El 14 de Septiembre 2016 | 08:48
Esta generación de consolas estamos viendo como algunos juegos que pensábamos estaban pensados únicamente para encontrar su nicho de mercado entre los usuarios de ratón y teclado están dando el salto a las consolas con dispares resultados. Ahí tenemos la simulación automovilística de 'Asseto Corsa' en PS4 y Xbox One, la exploración inabarcable de 'Elite: Dangerous' probando suerte en la consola de Microsoft o todo un género en alza como es el de los MOBA con un buen número de representantes que pueden ser jugado con mando. El éxito que estos asedios han cosechado fuera de compatibles ha debido de proporcionar a M2H y Blackmill Games el valor necesario para lanzarse a la aventura con su simulador de combates ambientado en La Gran Guerra. Y la expectación bulliciosa que arrastra el lanzamiento de 'Battlefield 1' seguro que ha ayudado bastante.
La suciedad de la guerra
No es difícil leer en las redacciones de todo el mundo cómo el juego de DICE estaría ambientado en la guerra de trincheras, algo que sin ser del todo erróneo era desde luego el sinónimo menos acertado de la 1ª Guerra Mundial a la hora de anticipar lo que nos esperaba en la próxima entrega de la mítica franquicia. Quien se tome 'Verdun' como la opción perfecta para hacer tiempo hasta el lanzamiento de su esperado juego verá que no hay ninguna similitud más allá de la época en la que se ambienta y la acción de empuñar un arma, y ni siquiera en esto último se parecen.
En 'Verdun' las trincheras son casi tan protagonistas como tú y tu herramienta de muerte. El ritmo en este FPS orientado al multijugador competitivo (a pesar de que cuenta con opciones bastante exigentes para jugar en solitario y en cooperativo de hasta cuatro jugadores) es tan pausado que se acerca más a la simulación de la franquicia 'Red Orchestra' que a cualquier representación mucho más alocada y orientada al público mayoritario con la que se le intente comparar, porque 'Verdun' es uno de los FPS más de nicho que han visto los catálogos recientes.
La importancia de la ambientación nos golpea de frente en nuestra primera partida donde comprobamos que los atuendos de las distintas facciones en el juego están recreados con gran fidelidad y pieza por pieza, así mismo las armas usadas durante el conflicto de cuatro años que asoló todo el planeta geográfica o moralmente se muestran con aquel carisma rudimentario ofreciendo unas sensaciones que no son tan arcaicas como lo era empuñar un fusil y enfrentarse a una recarga infernal bajo fuego enemigo pero que emulan mucho mejor el estado de la tecnología que otros intentos con más licencias.
Tácticas de combate
La forma de afrontar los tiroteos y el diseño de los propios modos de juego también tienen en cuenta dónde estamos y el rigor con el que hay que tratar un conflicto que queda lejos de soldados armados con explosivos guiados por láser o drones de exploración. El modo más representativo, Desgaste, nos invita a entrar en una auténtica guerra de trincheras (lugar en el que pasaremos el 95% del tiempo que estemos vivos) donde el principal objetivo es ganar terreno al enemigo en las distintas líneas del campo de batalla al tiempo que evitamos que estos invadan nuestro terreno y nos obliguen a retroceder. Una representación bastante conseguido de una guerra en la que pasearse a campo abierto era sinónimo de suicidio y estupidez.
Hablando con un amigo apasionado de la simulación en los juegos de velocidad me contaba que hay una gran diferencia entre 'Project Cars' y 'Asseto Corsa', una muy fácil de trasladar a 'Battlefield 1' y 'Verdun', una comparativa de la que no vamos a poder librarnos en mucho tiempo. Mientras que el primer juego de conducción luce un apartado visual de infarto y te hace sentir en los circuitos como un demonio de la velocidad bajo una superficial capa de simulación parcialmente emulada, el segundo reduce los artificios estéticos al mínimo y potencia el elemento de la simulación para que en el asfalto sientas que un Ford Scort es un Ford Scort y que un monoplaza de Fórmula 1 es un monoplaza de Fórmula 1.
