El 24 de Diciembre 2017 | 10:16
De vez en cuando en los videojuegos (y en cualquier otra industria), se producen modas, que acaban convirtiéndose en fenómenos más o menos grandes y duraderos. Es fácil de reconocer este momento porque es cuando sale un juego que rompe con algo o realiza algo que no se había hecho antes y cala muy hondo entre muchos jugadores. El primero que lo hace es el innovador, los que vienen detrás suelen ser copias rápidas y baratas, desarrolladas para aprovechar como sea posible el rebufo creado. Pero hay veces que aparece un verdadero contendiente al trono, ése que ha entendido perfectamente las reglas del juego y las retuerce y aprovecha para sacar lo mejor de sí. Sí, 'Enter the Gungeon' es este último en la vorágine de los rogue-like.
Dodge Roll sacó este rogue-like con elementos de bullet hell el año pasado, pero Nintendo Switch sigue alimentando su catálogo con indies interesante, que funcionan muy bien gracias a su portabilidad.
Entra a la mazmorra
'Enter the Gungeon' tiene un pequeño trasfondo que funciona como planteamiento antes de que comencemos a disparar a todo lo que se mueve. Se ambienta en un planeta lejano en el que hay balas humanas y otras formas de vida aún más extrañas. Una mazmorra oculta una pistola que es capaz de matar el pasado mismo, pero fue destruida y se construyó otra fortaleza de máxima seguridad para protegerla. Uno de los cuatro aventureros (seleccionables) tendrá que descender y conseguirla. Bienvenidos a Gungeon.
Las comparaciones con 'The Binding of Isaac' y 'Nuclear Throne' son constantes, pero eso no quiere decir que 'Enter the Gungeon' no tenga personalidad, todo lo contrario. Se centra más en ciertos elementos para darle un control total al jugador, en el sentido que prácticamente todo depende de la habilidad de cada uno para sobrevivir, no de saber gestionar un inventario o saber cuándo hay que ahorrar más monedas para comprar un objeto más poderoso.
'ETG' consiste en una serie de mazmorras generadas aleatoriamente, en la que en cada habitación hay unos cuantos enemigos a los que hay que matar. Vamos explorando las diferentes estancias hasta descubrir dónde está la del jefe final. Fácil y sencillo. 'ETG' no busca agobiarte con mecánicas complejas, su intención es ponerte en medio de un centenar de disparos y que salgas de ahí como puedas.
Aunque es un juego que se va generando aleatoriamente a su paso, su curva de dificultad está de alguna forma muy bien llevada. Al principio parece que hay demasiadas acciones, pero al final se reduce a disparar, dar volteretas y pegar patadas a mesas para que sirvan de cobertura. Una vez dentro de este mundillo que te plantea, todo fluye con total naturalidad y llegará un punto en el que te encuentres rodeado por una docena de enemigos y muchos más disparos volando y te darás cuenta que has llegado hasta ahí sin darte cuenta del progreso que ha habido.
No confundir esta afirmación con que el juego sea fácil, porque no lo es, y ésa es una de las mejores cosas de 'ETG', su dificultad, que se basa exclusivamente en sus enemigos. La variedad de estos es realmente destacable, cada partida descubriremos más nuevos, cuyos patrones de combate, armas y comportamientos son diferentes. Necesitamos aprender todo esto para saber cómo hacerles frente y esto con varios tipos a la vez y a veces con el escenario poniendo más dificultades de lo normal con huecos por los que caer.
La labor de diseño es encomiable, pero sería en vano si no 'ETG' no contase con un buen sistema de control, y lo tiene (con un inconveniente). Al principio puede parecer que el personaje no tiene demasiada libertad de movimiento a la hora de apuntar y dónde van dirigidas las balas, pero en unos minutos nos damos cuenta que la precisión es muy buena y muy necesaria para sobrevivir. El inconveniente del que hablaba es que las acciones más básicas son muy accesibles, pero, por ejemplo, el cambio de arma o la recarga, en menor medida, no están lo suficientemente cerca. Estamos hablando de un juego que un segundo es la diferencia entre la vida y la muerte (suena tópico, pero es cierto).
'ETG' se centra mucho en el combate y eso es genial, pero también hay breves momentos para descansar en una tienda. Cada enemigo suelta casquillos, que son las monedas de cambio en el juego. Aun así, no son demasiado abundantes, y hay que cuidar bien en que los gastamos. En cada mazmorra hay uno o dos cofres que, si tenemos la llave, nos da un arma o algún tipo de equipamiento. Los teletransportadores en casi cualquier habitación hacen que la exploración sea mucho más rápida y satisfactoria y que nos podamos centrar en lo importante: matar.
Al diseño de 'ETG' no le pasa factura el hecho de que se genere aleatoriamente. Puede haber algunos cambios de ritmo muy drásticos, pero, al fin y al cabo, esto es un juego muy frenético que al minuto ya hemos pasado a la siguiente habitación.
Conclusiones
'Enter the Gungeon' es un juego con mucho contenido, que cada partida te sorprende con algún elemento nuevo (armas, objetos, enemigos, jefes finales...) que no habías visto antes. Aunque el sistema de control tiene algún defecto, funciona a la perfección para su propósito. Esta combinación de rogue-like y bullet hell debería ser obligatoria a cualquiera que le guste un mínimo la acción y un buen desafío.
Lo mejor:
- La cantidad de contenido que tiene.
- La precisión del control.
- El diseño de niveles.
Lo peor:
- El sistema de control se queda algo corto.
- El caos que puede llegar a ser el bullet hell.