El 8 de February 2023 | 20:07
Como gran amante del género del terror, ya sea en la literatura, el cine o los videojuegos, puedo deciros que hay ciertas obras que te marcan. De alguna forma, suponen un punto de inflexión a través del cual miramos el resto. Allanan el camino para determinar qué elementos forman parte de un género. A veces, como fue el caso de 'Resident Evil' en su día, incluso utiliza esos elementos (ya conocidos) para perfeccionarlos e inventar (o apodar) un subgénero como tal. Para mí, e imagino que también para otros muchos, ese punto de inflexión llegó con 'Alien: el octavo Pasajero. No la vi en el año 1979. Entre otras cosas, porque ni siquiera había nacido. Pero eso dice aún mucho más de lo buena que era: trascendió a varias generaciones. Y los años nunca pasan para ella. ¿El motivo? Creo que son justamente todos esos elementos los que han inspirado a otros muchos a posteriori.
¿Qué está pasando aquí?
No hablaré largo y tendido de todo lo que aquella película de Ridley Scott hacía bien o mal, ya que eso daría para un reportaje entero. Pero es cierto que hay ciertos elementos ahí presentes que para mí son imprescindibles para el género, incluso aunque no lo definieran por sí solos. Desde la sensación de indefensión de los protagonistas, hasta la soledad de todos los afectados por el foco del terror, pasando por una narrativa inmersiva, personajes carismáticos incluso si son secundarios y, por supuesto, la capacidad de generar terror más allá de lo visual y tangible. Si os fijáis, los videojuegos que más han triunfado en el género, como la propia saga 'Resident Evil' y 'Silent Hill', cumplen sobradamente con todos esos elementos.
Aunque lo más importante es que, de vez en cuando, también aparecen juegos, películas y obras literarias capaces de sumar a todos esos elementos señas de identidad muy marcadas. Capaces de recordarnos a las obras que nos han marcado, pero siendo lo suficientemente independientes para que las recordemos por sí solas. Y uno de esos juegos es 'Dead Space'. Es harto complicado resumir el juego original de 2008 con una sola frase. Pero me atrevo a decir que el título de Visceral Games reunió lo mejor de 'Alien: el octavo pasajero', del primer 'Resident Evil' y, por supuesto, de 'Resident Evil 4'. Y a todo eso le añadió ese componente identitario único, que en este caso era de extrema calidad: los necromórfos y todo lo que implicaban a nivel jugable.
En el espacio nadie oirá tus gritos
A partir de ahí, el resto de la historia ya la sabemos: la ambientación espacial y de ciencia ficción puso la guinda del pastel. La narrativa combinaba muy bien las tendencias del momento, con escenas hechas con el motor del juego, con todo aquello ambiental, con escenarios que nos hablaban sobre lo que había ocurrido ahí y documentos que certificaban lo que habían pasado todos aquellos que ahora habían dejado la nave Ishimura como un completo fantasma. Además, el juego estuvo a un nivel altísimo en todos sus apartados: desde lo técnico, donde fue puntero para una generación que todavía no había acabado de despegar, hasta lo jugable, con un excelente ritmo y unos controles exquisitos.
Después llegaron sus dos secuelas. La primera de ellas, un título fantástico que sirvió para aplicar ese típico "más y mejor" que a veces parece fácil pero que solo unos pocos son capaces de cumplir a rajatabla. Y la tercera parte, bueno. Digamos que se centró demasiado en la acción, aunque incluso así me sigue pareciendo uno de los mejores títulos de acción de la generación de PS3 y Xbox 360. Sin embargo, tras su lanzamiento en 2013, quedaron claras dos cosas. Por un lado, que la fórmula había quedado algo estancada; por otro, que el potencial del lore y el universo de 'Dead Space' era inmenso. De ahí que apareciera algún que otro spin-off, así como libros y demás productos derivados.
