El 27 de May 2018 | 00:16
'Pokémon GO' revolucionó el medio. Casi podría decirse que —durante unos días— revolucionó el mundo. Sin embargo, si observamos su anatomía es fácil darse cuenta de que, realmente, tampoco es una obra extremadamente compleja. Pero contaba con dos factores muy importantes. El primero es que conseguía conectar a la gente. De una forma u otra, entrenadores y entrenadoras de todo el mundo se unieron para convertirse en parte del mundo Pokémon. La segunda va completamente ligada a la anterior, y es que el juego traía de vuelta una saga mágica, reconocida por madres, padres e hijos. Incluso aquellas personas más ajenas a su encantado acabaron coladas por el juego.
Si cuento esto es porque 'Dragon Ball Legends' hace algo muy parecido. Trae de vuelta el universo de Akira Toriyama, la obra anime más emblemática de todos los tiempos. Pero además, gracias a la tecnología de Google Cloud consigue conectar a todos los jugadores del mundo de forma simultánea. En esencia es 'Dragon Ball' donde y cuando quieras. Algo a lo que es difícil decir que no.
El regreso de Goku y compañía
'Dragon Ball' es, de lejos, la obra de animación japonesa que más adaptaciones ha tenido en el medio de los videojuegos hasta ahora. Y lo mejor de todo es que consigue hacerlo sin perder su esencia, su fuerza. Sin ir más lejos los chicos de Arc System Works nos deleitaban con 'Dragon Ball FighterZ' a principios de año mientras que el terreno móvil se encontraba cubierto por 'Dragon Ball Z Dokkan Battle'. Pero tras tres años en las tiendas de aplicaciones desde Bandai Namco han decidido que es hora de darle un empujón a su nuevo trabajo.
Pero 'Dragon Ball Legends' no es solo "el regreso de Goku" una vez más. Porque Akira Toriyama ha previsto novedades para una entrega que quiere centrarse en las batallas multijugador pero no le niega nada a su historia. Así nos encontramos con que el protagonista de esta nueva entrega es Shallot, un Saiyan amnésico que aparece frente al Trunks del futuro al principio de esta nueva historia.
Los motivos de su llegada le superan en exceso, y es que ha sido convocado para participar en el Torneo del Tiempo —algo que sonará familiar a toda persona que haya pasado por 'Dragon Ball Fusion'—, un torneo que reúne a guerreros de todas las líneas temporales existentes en el Universo 7 para combatir hasta la muerte y demostrar quien, de todos estos valerosos guerreros, es el más poderoso de todos. Una excusa perfecta para convertir a 'Dragon Ball Legends' en el escenario de un festival de fanservice que lejos de sentirse forzado funciona con cierta cohesión. Y es que el espíritu de la saga se siente en todos y cada uno de sus detalles, es un juego tributo, realizado con cariño hacia la franquicia que homenajea.
En esencia 'Dragon Ball Legends' es otro 'Dragon Ball' al uso, tanto su historia como su modo multijugador nos llevarán a enfrentarnos, una y otra vez, con enemigos cada vez más poderosos en nuestro camino para demostrar que somos el Saiyan más poderoso del universo. Algo que se siente mucho en Shallot, un personaje precipitado, poco paciente y con un curioso sentido del humor — características patentes en los miembros de su raza.
Así su historia se siente original a la vez que familiar en todo momento. La aparición de Broly y Goku en una primera instancia ayuda a subir la adrenalina para calmarse luego a la vez que introduce todo un seguido de personajes clásicos como Bulma, Gohan niño, Piccolo, Raditz o el temible Vegeta. Una forma de construir un universo que gustará a los fans más acérrimos pero que también consigue acercarse a quien desconozca la saga al plantear una historia original repleta de claves para saber más sobre sus personajes.
Y no es la única forma de hacerlo, ya que 'Dragon Ball Legends' introduce la historia de su original a través de nostálgicos eventos. Estos, que superan con creces la dificultad de su modo historia, nos llevarán a revivir las aventuras de Goku y compañía, incluyendo las escenas de animación originales. Todo un detalle que, de nuevo, pretende conquistar a sus seguidores y captar a nuevos adeptos que desconozcan la historia del maestro Toriyama.
Sin embargo, su historia está demasiado desaprovechada. No tanto por como es la misma sino por la estructura del juego. Y es que 'Dragon Ball Legends' es un free to play con micropagos integrados, lo que supone (como en la mayoría de títulos que siguen este esquema) la inclusión de una historia capaz de dividirse en arcos y alargarse de forma interminable para seguir ofreciendo contenido. Sin negar sus escenas más emocionantes, es inevitable sentir que su historia se diluye entre lentos episodios de relleno y batallas consecutivas con escasa justificación. A esto se suma el hecho de que nos llegue en completo inglés, algo que puede echar para atrás a quien no conozca el idioma.
El arte de la lucha
'Dragon Ball Legends' parte con el objetivo de ofrecer la mayor experiencia de juego partiendo de los recursos con los que cuenta al tratarse de un título desarrollado para dispositivos móviles. Así la gente de Dimps ha dado con un sistema de batalla que se ajusta a esas limitaciones pero que no deja nunca de lado la epicidad de las batallas del universo de Toriyama.
Sus movimientos son simples y concisos, por lo que resulta extremadamente fácil adaptarse a los mismos. Parece incluso que bebe de títulos como 'Fire Emblem Heroes', 'Kingdom Hearts: Union Cross [X]' y, como no, 'Pokémon GO'. El principio más básico —como en el título basado en el trabajo de Intelligent Systems— es que existe un triángulo de poderes, por lo que tendremos que ser conscientes de con que cuenta el enemigo y que vamos a utilizar para enfrentarlo.