Así mismo en 'Battlefield 1' te puedes sorprender a ti mismo cabalgando a lomos de un caballo alfanje en mano mientras un bombardero sobrevuela tu cabeza para poco después entrar en las líneas enemigas y realizar una carnicería de película mientras los cañones silban a tus flancos y una voz en off te dice que has capturado una zona del mapa. En 'Verdun', por otra parte todo es incómodo a propósito, correr no es agradable entre las laberínticas trincheras, librarse del alambre de espinos que se te engancha en la pierna es frustrante y cada pequeño progreso te hace sudar odio y satisfacción, todo ello en escenarios decadentes, marrones, sin brillo y con muerte repartida por toda su extensión, un cúmulo de elementos que representan mucho mejor lo que fue combatir a principios del Siglo XX. Si las partidas duraran un poco más en 'Verdun' seguro que moriríamos por alguna de las enfermedades que se propagaban entre las trincheras.
Fallido en lo técnico
A pesar de llegar más de un año después de su lanzamiento inicial en PC (donde es uno de los juegos más queridos y mejor valorados del género) el lanzamiento de 'Verdun' en PS4 y más tarde en Xbox One no parecía una mala idea en absoluto ya que contaba con una serie de ventajas con las que no cuentan otros lanzamientos independientes. Este desarrollo ya tiene una fama que le precede, una muy buena de hecho, se presenta también como el único juego más cercano a la simulación que al arcade en el género de los disparos en primera persona y ha salido a un precio reducido que lo convierte en una compra muy atractiva. Es una pena que a pesar de todas esas razones cueste recomendar la versión para consolas de 'Verdun'.
Las primeras partidas en la versión de PS4 de este juego son absolutamente desoladoras, el juego está infectado por una serie de problemas técnicos que hacen que disfrutar de él sea más un acto de tortura que uno de placer. La tasa de refresco del juego cae constantemente y a penas permanece estable varios minutos seguidos. Visualmente no hay nada especialmente destacable, tanto es así que casi es criticable lo poco que luce el juego en una plataforma en la que ya hemos podido ver juegos más exigentes dentro del desarrollo de bajo presupuesto donde se ubica este título lucir con más soltura y con actuaciones técnicas más a la altura de la generación.
También hay múltiples fallos con el rendimiento de los servidores y a la hora de jugar con amigos los pelotones se dividen o en el modo cooperativo uno de los invitados se quedan observando la partida sin poder entrar a jugar. Y así siguen una serie de fallos menores que empañan la experiencia general de un juego que debería haber llegado con cada detalle debidamente estudiado teniendo en cuenta que lleva no pocos meses en el mercado en su versión de PC.
'Verdun' llega en el momento adecuado pero en baja forma para exponerse ante un mercado poco dado a la simulación como es el de consolas al que ya sería difícil convencer con un juego perfectamente acabado, labor que se torna más complicada cuando estamos ante un producto que parece haber sido elaborado con ciertas prisas esperando rascar algún incauto fan de la obra de Electronic Arts visto el poco mimo que se ha puesto en pulir los aspectos técnicos del producto final.
Si en un futuro cercano la magia de los parches post-lanzamiento consiguen hacer de 'Verdun' un juego que se acerque a la sobresaliente versión de consolas podría llegar a considerarse el primer gran juego de simulación bélica dentro del mercado de consolas en la actual generación. No por los problemas que arrastra hay que menospreciar el valor de unos estudios que han decidido lanzar un producto tan concreto como es este 'Verdun' en un mercado tan ajeno a su propuesta como es de las consolas domésticas.
Lo mejor:
- Una emulación más fiel de la ambientación que usa que otras propuestas
- Gran importancia al trabajo en equipo
- Fiel representación de armas y atuendos de la época
Lo peor:
- Pésimo acabado técnico
- Problemas de conexión
- Escaso contenido