El 6 de Abril 2021 | 19:30
En los últimos años hemos estado viendo cómo jugadores y no jugadores se ven seducidos por los encantos de los teclados mecánicos y más recientemente cómo lo que empieza a interesar son construcciones más pequeñas de los mismos con formatos como los TKL al 60% e incluso al 40%.
No renuncies a nada
Aunque esta tendencia esté cada vez más presente en los usuarios de ordenadores, los teclados completos están lejos de pasar de moda y entre ellos uno de los modelos que reina con fuerza es la gama BlackWidow de Razer, cuyo modelo V3 hemos estado probando durante algunas semanas con grandes sensaciones.
Antes de dar el salto a este teclado mi habitual en los últimos años ha sido un Corsair K63 que ahora me arrepiento de no haber jubilado un poco antes. Con mis últimos teclados me había estado costando bastante escribir párrafos enteros sin fallar ni una sola pulsación y siempre lo he achacado a lo torpe que es uno, por mucha experiencia que pueda tener con estos periféricos.
Resulta que la separación de las teclas que permite un teclado completo como el Razer BlackWidow V3 y lo cómodos (a la par que ruidosos) que son los switches verdes que incluye nuestro modelo han servido para que este problema me deje de molestar y pueda escribir de una forma mucho más fluida. A pesar de esa resistencia de clic que tienen son realmente suaves tanto para jugar como para labores de escritura, encontrándome considerablemente más cómodo en ambas tareas desde que he cambiado a este nuevo teclado. Para los más sensibles al ruido de los teclados mecánicos hay opciones como los switches naranjas y amarillos de Razer, ambos preparados para hacer menos ruido que los verdes pero con otras sensaciones al tacto.
Visualmente tenemos un producto que obviamente no pierde la oportunidad de sacarle partido a la tecnología Razer Chroma RGB presente en casi todos los productos de la marca. Esto significa que las teclas de ABS de doble inyección (lo que asegura durabilidad y una construcción robusta) se ayudan del armazón transparente de los switches para dejar pasar la iluminación LED, que es altamente personalizable. Precisamente por querer que este aspecto brille tanto las teclas son difíciles de ver si tenemos la iluminación desactivada. Aunque si lo que quieres es un teclado sin RGB difícilmente vas a acabar en una marca como Razer.
Respecto a la mencionada personalización. Ya es más que conocido lo útil que resultan programas como Razer Synapse y Chroma Studio para poder darle color a nuestros periféricos de Razer e incluso sincronizar los efectos de luz entre todos ellos. En este caso se nos permite personalizar todas y cada una de las teclas del teclado con todo tipo de colores, efectos y movimientos para convertirlo en un viaje de LSD si es eso lo que nos va. También podemos crear personalizaciones sobrias que sirvan solo para iluminar las teclas y es importante tener en cuenta que cualquier personalización se pierde si no tenemos en segundo plano Synapse ejecutándose en nuestro ordenador.
Hasta aquí más o menos lo esperable en la tercera evolución de un teclado que ha demostrado ser sumamente cómodo y eficiente casi para cualquier uso que necesitemos darle. Pero hay algunos puntos clave que hacen del Razer BlackWidow V3 algo diferente a sus predecesores y a ciertos modelos de la competencia. Especialmente útil es el sistema que se ha elaborado para las funciones multimedia, que resulta un paso adelante frente a ideas que Razer ya había aplicado antes.
En la esquina superior derecha tenemos un rodillo horizontal que podemos girar y pulsar junto a un solo botón circular. La combinación de ambos elementos puede darnos todo el juego que queramos gracias al programa Razer Central, que también permite cambiar la función de todas y cada una de las teclas del teclado a placer, como era de esperar.
Por defecto la función de estos botones multimedia es la de subir y bajar el volumen girando el botón alargado, así como silenciar y devolver el sonido a Windows al pulsarlo. Mientras que el botón permite parar y continuar con un vídeo o canción con una pulsación, pasar a la siguiente con dos o volver atrás con tres. Todo esto es tan personalizable como queremos y si queremos, por ejemplo, que el rodillo aumente el zoom de la cámara en un juego de estrategia nada nos impide configurarlo en uno de los perfiles del teclado para usarlo de esa manera. La solución de Razer para ahorrar un poco de espacio resulta sobresaliente y está realmente bien rematada.
En general el Razer BlackWidow es la experiencia clásica de un teclado mecánico completo, con todas las ventajas que ofrece ser un producto de Razer a nivel de personalización y materiales, con el añadido de unas teclas multimedia que además de originales son muy funcionales y un resultado sobresaliente en todo. Únicamente nos habría gustado que las teclas fueran un poco más visibles con el RGB apagado y que el reposabrazos (que es de plástico duro) estuviera unido al teclado aunque fuese imantado.
Lo mejor:
- Lo switches verdes, aunque ruidosos, son realmente satisfactorios de usar.
- Las opciones de personalización son del más alto nivel.
- Buena gestión del espacio con las teclas multimedia.
Lo peor:
- Sin el RGB no será fácil usar el teclado si escribís mirando.
- Algún tipo de unión para el reposabrazos habría ido bien.