Hay un tipo de videojuego que ya (casi) no se hace. En la época de PlayStation 3 y Xbox 360 vivimos una época dorada para ese llamado AA donde la falta de recursos no solo no se ocultaba, si no que se aprovechaba para permitirse ciertas libertades creativas y rellenar de humor, mamarrachismo y ausencia total de sentido del ridículo títulos que hoy en día prescinden de todo eso. En su lugar intentan enmascarar el "factor cutre" con algunos assets resultones del motor gráfico de turno y cuatro mecánicas gimmick bastante mal ejecutadas.
Mamarracho a mucha honra
Célebres licencias que por aquel entonces encajaban en este nicho podrían ser 'Wet', 'Dead to Rights: Retribution' o 'Lollipop Chainsaw', siendo posiblemente el rey del cutrerío autoconsciente 'Deadly Premonition'. Ciertamente en Japón eran verdaderos maestros de este tipo de producciones y nombres como el de Hidetaka Suehiro o Goichi Suda son referentes para quienes disfrutábamos de estas obras. Quizás por esto ha tenido que venir Takayuki Kikuchi, a la cabeza del estudio Soleil Ltd. a traer de vuelta esta forma de hacer videojuegos.
Todo lo anterior no pretende ser una justificación de ninguna manera para introducir 'Wanted: Dead', un estreno que se podría definir objetivamente como un juego malo. Para lo que sirven los párrafos anteriores es para entender que en Soleil saben que 'Wanted: Dead' es malo, tienen que saberlo. Este falso shooter en tercera persona no esconde sus carencias en ningún momento, simplemente las abraza y las adorna con una absoluta falta de vergüenza.
La trama del título nos pone al mando de una unidad especial de la policía de Hong Kong, comandada por nuestra protagonista, la despiadada Hannah Stone, una maestra de la katana y las armas de fuego que no duda en recurrir a la amputación de miembros antes que al arresto de los delincuentes de la ciudad. Incluso con algunos giros de guión, lo que el juego nos cuenta llega a interesar bien poco. Ni la ambientación, ni la personalidad de los personajes suma demasiado al conjunto, pues los escenarios son bastante genéricos en su conjunto y los diálogos absolutamente olvidables.
Obviamente la chicha en un juego como este está en la forma de afrontar los combates, que será todo lo que tengamos que hacer a lo largo de la historia principal (que tiene una duración de unas 10 horas en dificultad normal). Antes mencionaba que esto es un falso TPS y el motivo es que las armas de fuego es mejor no usarlas ni una vez en todo el juego. Los tiroteos son incómodos y pobres en su totalidad, lo interesante es echar mano de la katana para poder disfrutar de buenas raciones de gore y de una gran colección de ejecuciones que resultan muy vistosas gracias a un buen trabajo del equipo de animadores.
El juego es bestia y desfasa desde que empieza hasta que acaba, no hay un momento de relajación ni una sola actividad durante las misiones que no sea rebanar enemigos. Esto casa bien con los momentos de descanso en la comisaría, donde podremos explorar varias plantas llenas de polis bastante desubicados y lo mejor, hay una sala de juegos donde se van sumando minijuegos muy variopintos a lo largo de la historia. Hay competiciones de comer ramen, karaoke, una máquina de gancho para pescar juguetes y hasta una máquina arcade con un SHUMP completo, original y bastante divertido de superar.
El humor está presente en todo momento, a pesar de que la historia de fondo pretende ser dramática, con megacorporaciones encubriendo delitos graves, asesinos en serie contratados como matones de empresa y revoluciones de androides cansados de servir a los humanos. Nada de esto va a llegar a calar en el jugador, honestamente, pero cumple su función para adornar el grueso del atractivo del juego, que es la matanza sin control.
Hay árbol de habilidades, hay personalización de armas y poco más. Son elementos que pueden resultar útiles en las dificultades más altas, pero que no aportan casi nada en una primera vuelta al juego. Al final lo que mejor funciona en el combate son los movimientos básicos. Hay un par de combos que nos permiten usar una pistola de mano y la katana, hay esquivas, contraataques y las ya mencionadas ejecuciones, que son casi el principal motivo para disfrutar de los combates. Hay un par de combates con jefes que también suben la temperatura llegado el momento.
El principal mérito de 'Wanted: Dead' seguramente sea el de ser un juego malo que nos apetece celebrar que exista. No va a estar en la lista de los mejores juegos del año de nadie, pero a cierto perfil de jugador le agradará esta breve vuelta a tiempos más sencillos, donde había espacio para aquellas piezas cutres que sabían que lo eran y se divertían siéndolo.
Quienes busquen profundidad en el hack n' slash no encontrarán más que un número ridículo de combos, quienes busquen un gran despliegue visual se encontrarán con un juego que ya estaría desfasado si hubiera salido hace cinco años y quienes busquen un shooter resultón encontrarán que disparar una sola bala resulta totalmente soporífero. El jugador va a tener que poner mucho de su parte para encontrar disfrute en 'Wanted: Dead', como tenía que ponerlo en su día en 'Deadly Premonition', 'Wet' o 'Lollipop Chainsaw'. Curiosamente, nada de esto convierte a lo nuevo de Soleil en un desastre infumable, porque tiene las claves para resultar atractivo y divertido aún con todas las carencias que acarrea consigo. Hay mucho más encanto en esta nueva IP que en trabajos anteriores del estudio como 'Naruto to Boruto: Shinobi Striker', que ni teniendo detrás una gran licencia mundialmente reconocida conseguía atraer al público.