Análisis 'Dead Synchronicity: Tomorrow Comes Today' para PS4

Orgullo patrio. Esa es la sensación que se te queda después de jugar a un título como 'Dead Synchronicity: Tomorrow comes today'. Si recordáis, este juego ya fue GOTY nacional para Zonared el año pasado, uno de los ejemplos más claros de la gran calidad y creatividad que existe en la industria nacional.

En abril del año pasado llegaba la versión final del juego de Fictiorama a PC, del cual ya analizamos dicha versión. Después de cosechar grandes críticas entre la prensa especializada, hizo su salto a tablets, hasta el día de hoy, que lo tenemos disponible para PS4 con una edición coleccionista muy interesante.

Con el sobrenombre de 'Tomorrow Comes Today', este título es el mismo que ya pudimos disfrutar hace un año y medio en PC, pero en formato físico junto a un póster ilustrado, una guía del juego y la banda sonora original, un artículo muy recomendable, sobre todo por el gran apartado artístico y musical que atesora el juego.

Pero para aquellos incautos que todavía desconozcan este título español, nos encontramos con una aventura gráfica clásica con una jugabilidad Point & Click. En este juego no controlamos a nuestro protagonista, sino que con un indicador vamos dándole órdenes al personaje. Un tipo de género que parecía ya perdido, y que durante los años 90 tuvo su gran apogeo con ilustres sagas como la de 'Monkey Island'.

Sin duda es de agradecer que haya estudio que todavía se arriesguen con estilos de juego que quizás no tengan un seguimiento popular, pero que de seguro todavía conservan un público muy fiel.

Sin recuerdos en un mundo nuevo

Una de las grandes claves de 'Dead Synchronicity' es su historia y su guión. Sin querer ahondar mucho en él, ya que os recomendamos encarecidamente que lo disfrutéis en su plenitud, el juego nos transporta a la nueva vida de Michael. Este misterioso personaje se despierta en un mundo arrasado por un fenómeno denominado "la Gran Ola". Para complicar más el asunto, nuestro protagonista ha perdido la memoria, por lo que no se acuerda ni cómo llegó al campo de refugiados donde se haya, ni de su pasado.

A esta situación ya de por si tan compleja, se le suma que en el lugar donde se haya confinan a la población casi como a ganado, malviviendo entre chatarras y basura, y con un grupo del gobierno que secuestra y asesina a placer.

Éstas son las connotaciones básicas que debéis saber del juego, exponeros más del mismo sería un atropello a horas y horas de interesantes conversaciones y un guión perfilado cual obra de misterio y suspense.

Indagar, hablar y descubrir

Como suele pasar en los juegos de este género, nos encontramos con un título lento, del cual debéis pasar mucho tiempo conversando, preguntado y leyendo. A pesar de que no es un título para todos los públicos, lo cual no es negativo, ya que lo hace perfecto para el público al que va dirigido, y no se deja mermar por características más comunes de títulos de ámbito más comercial.

Como ya se ha expuesto, nuestro objetivo en el juego será resolver los diferentes enigmas que rodean a Michael, y todo ello utilizando nuestro ingenio y nuestra capacidad de razonamiento. Al ser un Point & Click, tenemos que ir observando cada detalle del escenario para que no se nos pase nada inadvertido, ya que cualquier cosas que pasemos por alto, puede ser fundamental para el devenir de los acontecimientos.

Para ayudar al jugador, Fictiorama ha introducido una función de ayuda pulsado el L2, con el cual se desvelan todos los puntos de interés del escenario. Sin duda es una herramienta para cuando estemos perdidos, aunque la esencia del juego es esa, sentir el mismo desazón que nuestro protagonista por no saber lo que hacer. Por ello, este botón de ayuda debe ser vuestra última y desesperada baza, puesto que completar el juego de esa forma, hace que el mismo pierda en profundidad y complejidad de forma muy notoria.

Michael también porta una maleta donde guardamos los diferentes enseres que vayamos recogiendo a lo largo de nuestro viaje. Este equipaje, el indicador y nuestro raciocinio son todas las herramientas que se necesitan para jugar a 'Dead Synchronicity', y en esa sencillez es donde reside el gusto por este juego.

