El 2 de Febrero 2017 | 07:47
'Diluvion' es un videojuego indie de exploración subacuática desarrollado por Arachnid Games y editado por Gambitious Digital Entertainment después de que consiguiera financiarse en Kickstarter con 10.000$ más del objetivo principal. Según sus autores, sus principales bazas a favor son precisamente la libertad de exploración combinada con combates en tiempo real en un universo que mezcla un mundo en tres dimensiones con interiores planos. Una pizca de gestión de equipo, otra de mejora de habilidades y vehículos, y finalmente una trama sobre una civilización abocada a vivir bajo agua tras una gran inundación. Hay que estar atentos al concepto "combinación" porque 'Diluvion' va a intentar seducirnos metiendo varias buenas idea en una cocktelera y sirviéndonos el resultado en una bonita copa adornada con una sombrillita de colores. Entra por los ojos, está fresquito, pero deja un regusto amargo.
Al comenzar la partida se nos darán a escoger tres naves subacuáticas que vienen a representar las tres clases más básicas y típicas de los videojuegos: Glaciem MK. VI "Diamond" es el submarino rápido pero con poca potencia para el combate, Mariana es la nave potente, resistente y lenta, y Iron Minnow es el más balanceado de los tres. Como era mi primera partida y no sabía lo que iba a encontrarme me decanté por Iron Minnow, el submarino más equilibrado y el que supuse más versátil a la hora de enfrentarme a un mundo desconocido. Podría decir que no fallé en mi elección; durante mi viaje me di cuenta de que no necesitaba más velocidad, aunque tampoco me hubiera venido mejor ser demasiado lento, y la potencia de mi máquina era algo que podía ir mejorando con las habilidades que iba adquiriendo por aquí y por allí.
Controles manuales para un buen gamefeel
El submarino se mueve hacia la dirección a la que apuntemos con la retícula -que se controla con el ratón o el joystick del mando, en su defecto- y la velocidad la marcaremos nosotros con unos controles que me han llegado a recordar al manejo del barco de 'Assassin's Creed IV: Black Flag': en el juego protagonizado por Edward Kenway cada vez que queríamos ir más rápido dábamos la orden de desplegar más velas y viceversa, en 'Diluvion' somos nosotros quienes escogemos la velocidad con una especie de palanca que dota al juego de una sensación de control manual del submarino. Full, Medium y Slow son las velocidades en las que podremos movernos -tanto para delate como para atrás- a través de las profundidades marinas, además de una especial que sirve como turbo pero para la que se requiere combustible extra y limitado. Con la decisión de introducir este sistema de movimiento en 'Diluvion' el juego gana en gamefeel, ya que hace sentir al jugador que realmente está a los mandos de un submarino. Punto a favor.
Una vez que te haces con los controles de la máquina -quizás esto cuesta un poco al principio, sobre todo si se juega con mando- explorar los mares resulta realmente satisfactorio, por eso molesta tanto que los componentes de tu tripulación paren la acción tan a menudo: cada dos por tres los marineros solicitarán tu presencia y te harán entrar en el submarino para preguntarte o explicarte cualquier cosa que no aporta mucho a lo que estás haciendo. La narrativa no está bien llevada, porque por una parte los diálogos interrumpen la acción sin necesidad, pero por otra los scripts no lo hacen, cuando en realidad esos momentos son en los que el juego debería pararse y decirte: "eh, mira aquí que está sucediendo algo importante". En un universo submarino puedes ir y mirar a cualquier dirección, así que si vas a meter scripts en tu juego ambientado debajo del mar más te vale asegurarte de que cuando vas a hacer que ocurra algo, el jugador esté mirando hacia ese punto, y 'Diluvion' no lo hace.
