El reboot de la saga o los orígenes de 'Devil May Cry' fue asignado a un estudio no oriental, como los ingleses de Ninja Theory, algo que quizás, de partida, parezca extraño tratándose de Capcom y de cómo la compañía ha dejado en manos de occidentales a la franquicia. Pero nada más lejos de la realidad hay que decir que la jugada no le ha salido nada mal. El estudio ha hecho un buen trabajo en el "nacimiento" de Dante en cuanto a mata-demonios se refiere, dándole ese toque característico del estudio que le ha sentado tan bien al título.
En esta ocasión lo jugamos en compatibles (PC), que ha salido en apenas 10 días después. La mejora gráfica es notable, y es que en nuestro ordenador podremos jugar hasta 60 FPS (frente a los 30 que tenemos en consola), algo que le viene como anillo al dedo a un hack and slash como 'DmC'. Tiene aparte unas mejores texturas y podemos elegir varios niveles de detalle gráfico, V-Sync, personalización de sombras, AntiAliasing y carga de texturas. Aunque a la hora de la verdad no es un 60 FPS nativo, ya que desarrolló con una base de 30 para las consolas y, como declaró el propio estudio, "estamos jugando a 30 FPS pero tendremos una sensación de 60". Lo cierto es que se nota un poco, pero es un hecho pasable ya sabiendo que mejora este apartado en comparación con PlayStation 3 y Xbox 360. Tenemos alguna opción más, como elegir la resolución (sí, existe 1920x1080) y poco más.
El reboot de Dante
Capcom ha querido dar un giro más de tuerca a una de sus emblemáticas sagas con este 'DmC'. Para empezar la historia girará en torno a Dante, ya conocido por todos, pero lo hará antes de convertirse en el que ya sabemos. La apariencia chocó de pleno con los fans de la saga, ya que al mostrarse la definitiva pinta del nuevo Dante, este se acercaba más a un seguidor de Justin Bieber que al caza-demonios que todos conocemos. Por lo pronto no conserva el pelo blanco, si no que lo tiene moreno, es un chaval chulesco con estilo raro, porque calza unos vaqueros de pitillo, una cazadora muy rockera o gótica y una camiseta de tirantas blanca... El peinado también es para hacérselo mirar...
El caso es que si te aguantas con lo que hay, porque Capcom quiso que siguiera este camino el nuevo Dante, no será más que una simple anécdota que lo que dio fue más que hablar del juego; ahora bien, si no te entra por los ojos mal asunto, porque hasta que no completes el juego no podrás cambiarle la apariencia.
La trama trata sobre un Dante un tanto niñato y vividor, se harta de fiestas, alcohol y mujeres. Vive en una caravana y va de listillo por la vida. Kat, una chica que aparece en la primera misión, es la que nos abre los ojos y nos enseña que el mundo que conocemos está camuflado bajo el Limbo, una réplica de lo que vemos pero con versión infernal. Los dos mundos están separados entre sí como ya sabemos, y hay portales que cruzan de uno a otro, pero no todos pueden hacerlo. Ella misma nos presenta a Vergil, que termina de explicarnos el plan que hay con los demonios y nos cuenta lo que nos pasó de pequeños.
Vergil no es más que nuestro hermano gemelo, hijos de Eva y Sparda, ángel y demonio respectivamente. Fueron asesinados por los demonios, que no aceptaron nunca la relación cielo-infierno, y porque además los descendientes de esta unión tenían poderes especiales que hacían poner nerviosos a los demonios. Esta nueva clase de ser eran los Nefilim, mitad demonio mitad ángel y con aspecto humano. Así son Dante y Vergil, y descubriremos que pasó con sus padres y llevaremos la misión de limpiar el mundo del malvado Mundus, el malo del juego.
Un Dante muy jugable
Desde primera hora que tomamos el control, y para los que vayan a hacerlo en PC les aviso que este juego no se concibe sin un pad, vemos que los movimientos son muy precisos. Tenemos una buena cantidad de combos, sin llegar a ser desorbitados pero sí un número cumplidor y que no queda en evidencia. Básicamente tenemos 3 botones de ataque y algunos modificadores de estos 3. Cada botón tiene una secuencia de 3 ó 4 golpes y otro movimiento que es el de carga, que consiste en cargar el ataque dejando pulsado un botón para hacerlo más potente.
