Análisis de 'Tohu' para PC; belleza por encima de sustancia

Al ser prácticamente uno de los primeros géneros de videojuegos el de la aventura gráfica es uno de esos espacios donde se ha experimentado casi con todo. Innovar en este campo sigue siendo posible y cada año lo demuestran varios juegos, pero por esos pocos que se arriesgan hay muchísimo otros que hacen lo mínimo y repiten experiencias que hemos explorado ya miles de veces. Es el caso de 'Tohu', el último trabajo de Fireart Games, quienes previamente habían hecho el poco conocido 'Spirit Roots', donde ya apuntaban ciertas maneras a la hora de trabajar la dirección artística de sus proyectos.

Cuento animado

Este proyecto lo han sacado adelante sobre una docena de desarrolladores y la mitad son responsables de arte y animación, algo que se entiende a la perfección a la que llevamos unos pocos minutos de juego. 'Tohu' no es, ni siquiera, una aventura gráfica como tal. Es una aventura breve con mecánicas point & click que recuerda a obras como 'Tiny Thief', de los barceloneses de 5ants; por supuesto también recuerda y bebe abiertamente de las obras de los checos de Amanita Design y hasta hay referencias a ellos en el juego.

En la modesta historia de esta obra controlamos a una niña pequeña que vive en un sistema de planetas con forma de pez donde reina la paz hasta que una forastera aparece y empieza a atacar su hogar, causando destrozos que tendremos que solucionar mediante la resolución de puzles en varias localizaciones distintas de una belleza extraordinaria. Porque tiene que quedar claro que el principal atractivo de 'Tohu' es el trabajo que se ha realizado en la dirección artística y la animación, siendo todo lo demás entre normal y mediocre.

En cierto modo hasta la belleza de las ilustraciones creadas a mano por los artistas del juego se vuelve en contra de su desarrollo cuando es bastante difícil determinar con qué se puede interactuar y con qué no en cada uno de los niveles. No llegamos a los extremos de tener que ir a la caza del pixel como sucede en no pocas aventuras similares donde la interacción con los elementos del escenario es muy confusa, pero desde luego nada destaca especialmente en los diseños de los escenarios y tenemos que pasar un rato pasando el ratón por diferentes zonas para intentar dilucidar qué podemos usar y qué no para seguir avanzando.

Este es uno de los primeros detalles que escaman ligeramente del diseño del juego, pero son los omnipresentes rompecabezas que dividen el progreso del juego lo que realmente deja que desear bastante. La mayoría son bastante facilones y los que son algo más enrevesados no dejan de ser versiones de puzles que hemos completado ya cientos de veces. Esto es al mismo tiempo algo negativo para quienes tienen mucha experiencia en este tipo de títulos y algo positivo para quienes se quieran adentrar en esta propuesta porque es algo breve, barato y accesible. Aun así los rompecabezas poco elaborados los preferimos en experiencias con una fuerte narrativa, que no es el caso porque la historia de este juego es prácticamente la de un cuento infantil no muy bueno.

A pesar de todo esto no podemos decir que estemos totalmente decepcionados con 'Tohu' porque no es el caso en absoluto. Se disfruta el preciosismo de sus escenarios, los dos o tres puzles que requieren de darle unas cuantas vueltas (hay una representación del clásico acertijo de cruzar el río con un zorro, una gallina y un saco de maíz bastante entretenida).

Conclusión

'Tohu' es una aventura de apenas unas tres horas de duración que cuesta poco más de diez euritos y aunque ninguno de esos factores sean relevantes a la hora de no pedirle más, tampoco nos resulta fácil enfadarnos con lo que ofrece. Soluciona una o dos sesiones de juego relajado, dándole alguna vuelta a la cabeza y disfrutando de una combinación de arte y música artesanales bastante satisfactoria. Como mínimo es uno de esos juegos que no deberían quedarse sin jugar si acaban en nuestra colección de una manera u otra y eso hoy en día ya tiene bastante mérito visto lo visto.