Después de muchos años parece que Square Enix ha decidido fijarse en algunas de las sagas que tiene en su haber y que hereda de cuando era solamente Squaresoft. Entre ellas, la saga 'Mana' que tantas horas y tantas aventuras nos dejó allá por los noventa.
Esta franquicia ya ha tenido un pequeño remozado gracias a un remaster de la segunda de sus entregas, 'Secret of Mana', que no consiguió cumplir con todas las expectativas de los fans. Pero viendo el cariño que hay por los juegos de la saga, la compañía se animó y nos deja ahora 'Trials of Mana', un remake de la tercera entrega ('Seiken Dentsetsu 3' en japonés) con mucho más trabajo que la anterior.
A todas vistas, este remake supera con creces al de 'Secret of Mana' y nos ofrece una jugabilidad que, por mucho, nos va a tener atentos a la pantalla con una acción más dinámica y rápida. Sin embargo, tiene carencias importantes como la dificultad o la falta de cuidado en las escenas. Cosas que denotan la falta de tiempo para terminar el desarrollo del juego con todos los detalles a punto.
Aún así, y a modo de resumen, 'Trials of Mana' es un gran juego que se puede disfrutar una y más veces. Y vamos a explicar un poco qué ha hecho Square Enix con este remake.
Remake en jugabilidad, pero no en historia
Si hay algo que sorprendió en su día con el título de Súper Nintendo es que podíamos elegir entre seis personajes a un grupo de tres. Dependiendo del que eligiésemos tendríamos un inicio completamente distinto al de los demás. Y de paso, también un final acorde con lo que habíamos elegido.
Esto, que hoy día no es tan sorprendente ni exclusivo, se sigue manteniendo hoy permitiédonos ver los diferentes puntos de vista de una historia que, aunque simple, tiene sus detalles interesantes.
Así pues, el primero de nuestros elegidos será el protagonista, el que lleve el peso de la historia y el que, en teoría, pueda empuñar la Espada de Mana. Los otros dos serán nuestros acompañantes y aliados y tendremos que luchar con ellos a las buenas y a las malas.
Como digo, dependiendo de cómo configuremos el equipo iremos viendo lo que ocurre en cada uno de los escenarios del mundo. No todos comparten enemigos y hay muchos que son algo más flojos que otros. Por lo tanto, si queremos conocer toda la historia, tendremos que pasárnoslo varias veces.
Este elemento, que s eha respetado tal cual, no es lo único de la trama que no se ha tocado. Realmente el juego coge la historia que había y la traslada, tal cual, al día de hoy. Esto tiene sus pros y sus contras.
Los primeros son que vamos a poder disfrutar de lo mismo que vivimos allá por los 90. Los segundos es que veremos incongruencias, absurdeces y tópicos que no encajan con nuestros conceptos de juego de rol de hoy día.
La historia es sencilla, simple y lineal. No hay un trasfondo imponente para conocer a los malos, ni los buenos tienen escalas de grises que nos hagan pensar. Todo se basa en una típica trama del bien contra el mal y punto. Pero esto es lo que nos prometieron desde un primer momento.
Jugabilidad actualizada
Donde sí que vemos un cambio importante es en la jugabilidad del título. A grandes rasgos podríamos decir que se mantiene más o menos igual. Es decir, es un ARPG en el que combatiremos en tiempo real con una serie de técnicas y ataques conforme nos encontremos enemigos.
Sin embargo, el juego de Super Nintendo sí que es cierto que era bastante ortopédico si lo comparamos con lo que tenemos aquí. Los ataques especiales paraban la acción, la ubicación de los enemigos podía ser un poco exasperante y los accesos a los ataques especiales incluso llegaban a ser complicados.
Ahora Square Enix ha convertido eso en algo mucho más ágil y que, sin duda alguna, es lo mejor del remake. Contaremos con más ataques básicos y combos aéreos. Podremos asignar accesos directos a los hechizos y técnicas que más usemos y el sistema de progresión se ha remozado para que sea más interesante.
No esperéis un cambio como el que ha habido en 'Final Fantasy VII Remake' ni mucho menos. Pero desde luego sí que es más acorde con los días que corren y es un sistema que se disfruta muchísimo.
Además, los añadidos, de los que no podemos hablaros demasiado, incluyen nuevas clases (o evoluciones de personajes) que podremos usar en la recta final del juego, donde jugaremos una nueva historia.
