El 25 de Febrero 2021 | 18:00
Hablar de 'Destruction All-Stars' es algo complicado. El título fue revelado como uno de los grandes exclusivos de PlayStation 5 cuando Sony dio a conocer la videoconsola. Era llamativo cómo intentaba mezclar ideas de diferentes géneros para crear algo que fuera propio. Había dudas sobre si el formato funcionaría llegado el momento.
Pero eso tendría que esperar. 'Destruction All-Stars' no podría cumplir con su fecha inicial de lanzamiento junto con la máquina de Sony; en su lugar se trasladaba tres meses al futuro, y llegaría como juego gratuito del servicio PS Plus. Un trato interesante que animaba a todos los poseedores de la consola a darle una oportunidad y así activar su centro multijugador. El precio real, sin embargo, sería algo que comentar aparte.
Todos están aquí
La gracia de 'Destruction All-Stars' es la de reunir dieciséis atípicos héroes en una misma arena de combate. No se trata de un juego de lucha, sino de conducción... En parte. Nos montamos en un vehículo, arrasamos y golpeamos en nuestro camino y, a su debido tiempo, nuestro coche es destruido. Entonces pasamos a jugar como peatones, y podemos provocar más caos a pie o buscar un sustituto de cuatro ruedas para seguir con nuestro mar de destrucción.
Suena algo más caótico de lo que realmente es. Todos los modos de multijugador trabajan en base a este aspecto que comentamos, la dinámica entre conducir y correr. La mayor parte del tiempo lo pasamos en el coche, y cuando estamos fuera de él es que corremos grave peligro. Al final los momentos peatonales sirven más como anécdota que como norma, aunque no significa que se quede de lado del todo. Podemos llamar a barricadas y subirnos a vehículos enemigos para robarlos o mejor, destruirlos con los pilotos dentro. Es algo de caos que da vida a la fórmula.
Tenemos con nosotros tres tipos de vehículos para hacer cada partida algo más variada, pero la verdad es que apenas hay diferencias remarcables entre ellos. Algunos tienen algo más de resistencia, otros sin ligeramente más rápidos. Sobre la teoría parece que pueda haber diferencias cruciales que puedan marcar la victoria o la derrota a la hora de la verdad. Podemos intentar tirar por unos más que por otros por nuestros gustos personales, pero poco más.
Para disfrutar de los engranajes volando y las piezas metálicas cayendo como lluvias tenemos cuatro modos en el multijugador. Cada uno de ellos se diferencia bien del resto, aunque se resuman en destruir y machacar en palabras cortas. Mayhem es lo más parecido a un modo libre donde acumulamos puntos por hacer el cabra, Gridfall es a vida o muerte con sólo una posibilidad de vencer o fracasar y Carnado y Stockpile nos animan con unas partidas en equipo. Sirven con su función, pero con la poca variedad de escenarios y lo poco que destacan entre ellos se la gracia se agota muy rápido.
Poco estilo, cero personalidad
Uno de los puntos clave sobre los que se construye 'Destruction All-Stars' es su variedad de personajes controlables para las partidas battle royale. En el momento de lanzamiento del juego hay dieciséis héroes disponibles, cada uno de ellos con su propio estilo, personalidad y ataques especiales exclusivos. Es algo semejante a otros títulos como 'Overwatch', donde la gran variedad de personajes hace que se generen fans por cada facción de forma interesante.
El problema es que los personajes de 'Destruction All-Stars' no despiertan las mismas emociones que el celebrado título de Blizzard. Es difícil recordar todas las caras y nombres cuando sólo parecen tener consigo un estilo artístico sin carisma. Tampoco es que sepamos mucho sobre ellos: podemos celebrar que representan diferentes naciones, pero poco más. Sus personalidades se resumen en un rápido cliché y no se queda con ellos una manera de actuar ni tampoco acciones propias. Algunos destacan más que otros, pero por poco.
Este problema empeora gravemente con la falta de equilibrio entre ellos. Como comentamos todos tienen una habilidad exclusiva, incluyendo poder llamar a sus propios vehículos con habilidades propias. Estas tienen diferentes utilidades, como volverse invisibles, activar un escudo defensor o dejar un rastro de fuego que dañe a los enemigos que nos persigan. Suena bien en la teoría, pero en la práctica se queda muy a medio gas por lo increíblemente fuertes que son algunas de estas habilidades y lo inútiles que resultan otras. Se suele ver ciertos personajes rotarse por su utilidad en el PvP mientras que otros están abandonados a tan sólo unas semanas del lanzamiento.
Esto podría cambiar en el futuro. El título planea seguir añadiendo contenido en los próximos meses, detalles como más trajes, optimización en el equilibrio en los modos de juego, de todo. El futuro de 'Destruction All-Stars' no está escrito en fuego, aunque por el momento no nos convezcan algunas de sus prácticas. Será difícil, por ejemplo, lograr otorgar carisma a los personajes con añadir contenido sin que se cambie drásticamente lo ya disponible.
Contenido escaso
El problema de la falta de magnetismo con los protagonistas podría solucionarse con una campaña para un jugador con niveles, desafíos y cinemáticas que nos presentaran a cada uno de ellos. La buena parte es que eso existe en el modo Serie de desafíos, donde seleccionamos a uno de los héroes y le acompañamos por unos cortos niveles que también nos sirven como introducción antes de saltar al multijugador. Lo malo es que son de pago.
Es un extraño movimiento por parte de Sony que deberíamos haber sospechado cuando el juego se retrasó para ser incluido directamente como un título gratuito de PS Plus. Nadie regala nada, mucho menos 'Destruction All-Stars'. Sólo una de las campañas es gratuita, lo que significa unos pocos niveles y unas cinemáticas sin mucha gracia que, bueno, al menos nos presentan al personaje un poco y sus conflictos con otros héroes.
Por lo demás, todas las campañas son de pago, tanto las tres actuales como las que estén por venir. Sí, el número de estas es muy pequeño, claramente por las prisas dadas para que el lanzamiento llegara a tiempo. No es lo único de pago: trajes adicionales, la mayoría recolores, amotes... Todo lo que viene siendo más allá del juego base. Una práctica que se usa en títulos free to play, pero que en un título que se iba a poner a la venta a un precio completo es absolutamente inaceptable. Eso sí, si se mantiene como un juego de acceso gratuito de forma permanente en el catálogo de PS5 podría ser un caso aceptable, aunque habría que verlo en base a que es uno de los juegos del mes de febrero de la suscripción en línea.
Conclusiones
Lo que esperábamos con el lanzamiento de PlayStation 5 no está en 'Destruction All-Stars'. Es un título que puede servir para entretener una o dos tardes, pero no consigue cautivar ni con sus propuestas jugables ni con sus personajes. De haber incluido una campaña completa sin gastos innecesarios adicionales podría haber servido como un juego más sustancial para entretener a los propietarios de la consola en estos meses de espera a los grandes títulos. Al final se queda a medias con todo lo que se proponía y se convierte en un entretenimiento más que no dejará marca en prácticamente ningún jugador. Es la peor falta que podía cometer: ser fácil de olvidar.
Lo mejor:
- Aprovecha los rápidos tiempos de carga de la consola.
- Es teóricamente gratuito.
Lo peor:
- El exceso de monetización para el poco contenido que aporta.
- La falta de carisma y encanto en los personajes.
- Genérico en la mayoría de sus apartados.