Era el momento
Por otra parte, ese salto de 'Dead Space 3' a la acción no fue casual. Incluso la propia saga 'Resident Evil' apostó claramente por aparcar el terror en la generación que muchos tildaron de "la generación de los shooters". Y poco a poco, el género se fue apagando. Hasta el punto de que las sagas más importantes (también le ocurrió a 'Silent Hill') tuvieron sus peores entregas en esa época. Además, de no haber sido por los títulos independientes y compañías como la a veces excesivamente criticada Bloober Team —entre otras muchas—, quizá no estaríamos viviendo una segunda época dorada del género. Hoy en día, las compañías han encontrado el camino para conseguir ofrecer títulos con un gran equilibrio entre el terror y la acción, ofreciendo interactividad sin renunciar a una buena narrativa. Y eso se ha traducido en ventas por encima de lo que normalmente permite un género así.
Por todo eso, está claro que 2023 era el mejor momento para lanzar 'Dead Space Remake'. Han pasado ya 10 años desde el lanzamiento de 'Dead Space 3'. Y ningún otro juego de terror ha conseguido rellenar el hueco que esta IP había dejado. Ni siquiera el reciente 'The Callisto Protocol' ha calado tan fuerte entre los fans del título original de Visceral Games. Además, el juego llega en un momento en el que las nuevas consolas permiten hacer cosas que le sientan de maravilla a la estructura del juego original. Y lo cierto es que, como veremos en el análisis, el trabajo de EA Motive ha sido excepcional. A todos los niveles y no hay ni un solo "pero".
El Frosbite en estado de gracia
De entrada, si alguien tenía alguna duda al respecto, este nuevo 'Dead Space' es un proyecto de gran presupuesto. Un juego en el que EA no ha escatimado para perseguir un objetivo que, a mi parecer, han logrado con creces: emocionar al fan del juego original y poner encima de la mesa un clásico renovado para marcar a una nueva generación de fans del terror. Visualmente, este remake es una auténtica locura. Cuando empiezas a jugar, sorprende, pero a medida que vas avanzando, el juego va marcando territorio. La primera vez que sales al espacio exterior, con tu lucha contra el primer gran jefe, en tus primeras incursiones con la gravedad cero, en tus viajes con el monorraíl y un largo etcétera.
Sinceramente, cuando terminas 'Dead Space', entiendes que las compañías tienen que dar un paso al frente y empezar a ser valientes para sacar los juegos únicamente en sistemas de nueva generación. O eso, o bien partir de la versión mayor para realizar el "port". Ver de lo que es capaz el motor Frosbite, al igual que ocurre con Capcom y el RE Engine, asusta tanto como un necromórfo saliendo de un conducto de ventilación inesperadamente. Es magia negra, como si EA hubiera hecho un pacto con la mismísima Efigie. La iluminación de este remake es excelsa, aparte de que tiene un papel jugable que no estaba en el juego original. Además, el diseño de los personajes hace que el título sea mucho más realista y humano. Pero si se tiene que destacar algo, yo creo que las texturas están a un nivel altísimo (mirad de cerca el traje de Clarke). Además, hay efectos visuales que os van a dejar con la mandíbula completamente desencajada. Y cuando consigáis cerrarla, llegará otro que os sorprenderá todavía más.
Equiparable al REmake de Capcom
Puede parecer exagerado, pero vale la pena destacarlo porque el resultado final es mucho mejor de lo que se intuía previamente. Me refiero al hecho de que 'Dead Space Remake' supone un salto cualitativo (a nivel técnico) igual o superior al que consiguió Capcom con el remake del primer 'Resident Evil' para GameCube. Y quiero traer esto a colación porque no es casual; son muchos los paralelismos entre ambos proyectos. El título de GC sigue siendo considerado, por muchos, como el mejor remake de la historia. ¿Por qué? Es un ejemplo práctico perfecto de cómo poner al día un clásico inolvidable a nivel técnico respetando al máximo la estructura y la esencia (es realmente un 1:1), pero introduciendo novedades en cantidad, calidad y de forma completamente orgánica. Nunca mejor dicho en el caso que nos ocupa.