El sistema de combate no va a sorprender a nadie pero es profundo, hablando de mis sensaciones y dado que no soy muy jugón a este tipo de títulos, me hice con el control más o menos desde el principio. Con los gatillos utilizamos armas angelicales o demoníacas, y por lo tanto, la clave está en hacer combos intercambiando los golpes de cada tipo de arma. Por ejemplo, hay algunos enemigos que llevan escudos, pues con la modalidad demoníaca es cuando se hacen vulnerables, con ataques potentes y lentos. La modalidad angelical es para ataques de poco dañinos pero muy veloces, ideal para cuando tenemos muchos enemigos y con poca resistencia.
Una vez que vamos dominando el sistema, vemos que el abanico de posibilidades es amplio, ya que tenemos ataques con el arma principal, Rebellion, la típica espada de Dante; las de fuego, que comenzamos con las legendarias Ebony e Ivory. Hacemos ataques de suelo, en el aire y los ya mencionados de carga. Más adelante recibimos Arbiter y Osiris, la primera es demoníaca y es una especia de hacha muy potente pero lenta (tiene su lista de movimientos propia, aunque las secuencias son las mismas o similares entre todas las armas), la segunda es de la parte de los ángeles, siendo una guadaña que abarca un gran espacio en sus movimientos. Más avanzado el juego recibiremos Eryx, unos puños de acero potentes y algo más rápidos que Arbiter; y Aquila, dos especies de estrellas ninja que aumentan en velocidad y potencia en comparación con Osiris. En las armas de fuego conseguimos dos más: Revenant, una devastadora escopeta; y Kablooey, un revólver que lanza granadas explosivas.
Todas las armas son mejorables, en el sentido de ampliar su abanico de combos y haciendo que los ya poseídos sean más fuertes. Cada vez que completamos una misión, nos la valoran con un rango en letras, desde D hasta S, que varían en función del tiempo que hemos empleado, los puntos conseguidos por el daño causado, los ítems que hemos recogido en la fase y penalizadores por usar objetos en nuestro favor (por ejemplo, curativos) o por las veces que hemos muerto. Todo ello se suma y podemos conseguir puntos de mejora, y me detengo un instante aquí para remarcar que las mejoras no quedan ligadas, y es que si decidimos mejorar un arma y luego nos damos cuenta que mejor haber usado ese punto para mejora un combo de otra nos vendría mejor, podemos deshacer la mejora y sumamos un punto de mejora para poder utilizar. Esto es fantástico porque si en un combate te hace falta algo específico lo puedes quitar momentáneamente para luego volverlo a poner.
¡¿Pero qué demonios?!
El juego me ha durado unas 10 horas, y lo cierto es que no se me ha hecho para nada difícil. Una vez le coges el tranquillo a las armas y los combos, empiezas a destrozarlos a todos. Quizás me hayan matado en algún jefe o tipo nuevo de demonio porque no le he pillado la mecánica para acabar con ellos a la primera, pero nada más. Además, tenemos 3 niveles de dificultad (Humano, Cazador de demonios, Nefilim), y sin querer lo comencé en la más alta, Nefilim, y cuando me di cuenta decidí seguir, porque la verdad es que no es demasiado exigente. He explorado los mapas para conseguir ítems y lo dicho, unas 10 horas me ha durado.
Por cada fase hay esparcidos y escondidos distintos ítems u objetos. Desde las calaveras rojas, que nos dan puntos para comprar objetos como curaciones, mejoras de la barra de salud, etc.; amarillas, que nos reviven; y verdes, que nos devuelven algo de vida. El sistema funciona muy similar a los orbes de colores de la saga 'God of War' en este sentido. Además hay escondidas unas Almas Perdidas, que son torso y cabeza de algo parecido a un demonio y anclado a una pared, si las cogemos sólo sirven para que nos den más puntos al final de la misión y como objeto recolectable. Por último tenemos las llaves, que van desde bronce, plata, oro y marfil, que abren sus correspondientes puertas ocultas por el mapeado, y que contienen una serie de cámaras de desafíos, como matar a todos los enemigos antes de que se agote el tiempo o superar alguna secuencia de plataformas. Una vez completadas con éxito recibimos mejoras para nuestra salud, por ejemplo.
