ESPÍRITUS PROTECTORES CHINOS

Análisis de 'Dusk Diver' para Nintendo Switch, la vida en China en un musou

La aventura independiente china con espíritu musou desata su energía y buen espíritu en la consola híbrida de Nintendo con sus puntos buenos y malos.

Por Daniel G. Astarloa 7 de Noviembre 2019 | 18:00

El aumento de la presencia de China en los distintos medios está siendo muy fuerte en los últimos años. El país comunista se está abriendo al mercado internacional y, con ello, empezamos a ver obras de desarrolladores de videojuegos jóvenes, inexpertos pero con muchas ganas de experimentar con lo que se puede hacer con un mando. De ahí el fantástico 'Detention' de Red Candle o 'Monkey King: Hero is Back'.

En esta amploación del mercado surgen estudios de desarrollo independiente que quieren dar a conocer parte de la cultura china moderna. No todo lo relacionado con el país es su política o la riquísima historia de miles de años que tienen para compartir: su música, el estilo de vida de los jóvenes, lo que les gusta ver e imaginar. JFI Games y JERA han trabajado en algo que represente este mundo como muchos no lo habíamos visto antes. Y no puede estar mejor representado que con 'Dusk Diver', su gran nueva obra.

Alma de donghua

La historia de 'Dusk Diver' es puro donghua de manual. Tomamos el control sobre Yang Yumo, una estudiante de instituto que pasa por su último curso como una persona normal; sin embargo, por azares del destino, se ve arrastrada a una fisura dimensional donde espíritus protectores llamados Kunlun velan por la seguridad de los humanos evitando que otras criaturas invadan nuestro mundo. Yang no tiene otro remedio que luchar junto con ellos y trabajar, aunque sea en contra de su voluntad, en una pequeña tienda de alimentación para compensar una deuda imposible durante ese año.

La trama avanza sin demasiadas sorpresas por el camino: cada par de capítulos reclutamos un nuevo Kunlun a nuestras filas para que trabaje en la tienda hasta completar el grupo, y tras esos el título pone sus ojos sobre la amenaza que se está desarrollando en la sombra que podría acabar con la vida de ambas dimensiones tal y como la conocemos.

No hay grandes sorpresas ni giros en los doce capítulos de historia que nos esperan a partir de este momento. Muchos de los tropos a los que estamos acostumbrados se repiten de forma constante con cada uno de los puntos de la trama, desde el clásico viaje del héroe hasta los clichés más habituales en series de animación oriental. De hecho, es impresionante ver cuántas similitudes tiene el título con respecto a los anime japoneses; quizás a más de un jugador le acerque a conocer algunas series donghua, las series chinas que intentan abrirse a un nuevo mercado y que comparten una estética muy parecida a la japonesa. No nos sorprendería lo más mínimo si ahora anunciaran una mini serie promocional para adaptar la historia de 'Dusk Diver' a ese formato, donde es posible incluso que encaje mejor que en el terreno de los videojuegos.

Mantén la fe

La cultura china se ve representada por más que las inspiraciones del donghua que mencionamos. Fuera de los combates podemos recorrer unas pocas calles de la ciudad de Yang, la cual está llena de vida propia: restaurantes, puestos de comida independientes y lugares de ocio como el cine o templos de meditación se pueden visitar con moderación para mejorar temporalmente un atributo, mejorar la relación con los compañeros Kunlun y familiarizarnos con el estilo de vida de los jóvenes chinos. También tenemos algunos aspectos adicionales como la presencia de música pop del país, representada con el grupo Go Go Rise y su tema principal Keep the Faith.

Aunque el título transmite bien ese estilo de vida juvenil la verdad es que intentar retransmitirlo con sus mecánicas no se traduce tan bien como podría ser. Algunos medios han comparado estas ideas con el fantástico 'Persona 5', pero lo cierto es que aquel juego hacía las cosas de forma muy diferente para retransmitir cómo es la vida diaria de los jóvenes japoneses: acercarte a una cafetería podía implicar ciertas conversaciones con amigos o tiempo para estudiar, ir al cine se traducía en más que un par de líneas de diálogo durante la película y nos llevaba a reflexiones de cada personaje al salir de la sala. Falta esa chispa en 'Dusk Diver', donde si exploras la ciudad por lo general es para recoger coleccionables o mejorar atributos concretos por tiempo limitado: no por la experiencia que nos pueda dar este lugar.

La otra razón por la que recorremos este mundo abierto a nuestra manera es por las misiones secundarias con las que nos podemos encontrar, las cuales nos recompensan con la posibilidad de mejorar nuestra forma límite en combate. Son bastante entretenidas y es donde el guion brilla un poco más por permitirnos ver las interacciones entre los miembros del grupo y algunos de los ciudadanos, además de presentarnos situaciones cómicas como la presencia de un grupo de hermanos admiradores de superhéroes semejantes a los 'Power Rangers' o una cadena de puestos de comida que plagian a la mascota de nuestra tienda, casualmente la forma física de nuestra jefa. Sólo hay seis arcos separadas en treinta misiones y es una pena, porque el título te deja con ganas de más. De hecho, la mejor de todas se desbloquea sólo al terminar la historia, así que muchos perderán la ocasión de disfrutar de este aspecto si deciden no seguir jugando tras los créditos.

El aspecto principal por el que nos van a atraer a 'Dusk Diver' es por su combate, el espectáculo más brillante de esta aventura. Es un clarísimo musou, un título de acción que nos enfrenta con cientos de enemigos en pantalla que debemos tirar abajo a base de puñetazos y patadas. Podemos invocar a nuestros compañeros Kunlun para que hagan uso de ciertos ataques de área que nos pueden ayudar bajo ciertas circunstancias, y además de ello nuestro personaje puede mejorarse con puntos de habilidad para aprender nuevos ataques, aumentar su valor de ataque o contar con más vida para próximos enfrentamientos.

Sólo hay un personaje controlable en todo el juego, Yumo, y lo cierto es que no consigue romper la sensación de repetitividad que trae consigo el género. Algunos capítulos se intentan distinguir entre sí con plataformas estrechas o agua sobre la que no debemos caer, pero los últimos capítulos no pueden enmascarar los problemas de tener la misma base de ataques en todo el juego. Su solución consiste en aumentar la vida de nuestros enemigos y alargar así los combates en vez de sacarnos más variedad en la clase de monstruos, algo que el título pide a gritos.

Había un parche muy sencillo que colocar a esta situación que otros musous suelen aplicar: aumentar el número de jefes finales para ofrecernos algo de variedad y distinción entre capítulos. Por desgracia, la aventura completa sólo cuenta con cuatro, un número escasísimo que se hace más que evidente cuando a partir de cierto punto los recicla para aumentar las horas de juego. El título puede durar entre 10 y 15 horas de por sí, pero hubiese sido mejor recortar un poco ese tiempo en vez de repetir segmentos como estos que hacen evidentes sus problemas.

Conclusiones

'Dusk Diver' es un título con alma que quiere hacerse sonar en un mercado más grande del que quizás pueda abarcar. Su espíritu chino lo hace más fuerte que otros juegos que intentan imitar el género, pero quizás porque ha sido desarrollado por un equipo primerizo y pequeño no logra alcanzar la excelencia de la que podría disfrutar. Sea como fuere, sienta unas buenas bases para comenzar una saga de videojuegos especial que atraiga a un gran número de jugadores.