En otras palabras, 'Dead Space Remake' es capaz de ponernos encima de la mesa el mismo juego, con suma precisión y respeto, pero al mismo tiempo es capaz de introducir cambios que son tan buenos y están tan cohesionados con la obra original, que parece que siempre han estado ahí. En 'Resident Evil Remake' eran detalles como los objetos defensivos, la capacidad de los zombis para abrir puertas o las nuevas zonas de la mansión que parecía que siempre habían estado ahí (bendita Lisa Trevor), mientras que en 'Dead Space Remake' tenemos nuevos tipos de rompecabezas, desenlaces que cambian con respecto a lo que recordábamos, disparos secundarios completamente nuevos, una gravedad cero absolutamente rediseñada y exquisita y mucho más.
Nada sobra; nada falta
Lo más interesante de todo este asunto, es que, al igual que con la obra de Capcom, no hay ni una sola novedad que sobre o que vaya a crear polémica. Como mucho, podemos decir que las misiones secundarias aquí introducidas, no aportan nada nuevo a nivel jugable, siendo totalmente pasables. Pero tampoco sobran, porque se pueden completar de forma orgánica, incluso si quieres pasar del backtracking. Además, a nivel argumental son bastante chulas, ofreciendo pequeñas escenas con el motor del juego que nos ayudan a comprender mejor el papel de los personajes secundarios de la aventura.
Y hablando de los cambios con respecto al original, muchos de ellos son completamente heredados de las secuelas, lo que no solo equipara mejor el juego con estas, sino que además son novedades coherentes y realizadas a través del respeto por el trabajo de la difunta Visceral Games. Por ejemplo, ahora Isaac Clarke habla durante todo el juego. Y su narrativa está tan bien llevada, que una vez más os parecerá que siempre fue así en el juego original. Hasta que lo pongáis y veáis que ahora "os falta algo". Es un personaje carismático y habla lo justo para que el jugador siga sintiendo que está solo y que esta es una experiencia muy inmersiva en la que sentirse identificado con el protagonista.
A "pelar" necromórfos
Otra novedad heredada de las secuelas es la posibilidad de usar la kinesis para utilizar, por ejemplo, las garras desmembradas de los necromórfos y lanzarlas contra otros necromórfos para empalarlos. En cuanto a las nuevas armas, muchas de ellas han recibido nuevos modos de disparo alternativo. Entre los cuales podemos destacar algunos como la Trampalaser del Cañón Lineal o el Rayo de contacto supercolisionador. Y no son gratuitos, ya que hacen énfasis en la necesidad de utilizar siempre el arma correcta para gastar el mínimo de munición posible. Por supuesto, el sistema de desmembramiento de necromórfos, que es la gran seña de identidad de la saga a nivel jugable, sigue presente. Y con los gráficos, el rendimiento y cosas como el DualSense en PS5, es todavía más satisfactorio derrotar a nuestros enemigos.
Básicamente, por si nunca habéis jugado a 'Dead Space', nuestros enemigos son unos alienígenas amorfos que solo mueren si les destrozamos las extremidades primero. O al menos, morirán mucho antes. A veces cuesta tener el temple necesario de disparar con precisión y tranquilidad para dejar un necromórfo sin piernas y hacerlo más lento antes de rematarlo. O bien para dejarlo sin brazos y que sus ataques sean menos peligrosos. Pero cuando consigues hacerlo satisfactoriamente, sientes que no es solo un juego en el que disparar. Y sí, la Cortadora de Plasma sigue siendo una de las mejores armas que se han hecho nunca en un videojuego. Por si fuera poco, el desmembramiento de los enemigos utiliza un nuevo sistema de reducción para mostrar las capas de piel, los músculos, los huesos y los órganos de las criaturas a medida que sufren daños. Y eso da también pistas sobre el daño que han sufrido.