Las batallas siguen con el frenetismo propio del género —más aún cuando hablamos de una obra como esta— pero lo hacen con un sistema de gestión que añade una capa de estrategia a la acción. Los movimientos más básicos, como en el juego de Niantic, nos llevarán a desplazar el dedo por la pantalla a modo de esquive — uno con el que podremos teletransportarnos y asaltar al rival por detrás si lo ejecutamos en el momento exacto—, o a mantenerlo para recuperar nuestro Ki. Sin embargo, el núcleo jugable reside en el uso de las cartas con las que dispondremos para atacar.
Son varias y, como las mismas, también lo son sus efectos. Así podremos utilizar algunas para aumentar momentáneamente nuestros ataques, otras para lanzar ráfagas de energía o lanzarnos al enemigo para atacar de forma directa y, como no, el mítico Kamehameha. Cada una de estas cartas tiene su propio coste en Ki, por lo que resulta esencial hacer uso de la estrategia para calcular cuantos golpes necesitaremos para derribar al rival y cuánto equivale al coste.
Pero no es el único valor a tener en cuenta porque algunas de las cartas contarán con una Bola de Dragón y, aunque reunirlas todas no nos permitirá invocar a Shenron, si servirá para ejecutar un devastador ataque en grupo conocido como "Rising Rush" que en cierta manera recuerda al "All Out Attack" de la saga 'Persona'. A esto se suma la posibilidad de cambiar el personaje en cualquier momento del combate (cada uno con diferentes barras de vitalidad pero compartiendo su Ki) y el uso de habilidades únicas de cada uno que suelen resumirse en la mejora de nuestros stats o afectaciones en los del rival.
En general nos encontramos ante un sistema de batalla simple pero mucho más que funcional. Sus posibilidades juegan a su favor y la facilidad para entender sus mecánicas favorece combates dinámicos y frenéticos que recuerdan a las escenas originales de la obra. Con todo, esa misma sencillez juega en su contra con un sistema que puede pecar de resultar demasiado repetitivo (apenas existe variación en sus cartas) y que funciona mejor en pequeñas sesiones de juego.
Estas opciones se ven acompañadas por un gran puñado de posibilidades particularmente conocidas en este tipo de producciones. Así pues, podremos dejar a nuestros personajes entrenando, a cambio de dejarlos en reserva durante un número determinado de horas, enviarlos de misión para conseguir nuevos objetos y equipo, subirlos de nivel, equiparlos y, en el caso de Shallot, incluso cambiar su vestimenta de batalla. Pequeñas opciones que ofrecen cierto dinamismo al tenernos invocando héroes, cambiando equipamiento y mejorando sus habilidades para no dejar rival en pie.
Un tributo a Toriyama
Quizás 'Dragon Ball Legends' no pueda hacer sombra a 'FighterZ' pero es destacable el trabajo artístico y gráfico que existe tras el juego. La fiel representación de sus escenarios, como el Planeta Sagrado o la clásica Kame House, viene acompañada por un importante despliegue en lo que se refiere a la animación del juego. Sus combates no distan mucho de lo que podríamos ver en consola, repletos de movimientos rápidos y poderosos ataques que hacen un gran uso de los juegos de luces, sombras y colores.
Si bien, de nuevo, peca en resultar demasiado mecánico, es innegable que sus animaciones juegan a su favor como un punto positivo. Además, para adaptarse al bolsillo de todos, cuenta con diferentes modos gráficos. Unos que desde un primer momento nos dejan elegir entre la versión Alta y la Lite —para aquellos smartphones con menor potencia— a lo que luego suma un selector de calidad para sus gráficos. Algo que resulta esencial por las altas prestaciones del título pero que sirven para hacer justicia a su innegable calidad gráfica. Algo que, por otro lado, se compensa con tiempos de carga frecuentes y, según el dispositivo utilizado, incluso largas.
Conquista Saiyan
En líneas generales 'Dragon Ball Legends' aúna lo mejor de la saga de Akira Toriyama y la plasma en el formato móvil. A sus grandes virtudes, como su fidelidad artística o su historia original, se le suma el uso de la Google Cloud Platform, que nos permite luchar contra cualquier rival del mundo sin tener que temer por la estabilidad de nuestra conexión con el servidor.
Por otro lado, no deja de ser un título gratuito y como tal, incluye decisiones de diseño que pueden no contentar a todos. Su historia se ve diluida entre sus episodios y necesitamos usar uso de energía para disfrutarla —una que puede recargarse con el tiempo si no queremos invertir en el juego o usar objetos—, sus mecánicas pueden resultar demasiado repetitivas y las tareas adicionales requieren de un cierto número de horas para completarse.
Pero en esencia 'Dragon Ball Legends' es una gran propuesta. Un título frenético, pero que sabe como jugar con la estrategia para que hagamos algo más que pulsar la pantalla sin parar. Un título que respeta su obra obra original en cada momento pero que además se atreve con líneas originales. Un juego pensado, en definitiva, tanto para fans acérrimos de la saga como para quien da sus primeros pasos en ella.
Lo mejor:
- Gran trabajo a nivel de animaciones
- Sistema simple y funcional
- La fidelidad con su obra original
Lo peor:
- Sus mecánicas pueden resultar demasiado repetitivas
- Requerimientos altos, no apto para todos los dispositivos