Los detalles su punto débil
La exploración funciona bien hasta que toca ser minuciosos. En el momento en el que tienes que aproximarte a un sitio concreto el manejo del submarino se vuelve en tu contra y en más de una ocasión acabas maldiciendo al programador al que se le ocurrió semejante invento. Realmente toda acción que suponga un comportamiento más delicado por parte del jugador va a resultar frustrante en 'Diluvion'. El combate es uno de los aspectos jugables que más flaquean en este sentido: los objetivos pueden aparecer por cualquier lado y la falta de precisión de los controles convierte cada batalla -ya sea con otras naves o con los monstruos marinos que aparecen de vez en cuando y hacen las veces de jefes finales- en un caos total. Pero no un caos controlado ni disfrutable como puede ser el de un SHMUP, sino en uno con el que dan ganas de cerrar el juego.
A pesar de que el concepto de 'Diluvion' tiene una vertiente de gestión de grupos, inventarios y del propio submarino, la ejecución final termina siendo la de un juego de acción pura y dura. Es cierto que puedes ir reclutando y recogiendo personajes para que se unan a tu cuadrilla de marineros, pero al final acabarás disparando a saco contra los objetivos, con la única diferencia de que tu equipamiento será mejor o peor dependiendo de los aliados con los que te hayas hecho. No estamos ante un 'Darkest Dungeon' o un 'Faster Than Light' en el que las habilidades de los personajes sean determinantes para el desarrollo del videojuego, sino que aquí es el jugador en última instancia el que, con sus dotes de disparo, decidirá si es capaz de sobrevivir a la aventura que el juego propone.
En ese aspecto tampoco ayuda el poco detalle de los menús contextuales, que no aportan demasiada información y presentan un diseño más bien tosco. De hecho, en la versión en inglés ('Diluvion' está disponible en inglés, ruso, polaco, alemán y francés) puedes encontrarte con textos que por error siguen en polaco, tanto en los menús como en las conversaciones. Supongo que es un simple fallo fácil de corregir con un pequeño parche, pero a mí me ha manchado la experiencia en ciertos momentos.
Lo mejor, su ambientación
Sin duda lo mejor de 'Diluvion' es su ambientación, en la que por cierto se vislumbran influencias del genial 'Beyond: Good & Evil'. El diseño de su universo enamora desde el primer tráiler y cuando te ves inmerso en él no puedes evitar sentirte como un viejo lobo de mar que se las sabe todas pero aun así debe estar al tanto de los envites de una sociedad subacuática a la que le quedan pocas referencias de cómo era la vida en la superficie. Mala decisión, a mi parecer, la de combinar entornos en 3D low-poly con interiores planos de estilo cómic: ambas facetas parecen sacadas de dos juegos totalmente distintos, creando una fuerte disonancia entre ellas. Eso sí, la genial banda sonora ayuda a estrechar esa brecha gracias a sus tonos casi piratescos.
Un cocktail de buenas ideas pero mal ejecutado
En general 'Diluvion' es el extraño resultado de una combinación de elementos que no han terminado de cuajar bien. La exploración tiene su punto, pero se ve truncada en momentos claves por conversaciones que no aportan demasiado contenido a la trama. Además en ciertos momentos moverte por el entorno es ciertamente caótico, aunque no más que sus combates, el único momento en el que los controles no dan lo mejor de sí y hacen que el jugador se pierda intentando descubrir dónde está el objetivo al que tiene que disparar. Su diseño artístico hace todo lo posible para crear una buena ambientación, y casi lo consigue; una vez más la mezcla no cuaja en 'Diluvion' y su faceta de 3D low-poly parece totalmente inconexa con los interiores en 2D de estilo cómic. Se podría decir que 'Diluvion' se disfruta más cuando el propio juego no te exige ser minucioso, pero son los pequeños detalles los que hacen que este título resulte una experiencia poco satisfactoria.
Lo mejor:
Su ambientación marina es excelente.
La exploración es muy satisfactoria cuando no se interrumpe.
El control básico del submarino te sumerge en el universo del juego.
Lo peor:
Es una combinación de elementos que no termina de cuajar.
Tiene muchos fallos técnicos, como la mezcla de idiomas.
Sus combates son caóticos.