De noche y con cascos
Es un puñetero tópico, pero adquiere mayor dimensión con 'Dead Space': juega con cascos y de noche. Y si tienes PS5, mejor. No en vano, es uno de los juegos que mejor uso hace del Audio 3D. Ya no es solo una cuestión de saber que tienes un necromórfo detrás mientras haces frente a uno que tienes delante; también permiten disfrutar todavía más de un juego con una ambientación exquisita. Y ahí entra en juego otra novedad muy interesante de este remake: el sistema dinámico de generación de encuentros. ¿Qué significa eso a la práctica? Tan simple como que el juego es capaz de generar 1.200 eventos únicos y una gran variedad de combinaciones. Desde un necromórfo que aparece en un momento inesperado y de un lugar muy concreto, hasta todo tipo de sustos relacionados con diferentes elementos del escenario. El resultado final es que, incluso en momentos de tranquilidad, pegarás algún salto del sillón. Y nunca te sentirás seguro en un ascensor, de verdad.
De todas formas, hay que recordar que este remake llega en pleno 2023. Y eso, más allá de lo relacionado con los gráficos, implica poner el título al día para los tiempos actuales. Y a nivel de calidad de vida, hay mejoras muy interesantes. Por ejemplo, el nuevo sistema de mejoras del equipamiento. En esencia, funciona de forma similar a como lo hacía en el juego original, con el uso de Nodos para conseguir mejoras de nuestras armas o nuestro traje. Sin embargo, ahora hay nuevas habilidades y se han eliminado los molestos espacios en blanco, por lo que cada nodo siempre nos dará una mejora. Además, hay que encontrar objetos para ampliar la hoja de ruta de cada arma.
De cuestionable a brillante
Pero, a nivel subjetivo, os seré muy sincero: la novedad que más me ha gustado es la forma de enfocar la gravedad cero. En el juego original estaba bien, porque aportaba variedad y era muy original y rompedor para la época. Pero es lo que peor ha envejecido desde 2008. Esas secciones eran encorsetadas y muy limitadas. Y por eso, se cambió en 'Dead Space 2'. Ahora, el remake toma como testigo ese mismo cambio y lo aplica de forma que nos da absoluta libertad para movernos libremente a través de los propulsores del traje. Y al haber rediseñado esas zonas, ahora se trata de secciones inmensas, con buena exploración y técnicamente apabullantes. Los controles, además, son muy buenos y resultan altamente satisfactorios. Y lo dice alguien que de vez en cuando sufre mareos con estas cositas. Incluso hay algunos rompecabezas que se han aprovechado de ese rediseño y que son muy inteligentes y divertidos.
Y ojo que todavía hay más. Cuando EA Motive nos dijo que el juego no tendría tiempos de carga, no solo no estaba vacilando, sino que se escondían otros trucos bajo la manga. En efecto, a nivel de rendimiento es un gusto no tener que esperar nunca para seguir jugando. Pero para la Ishimura, ese cambio va mucho más allá. Ahora, la nave es como la mansión del primer 'Resident Evil', con todas las estancias interconectadas y pudiendo volver a cualquier lugar en cualquier momento (con alguna que otra excepción, claro está). Pero es que Motive ha aderezado eso con otra novedad muy chula: la inclusión de tarjetas de seguridad. Muy a lo 'Metal Gear Solid', encontraremos puertas con un nivel de seguridad más alto que el que tenemos en ese momento. Y eso favorecerá el backtracking. Pero nunca como una obligación, sino simplemente para darnos premios cuando volvamos a pasar por esas estancias (de forma orgánica o intencionada).
Más interacción con el escenario
A pesar de todo, 'Dead Space Remake' sigue siendo como el juego original. Es decir, un título completamente lineal y guiado. El juego de 2008 ya ofrecía una gran variedad de situaciones para intentar que ese "pasillo" no lo fuera o no lo pareciera tanto. De esa forma, tanto un mapa intrincado como los diferentes rompecabezas y las trampas que encontrábamos, ayudaban a hacerlo muy poco repetitivo. Y este remake, nuevamente, va un paso más allá. De hecho, Isaac debe resolver acertijos ambientales mejorados. Y lo hace interactuando con nuevos elementos como interruptores automáticos, tentáculos de corrupción y más.
