EL CIELO SE REVUELVE

Análisis de 'Doom Eternal: Los Dioses Antiguos, Parte 1' para PS4, dificultad demoníaca

La primera parte de la expansión de 'Doom Eternal' ya está disponible y acierta en darnos un mix de lo mejor del título con un exigente desafío.

Por Daniel G. Astarloa 30 de Octubre 2020 | 15:30

Este año ha sido una locura en todos los sentidos, pero si nos tenemos que quedar con algo que sea con el lanzamiento del magnífico 'Doom Eternal'. Ya se puede leer entre líneas en nuestro análisis publicado en marzo, pero para este servidor está claro que su elección a GOTY de 2020 va a ir para el Slayer y sus aventuras transdimensionales. La campaña base es uno de los mejores juegos de la franquicia, algo muy difícil de conseguir cuando tu legado es legendario cuanto menos, y cada uno de sus niveles está diseñado con un amor, una energía y una pasión que es difícil de ver en otros FPS de esta misma generación.

La mejor parte era que si el presente ya era brillante, el futuro prometía todavía más demonios. No sólo modos multijugador gratuitos, retos desbloqueados cada cierto tiempo en forma de remixes de niveles y constantes eventos para conseguir nuevos trajes y skins para nuestras armas de forma totalmente gratuita, sino una expansión entera estaría disponible a lo largo del año con el llamado Pase Año Uno. Y aquí estamos, con esos prometidos DLC contando una única historia dividida en dos partes, empezando por 'Doom Eternal: Los Dioses Antiguos, Parte 1'.

Best of 'Doom'

Si hay alguna forma de definir rápidamente 'Los Dioses Antiguos' es como los discos recopilatorios que toman las mejores canciones de una banda de música. Toma lo mejor de la campaña original y lo arroja en nuevas situaciones, escenarios de combate y mucha adrenalina para gastar. Esta expansión puede adquirirse como un standalone, pero recomendamos encarecidamente no recurrir a esta vía si no has jugado la campaña original primero. Todo se retoma a partir del punto final original, tanto en historia como en progresión.

La conclusión original lleva al Slayer a buscar a un dios antiguo con el que podría no sólo salvar a la Tierra de la invasión demoníaca de una vez por todas, sino encerrar a todos los demonios en el infierno y bloquear la intrusión en otras dimensiones arrancando de raíz el problema al que se enfrenta desde hace eones. Es una continuación directa de la trama original y explora algo más el mito de la civilización Maykr, el equivalente al cielo y sus ángeles en la mitología de 'Doom'. Es una exploración interesante a través de los documentos adicionales, y las cinemáticas tienen alguna sorpresa preparada también para los más despistados.

Son tres niveles por los que viajamos en esta primera parte de 'Los Dioses Antiguos', cada uno de ellos representando los reinos celestiales de la campaña original. Comenzamos en la Tierra en una instalación secreta de la UAC, descendemos hasta los mismos pantanos del infierno e irrumpimos en el cielo desolado de Urdak, donde no se nos guarda especial cariño después de nuestro paso en la campaña original. Son de un tamaño semejante a los niveles de la campaña, aunque quizás se hagan mucho más largos que antes por culpa de un punto especial: su endemoniada dificultad.

No estás preparado para esto

Sabe dios bien que 'Doom Eternal' no era un juego fácil. El título elevaba al cubo los desafíos de la aventura de 2016 y ofrecía combates frenéticos con arenas interactivas, llenas de posibilidades para desenvolverse en combate y calcular nuestras matanzas en base a las situaciones de forma rápida. Era exigente, pero también satisfactorio y equilibrado en su nivel de dificultad. Lo aplaudo. Debo perdonar entonces que los desarrolladores tomen todo eso y lo echen por la borda pronto para volver al diseño de combates más retorcido de 'Doom 64'.