Todo esto hace que el combate sea algo divertido y en constante cambio aunque tiene también sus peros. Por ejemplo, el juego original te ponía bastantes retos pero este no. Ni si quiera en nivel difícil. Y esto es por dos motivos.
El primero es que los enemigos no son una gran amenaza. A poco que combatas un poco contra ellos y subas algo de nivel verás que ni si quiera los jefes suponen un obstáculo para ti. El segundo es que hay una gran cantidad de objetos curativos, algo que en el original no era así.
Por desgracia, ni si quiera el "nuevo juego+" nos pone un verdadero reto a la hora de jugar a este 'Trials of Mana' y esto puede hacer que perdamos interés. No hablamos de poner una dificultad 'Souls' pero sí que un benevodon sea capaz de meternos el miedo en el cuerpo.
Tampoco se arregla la descompensación de clases. Por ejemplo, solo hay una curandera especializada, por lo que casi que es obligatorio cogerla si no quieres depender solo de objetos. Por el contrario, hay varias clases luchadores y solo un par de hechiceras.
Hay personajes a los que les cuesta aprender técnicas interesantes, incluso otros a los que solo usaremos para meter de leches con sus ataques básicos. No es que sea algo frustrante pero ya que han tocado el sistema de progresión podrían haber incluído esto.
Un apartado artístico con luces y sombras
Desde el primer momento en el que vimos cómo iba a enfocar Square Enix este remake ya se veía que el cambio gráfico iba a ser importante. Mucho más que en el de 'Secret of Mana'. Y la verdad es que no ha decepcionado.
Tanto la banda sonora como el nuevo estilo que le han metido al juego hacen que tengamos por un lado la nostalgia de disfrutar con lo que vivimos en Super Nintendo, y por otro veamos un apartado artístico mucho más detallado y vivo.
Los escenarios se han respetado hasta el punto de que los objetos y enemigos están más o menos en la misma ubicación. Aunque claro, en vez de dividir la escena por pantallas aquí todo está en el mismo escenario casi siempre.
Lo hermoso de lo simple hace que 'Trials of Mana' brille con mucha luz desde el minuto uno, cuando empezamos a jugar con él. Sin embargo, esta sensación se ve enturbiada en cuanto empezamos a ver las escenas animadas.
Estas están hechas de forma rápida y sin tener en cuenta al usuario ya que si intentamos acelerar el texto, podemos saltarnos perfectamente sin querer media trama. Los personajes se mueven de forma artificial y en la mayoría de las ocasiones ni si quiera mueven la boca.
Hay una gran diferencia entre tener un diseño sencillo o un estilo simple y encontrarnos con algo hecho con prisas y sin tiempo para hacer bien las escenas. Y en este caso parece que este es el gran fallo del remake. Lo cual, si le añades la simpleza de la trama a este trato de la historia, tienes como resultado algo que es realmente decepcionante.
En cuanto a la banda sonora, se han hecho cambios con respecto a la original pero manteniendo el estilo y los sonidos originales del juego. Podremos elegir entre las dos bandas sonoras, pero desde luego el trabajo que han hecho con la nueva hace que en ningún momento se pierda la esencia del juego de Super Nintendo.
Por último, el doblaje que nos trae el juego nos permite escucharlo bien en japonés o bien en inglés. Cualquiera de los dos está bastante bien (mucho mejor que las escenas), y nos permitirá escuchar conversariones aleatorias entre los miembros del grupo que le dan algo de vida. La elección dependerá de los gustos de cada uno.
Conclusiones
En definitiva, y como habréis podido comprobar, el juego es bastante bueno y está muy bien adaptado a las consolas de hoy día. Peca de haber tenido que ser terminado en poco tiempo, por lo que de algún lado había que recortar. Y evidentemente, antes que dejar la jugabilidad a medias, era preferible dejar... otras cosas.
Así pues, en general, podemos decir que es muy agradable rejugar este título y ver cómo se han respetado casi todos los elementos que lo hicieron grande en su día. Solo hay problemas en algunos momentos con la cámara, que ahora la podremos controlar, y con las escenas, que son desastrosas. Por lo demás, tenemos horas de juego asegurada para recordar un título que nos marcó a muchos en nuestra infancia.
Y si no te gusta tienes la colección de los tres juegos originales sin retocar ni una sola coma. Así que, no tienes motivos de quejas.