De esa forma, habrá momentos que tendremos que destruir el tejido orgánico de la nave para desbloquear un pasillo, mientras que en otras ocasiones jugaremos con unos disyuntores para determinar a qué le damos energía (por ejemplo, a una puerta u otra). En ocasiones, incluso deberemos elegir si preferimos tener luz pero trampas, o apagar las trampas, pero también las luces. Por si fuera poco, los jefes finales siguen siendo espectaculares en lo visual, pero son más divertidos de combatir, ya que los enfrentamientos han sido rehechos. En cuanto a aspectos como la duración, a mí me ha durado casi 14 horas en la primera partida, pero entiendo que según la forma de jugar podrían ser entre 12 y 13.
Más rejugable
Otra ventaja de este remake con respecto al original es que te quedas con más ganas de volverlo a jugar. Sobre todo porque los contenidos del modo Nuevo juego+ son de gran calidad. Estamos hablando de detalles como la inclusión de un nuevo tipo de necromórfos (en su versión Phantom), así como coleccionables que solo aparecen en esa segunda partida y que nos permiten desbloquear un final alternativo que todos los fans de la saga desearán ver. Además, hay otros cambios menores que empujarán a muchos a explotar el título al máximo. Por ejemplo, ahora el nivel de dificultad Extremo está disponible desde el principio y viene con muerte permanente. Pero gracias a la posibilidad de ir haciendo nuevas partidas, con mejor equipamiento, todos podremos tener la oportunidad de tener cada vez más posibilidades de afrontar niveles de dificultad más altos. Un auténtico vicio si os gusta su propuesta.
Y no podemos terminar este análisis sin comentar las opciones de accesibilidad con las que 'Dead Space Remake' llega al mercado. Desde el Menú Narrado, hasta el Modo daltónico, pasando por Asistencia de puntería, el nuevo modo de dificultad "Modo Historia", o las muchas opciones para modificar aspectos como la forma de esprintar y apuntar, o para cambiar los subtítulos y el HUD. Sin duda, un juego mucho más inclusivo que otros títulos AAA de acción Third Party. Incluso podemos elegir que no nos muestren las escenas más perturbadoras si tenemos cierto grado de sensibilidad.
Conclusiones
En definitiva, 'Dead Space Remake' es toda una declaración de amor por parte de EA Motive. Una carta dirigida a varios destinatarios: a Visceral Games y a toda la gente que trabajó en un juego que se convirtió en un clásico instantáneo; a todos los fans que se sentirán tratados con respeto y que apreciarán cada detalle y el mimo con el que se ha hecho este remake; a una nueva generación de jugadores que descubrirá un título único, absorbente y con mucha personalidad; y finalmente, a los propios videojuegos y a los amantes de las aventuras narrativas y lineales para un jugador. Sin limitar su libertad.
Todo lo que recuerdas está ahí: desde su acertada y variada BSO, que se comporta de forma dinámica, hasta los efectos de sonido tan característicos y satisfactorios de la saga, que nadie entendería si fueran de otra forma, pasando por la mítica voz de Miguel Ángel Montero como Isaac Clarke, que vuelve a bordarla (todo el doblaje es excepcional). Y además, encontrarás novedades que demuestran que Motive Studios ha captado a la perfección la esencia 'Dead Space' al mismo tiempo que han encontrado el equilibrio perfecto entre lo clásico y lo moderno. Por todo eso, 'Dead Space' es un título imprescindible para los amantes del terror e indispensable para los amantes del juego original. Es cierto que pierde parte del factor sorpresa y que no es tan revolucionario como lo fue en 2008, pero no olvidemos que es un remake al fin y al cabo. Por último, permitidme terminar con una referencia: este remake nos ha vuelto a hacer uno. Y bendita "maldición".
Lo mejor:
- Un clásico renovado que volverá a marcar a una generación de jugadores.
- Extremadamente fiel pero con muchas novedades Todas ellas acertadas.
- Técnicamente es una auténtica virguería.
- La Ishimura es más coherente que nunca. Y sin cargas.
- El uso del Audio 3D y del DualSense.
Lo peor:
- Las misiones secundarias no aportan nada nuevo a nivel jugable.
- Algún bug puntual que me ha obligado a cargar la partida.
- No es tan revolucionario como en 2008, pero forma parte de su encanto como remake.