Otra de las claves fundamentales del juego son las conversaciones. Tener paciencia y hablar con todo personaje que se nos cruce es vital. Ya sea un vagabundo o alguien que parezca que no tiene interés. Es cierto que algunas conversaciones son algo tediosas en ocasiones, explicando de forma demasiado larga ciertos hechos que al final no son muy relevantes, pero en general estamos antes charlas profundas, donde se observa una fusión de miedo y frustración por la situación que viven cada uno de los personajes.

Empatizar con Michael es algo que conseguiremos casi desde el primer instante. Las continuas incógnitas sobre su persona hará que se creemos un gran apego con el protagonista, y hagamos su historia la nuestra. En general estamos ante un juego que reivindica todo lo bueno que tiene un género como el de las aventuras gráficas. Si os gusta este tipo de títulos, 'Dead Synchronicity' no os va a decepcionar en cuanto a su jugabilidad.

Un arte con estilo propio

Y por lo que seguro que no os va a defraudar el juego de Fictiorama es por su apartado artístico. Tenemos que diferenciar este aspecto del gráfico. En lineas generales el apartado técnico cumple, en ciertas ocasiones los movimientos del personaje son demasiado robóticos, o vemos que se mueve de forma algo incongruente, pero en líneas generales cumple con su cometido.

¿Pero qué nos quiere transmitir Fictiorama? Sencillamente que cada pantalla del juego sea un lienzo, y la verdad que lo consigue de forma plena.

Cada detalle de los de los diferentes lugares que recorremos está cuidado al detalle, nada está por rellenar, e incluso la forma algo particular de los personajes también encaja al 100%. Durante las cinemáticas, el juego se transforma en las hojas de un tebeo, con movimientos suaves y rítmicos que compaginan a la perfección la sensación de tristeza y pesadumbre que quiere mostrar el juego.

Sus escenarios cuentan con una paleta de colores con tonos oscuros como eje de todo, pero a su vez, se muestran colores cálidos, rojos o naranjas, que de forma muy lógica rompen con esa línea general, dando como resultado un espectáculo pincelada tras pincelada.

Existe una pega, la cual puede tener explicación o no, y es su doblaje solo al inglés. Es evidente que el juego tiene que estar en el idioma de Shakespeare por temas de difusión, hasta ahí todo correcto, pero lo que no debería ser tan normal, es que muchos juegos marca España no lleguen doblado a nuestro idioma. En este título, por desgracia, vuelve a suceder, y hubiera sido la guinda del pastel poder contar con un doblaje al castellano igual de bueno que el resto de apartados artísticos.

A pesar de ello, este es un ejemplo de un juego que llega a transmitir tan solo con ver lo que nos rodea en la pantalla, sin necesidad de leer nada o que el personaje realice ninguna acción, un conjunto artístico encomiable, que revaloriza al videojuego como pieza fundamental dentro de la cultura artística.

Y como no podía ser menos, la banda sonora también va a tono con el arte que muestra el juego. Pero no solo por su melodías basadas en sonidos lentos y de pesadumbre, sino también por la magnifica gestión del silencio que se hace en el título. Existen momento que la nada es el mejor acompañante para transmitir un sentimiento o percepción, y esa combinación de música y silencios es grandiosa durante toda la aventura.

Sin duda nos encontramos con un trabajo arduo y concienzudo por parte de Fictiorama, del cual solo podemos tener alabanzas.

Conclusión

'Dead Synchronicity: Tomorrow Comes Today' es un auténtico homenaje a las aventuras gráficas clásicas, y otro exponente más del potencial de la industria del videojuego española. Con una historia impactante, profunda y madura, y con un apartado artístico encomiable, se hace imprescindible para todo fan del género. Su salto a PS4 es una gran noticia, y más aun si cabe, con la edición tan completa con la que llega a las tiendas.

A pesar de no ser un juego perfecto, y que puede que no guste a todo el mundo, el drama interno que vive Michael hará no solo que reflexionéis, sino que también os haga salir de esa mala praxis de juegos donde solo importa el contenedor y no el contenido. Darle una oportunidad a este juego será uno de los mayores aciertos que podáis tener.