaje que es lo que lo diferencia de entregas anteriores. Esto quiere decir que iremos dominando cada palo conforme lo usemos. Podremos mejorar la potencia, el control, el backspin o los movimientos especiales de cada palo con golpes precisos y efectivos. Esto aparecerá en la misma pantalla del juego cuando consigamos un golpe verdaderamente destacable. Esto implica que en el siguiente disparo nuestros resultados serán mejores.

Sin embargo, la interfaz de juego está completamente sucia, hecha un caos. Para un jugador que acaba de comenzar en esto, ver una cantidad ingente de datos a los que atender puede ser una locura. Es algo a lo que te terminas acostumbrando, pero en la mayoría de los casos terminas obviando algunos datos que no terminas de entender muy bien y que ni siquiera sabes qué hacen ahí.

Personalización a tope

Ganar torneos nos hará subir de rango como golfista, lo que desbloqueará competiciones mayores y con mejores recompensas. Al terminar cada torneo y solo si acabamos en buena posición, obtendremos experiencia, complementos y monedas. Estas últimas se podrán gastar en la tienda del resort para obtener nuevas piezas de vestimenta.

Y no acaba ahí la cosa, ya que una vez alcancemos la experiencia necesaria nos tendremos que enfrentar a un oponente en un partido uno contra uno para subir de rango. La dificultad en este sentido irá in crescendo, por lo que no nos podemos dormir en los laureles. Tras dominar el rango actual y superar nuestro duelo, accederemos a nuevas recompensas y torneos.

Conclusiones

'Everybody's Golf' es el juego perfecto para aquellos que están interesados en golf como los que no. Su amable y pintoresca estética y su divertida forma de jugar minimizan los prejuicios que los jugadores podamos tener sobre este desconocido deporte. Además, jugando solo unas horas aprenderemos muchísimo sobre esta actividad. Eso sí, las pantallas de carga son tan largas que bien nos daría tiempo a disputar un partido de golf real nosotros mismos.