Los desafíos de la primera parte de 'Los Dioses Antiguos' son agotadores, aunque muy satisfactorios, y piden al jugador ser un absoluto experto en la materia de desgarrar y destrozar. Apenas en los primeros minutos de juego nos encierran con un Tirano, una de las clases más poderosas y grandes del juego, en un pasillo estrecho para ver cómo reaccionamos. Si a algunos jugadores no les gustaban los Acechadores por ser rápidos y exigentes esperaos a luchar contra dos a la vez. Y ya ni hablemos de la idea de bloquear los potenciadores de enemigos hasta haber sido derrotados, artefactos que debíamos localizar y destruir de inmediato para evitar que nuestros rivales se movieran al doble de velocidad y golpearan el triple de fuerte.

No hay ningún tipo de descanso para ti cuando empiezas el DLC. Ya puedes estar preparado, porque la curva de dificultad se retoma desde el jefe final de la campaña original y no deja de crecer y crecer ni por un momento. De hecho su jefe final es el máximo exponente de ello, un reto que supera con facilidad a los tres de la campaña original con mecánicas que exigen lo máximo por parte del Slayer. Si este es el nivel actual y es equiparable a lo más alocado de juegos anteriores como 'Doom 64', ¿cómo será la dificultad en 'Doom Eternal: Los Dioses Antiguos, Parte 2'? La respuesta viene sola y da miedo.

Experimento Plutonia

He leído comparaciones de este DLC a las expansiones originales de los dos primeros 'Doom' como la absolutamente devastadora 'The Plutonia Experiment'. No creo que hayamos llegado a ese nivel, pero sí sospecho que la mencionada segunda parte de esta expansión sí podría equipararse a aquellas glorias pasadas de ID Software. Estos tres primeros niveles retuercen las mecánicas y enemigos de la campaña base, pero queda elevar también las nuevas clases de enemigos presentados en este DLC.

Cada uno de los mapas presenta a un nuevo demonio al que derrotar, desde la sencilla torreta con forma de ojo que se esconde de nosotros al poco de dispararnos hasta los guardianes de Urdak endemoniados que necesitan la sangre del Slayer para seguir existiendo. Ambos palidecen ante el rival presentado en el segundo nivel, el Espectro. Los Invocadores de 'Doom 2016' vuelven y se desmarcan de los Ach-Villes como espíritus que se niegan a pasar al más allá por el odio acumulado hacia nuestro protagonista. Las armas no son capaces de hacerles daño, y lo peor de todo, viven poseyendo demonios a los que refuerzan con más vida, resistencia al hielo de nuestras granadas y un chute de velocidad para que nos aplasten con fuerza. Son sin duda alguna la clase demoníaca más peligrosa de toda la expansión y un enemigo divertido al que hacer frente, aunque estresante hasta la médula.

Todo son más retos, pero ¿dónde están los extras? Uno de los aciertos de 'Doom Eternal' era ocultar toda clase de secretos por los niveles con los que hacernos y sentirnos recompensados: figuritas, discos de vinilo, trucos desbloqueables, puntos extra para canjear en nuestra fortaleza. Nada de todo esto se aprovecha en esta expansión: sólo hay un desbloqueable, las runas adicionales, pero agregan poco o nada al sabor adicional que daban los mencionados elementos extra de la campaña original. Es una oportunidad perdida porque los niveles están llenos de secretos repartidos por todas partes, pero sólo ofrecen munición o armaduras, cosas que ya puedes obtener durante cualquier combate.

Conclusiones

'Doom Eternal: Los Dioses Antiguos, Parte 1' es una estupenda introducción al mundo de los DLC para el que considero uno de los clásicos modernos inmediatos, aunque cae en los mismos errores que las expansiones de los títulos originales. Se limita a presentar un reto mayor con más dificultad pero no a capturar lo que lo hacía grande. Sigue siendo la saga estrella de ID Software, y las cinco o seis horas que te durará el DLC son oro puro si disfrutas de la franquicia: pero hay que saber a lo que te enfrentas de antemano. Es mucho más 'Doom', y al final del día la verdad es que no lo querría de otra forma.