El pasado 21 de diciembre se publicó en Nintendo Switch, PC y PS4 el que estaba llamado a ser uno de los grandes videojuegos independientes de finales de 2017, 'Tiny Metal' de Area 35. El género de la estrategia no se encuentra en la lista de los más accesibles y la llegada de un título que pretendía homenajear a la mítica franquicia 'Wars' de Nintendo (conocida aquí como 'Advanced Wars') era una gran noticia tanto para quienes amaron estos soberbios títulos de estrategia por turnos como para quienes buscan una cara afable que les invite a entrar en este mundo de unidades militares y campos de batalla cuadriculados.
Un comienzo prometedor
No empieza mal un videojuego con una dirección artística muy simpática con colores vivos y modelados en 3D que recuerdan a títulos móviles en un sentido nada despectivo y que combinan muy bien con unas ilustraciones muy detalladas de los personajes principales cuando surgen conversaciones en pantalla.
Continúan las buenas sensaciones con una trama que implica intereses políticos de varias naciones ficticias, tramas de traición, alianzas inesperadas y todo lo necesario para asentar una base narrativa muy irrelevante durante el progreso del modo campaña, pero lo suficientemente elaborado como para que se sienta integrada de una forma homogénea.
Llega entonces el momento de ponernos a los mandos y hacernos con el funcionamiento de cada una de las unidades a nuestra disposición. Lo aquí presente es lo que cualquier asiduo al género ya ha visto en tantas otras ocasiones. Hay tropas aéreas y terrestres, entre ellas se encuentran soldados con fusiles de asalto, francotiradores, equipados con armas capaces de acabar con vehículos, helicópteros, tanques, radares móviles y alguna sorpresa en forma de vehículo de gran tamaño y con alto potencial destructivo. Todos con sus particularidades en forma de debilidades y fortalezas, así como su propio alcance a la hora de moverse y atacar. Cero novedades en el frente en estos términos. Y esa es la tónica en las horas posteriores.
'Tiny Metal' se desinfla en pocas horas (o pocos minutos si sois altamente exigentes). Si algo resulta atractivo de un título de estrategia por turnos es la incertidumbre de un desafío que evoluciona a medida que avanzamos. Sí, en las primeras áreas que visitamos en el modo historia van apareciendo nuevas unidades y se va ampliando el tamaño de los campos de batalla -pues durante no pocas misiones no asistimos a nada más que un tutorial camuflado de modo historia- pero pronto el progreso empieza a tornarse en algo monótono y el reto que se nos propone no consigue que deseemos explorar el siguiente territorio esperando encontrar movimientos inteligentes de la IA o momentos memorables.
Cuando superar un combate difícil empieza a parecer cosa del azar y no el fruto de dominar y ejecutar una serie de conocimientos sobre las unidades y el campo de batalla es cuando uno se da cuenta de que 'Tiny Metal' le falla por completo al género que representa, siendo incapaz de ejecutar sus principios básicos.
Dada la falta de competencia en consolas como Nintendo Switch y PS4 puede que resulte interesante para quienes devoran cada nuevo lanzamiento relacionado con la estrategia y sacan algo positivo de hasta el juego peor ejecutado. En PC no se me ocurre ni una sola razón por la que alguien compraría este título antes que otros muchos competidores con mejores ideas.
Al margen del modo historia hay un modo Contienda donde pueden disputarse más de 50 mapas de dificultad variable para quienes quieran saltarse toda la parafernalia narrativa del modo historia. Ciertamente el modo Contienda puede ser el que salve en parte 'Tiny Metal' a la hora de justificar su compra. Le sienta bastante bien el desvincularse de una progresión y ofrecer desafíos sin ninguna continuidad para que exploremos las posibilidades de las distintas unidades y tipos de terreno. Se disfrutan además las batallas a gran escala en las que participan hasta cuatro facciones al mismo tiempo, pudiendo ofrecer las más densas largas sesiones de juego en las que rezamos para que todo vaya bien y no se nos hunda media hora de juego en un mal movimiento. Sin duda se siente más entretenido este modo desafío que puede darnos varias horas adicionales de juego que la insulsa campaña cuyo ritmo puede matar nuestro interés antes de volverse interesante de verdad.
En un futuro cercano el título contará con un modo multijugador que podría darle una nueva vida de estar bien ejecutado, pero de momento no está activado.
Una adaptación nefasta
Si algo ha demostrado Nintendo Switch desde que se lanzó es que de potencia no va falta. Grandes producciones AAA han sacado pecho en la consola híbrida ofreciendo mundos abiertos de gran detalle capaces de moverse con un rendimiento envidiable. Precisamente por eso no existe excusa alguna para el aspecto que 'Tiny Metal' tiene en los modos sobremesa y portátil de la consola. Al margen de resolución o fotogramas por segundo -que son temas irrelevantes en un lanzamiento de estas características- el conjunto visual del título padece de una falta de nitidez que se hace especialmente visible al conectar la consola a la televisión, donde el aspecto de las batallas luce con una falta de nitidez incomprensible. En el modo portátil el apartado artístico protagonizado por un estilo de bajo poligonaje para escenarios y unidades tiene un aspecto muy bonito, pero entra en juego el ritmo de los combates que adolece de notables ralentizaciones cuando ejecutamos o recibimos un ataque y se nos muestra la animación de ataque de las unidades. Esto se puede eliminar en las opciones de configuración, pero una opción que está ahí para los que más horas pretenden echarle al juego se torna casi necesaria para jugar de la forma más fluida posible, algo que no puede considerarse en absoluto positivo.
Incluso en los pequeños detalles falla 'Tiny Metal' y aunque no podamos pedirle golpes de genialidad a un videojuego que no hace bien ni lo básico sí que se echan en falta atajos a la hora de ejecutar acciones como atacar o capturar edificios sin tener que dar una pulsación extra para dejar una unidad en su posición. Todas las acciones del juego se realizan con los botones de dirección, un botón para confirmar y otro para cancelar, quedando de este modo desaprovechados casi todos los botones de Nintendo Switch en este caso. Huelga decir que la pantalla táctil no se ha implementado como opción de control porque a esta altura del texto imagino que no lo contabais con ello.
Conclusión
Pocas excusas tiene el equipo de Area 35 para las muchas carencias de este trabajo que es 'Tiny Metal' y pocas razones puede tener un usuario de Nintendo Switch para adquirir este juego antes que otros de los muchos con los que ya cuenta su catálogo. Esperábamos mucho de un lanzamiento que tenía la responsabilidad de nacer a la sombra de una franquicia mítica por su carácter de homenaje velado.
Se puede adquirir 'Tiny Metal' e incluso se puede disfrutar si ponemos mucho de nuestra parte (y por eso no suspende en la puntuación final), pero no debería ser ese el camino a seguir. De momento parece que vamos a tener que depositar nuestras esperanzas en 'Wargroove', un lanzamiento con unas intenciones similares pero un aspecto bastante prometedor. Al menos lo tendrá fácil para hacerlo mejor.