Por último tenemos el poder de convertirnos en una especie de modo Dios, donde casi congelamos el tiempo y vamos recuperando vida, además de ser nuestros ataques más fuertes. Esta barra se recarga con los puntos de estilo en los combates, y también tiene margen de aumento con las recompensas que compramos o ganamos.
Respecto a los enemigos diremos que el elenco es bien variado, desde los esbirros básicos, a pequeños monstruos voladores, brujas, arpías, grandes demonios con puños o sierras, otros que parecen guardianes ninja, los felinos, esbirros con escudos, etc. Todos bien caracterizados en diseño y ataques, así como la mecánica en la que hay que matarlos o las armas que les afectan. Los jefes finales también están bien, son como misiones aparte y cada combate tiene algo específico que hacer. No hay QTEs, cosa que me ha sorprendido, pero no se echan en falta. Además de todas las armas descritas anteriormente, tenemos los ganchos, que dependiendo si pulsamos el modo ángel o demonio, avanzamos hacia el elemento o movemos el elemento, respectivamente. Se usan en los combates con los jefes finales, algún enemigo suelto, pero sobre todo para las partes de plataformas.
Estas secuencias de plataformas son verdaderamente divertidas, y hay que ir encadenando movimientos, agarres, saltos y planeos para superarlas. En este sentido me ha sorprendido gratamente también porque siendo un hack and slash tan completo, tiene estas zonas y una buena implementación de movimientos que no hacen más que sumarle enteros.
En realidad Dante luce bien...
En cuanto al apartado gráfico me doy por satisfecho. Creo que no mejora ni se equipara a 'God of War: Ascension', pero cumple bastante bien. Tiene fallos como la tardía carga de algunas texturas, ya que a veces vemos plana la ropa de Dante, por ejemplo. También he encontrado algunos bugs, pero que se han solucionado reiniciando desde el último punto de control. Las misiones son del tipo tradicional, es decir, que tienen puntos de control pero que no quedan guardadas, o sea que si comenzamos una misión no podremos dejarla hasta que la terminemos, si apagamos tendremos que comenzarla desde el principio al volver a encender.
El contenido sonoro también esta a la altura, con melodías electrónicas muy cañeras compuesta por grupos como Noisia o Combichrist. Acompaña muy bien a la acción que vemos en pantalla, con terminaciones geniales cuando acabamos con el último enemigo y atenta a aceleraciones o pausas en la trama de la misión. El juego viene en castellano, tanto con voces como textos, con un doblaje es bastante aceptable, aunque noté cierta desincronización en algún momento puntual.
El juego tiene cierta rejugabilidad, ya que podemos desbloquear hasta tres dificultades más (de ahí que a lo mejor me haya parecido fácil en lo que se supone que es difícil), para coleccionar todos los objetos esparcidos por las misiones, abrir todas las puertas y conseguir recompensas, como skins para Dante o para las armas. Cuenta también con marcadores para compararlos con nuestros amigos, por ejemplo, aunque no he bajado de la nota global de misión A nunca, y muchas han sido S. Eso sí, en los combates llegar a la S vale, pero la SSS no la he conseguido más que en contadas ocasiones.
Conclusión
Lo dicho, un buen juego a tener en cuenta que ha quedado por encima de mis expectativas. Buena historia, buen desarrollo de la misma, escenarios y efectos en los mismos alucinantes, grandes combos, frenetismo en los combates, todo muy vistoso y sobretodo, divertido y enganchador.
No dura demasiado pero para lo que es creo que es su justa durabilidad, me ha parecido algo facilón en general. Tiene algunos fallos técnicos menores, pero que no empañan al juego en su concepción total. Sin más que añadir me retiro diciendo que 'DmC' es una de las mejores apuestas que hay ahora mismo sobre la palestra en cuanto a hack and slash puros con toques de plataformas, un juego muy fluido y profundo para disfrutar desde ya.