En los últimos años el videojuego bélico ha intentado abandonar la ajada representación hollywoodiense que enaltece la gloria de los soldados que derraman sangre por la bandera de turno. En lugar de esto se ha intentado ofrecer un punto de vista más crudo de uno de los peores inventos del ser humano, el conflicto armado. Esto lo intentó en el pasado DICE con sus grandilocuentes Historias de Guerra en 'Battlefield 1' y lo ha intentado recientemente Sledgehammer Games con 'Call of Duty: WWII', cada intento peor que el anterior, sinceramente.
Entiendo el drama humano tras las guerras
Por suerte hace ya tres años que un pequeño equipo de desarrolladores independientes dieron con la tecla. Se les conoce como 11 bit studios y el videojuego que los sitúo en el mapa fue 'This War of Mine'. Lo que este reducido grupo de valientes comprendió fue que el lado más aterrador de las guerras no está necesariamente en la primera línea de combate, si no que hay unas voces silenciosas y silenciadas cuyas historias merecen ser contadas; las de los civiles que se ven atrapados en sus hogares, a merced del abandono, el hambre y la traumática imagen de sus seres queridos muriendo uno a uno víctimas del hambre, las enfermedades y otros supervivientes o soldados malnacidos.
Con esos cimientos se erigía un videojuego de supervivencia y gestión que pronto pasó a ser uno de los grandes lanzamientos del año gracias a una dificultad que venía dada por la toma de decisiones. En los primeros minutos de partida nos encontrábamos eligiendo entre quién moría y quién vivía, cuestiones como asaltar la casa de una familia pacífica para obtener comida y medicamentos que mantuvieran a nuestro grupo unido eran tan solo la punta del iceberg.
Posteriormente el juego fue creciendo con numerosas actualizaciones y una gran expansión que añadía a los más débiles en la ecuación de este tipo de situaciones, los niños. Ahora, años después de este lanzamiento que ha hecho historia en el desarrollo independiente, llega 'This War of Mine: Stories - Father's Promise', la primera de una serie de historias cortas que usan las características fundamentales del juego para contar pequeñas historias de guerra donde los personajes cobran un papel más importante que nunca en la licencia.
"Estos tres supervivientes son una periodista, un cocinero y una estrella del fútbol que por diversos motivos se conocieron antes de que estallara la guerra y ahora intentar sobrevivir como un grupo," así es como se presentaba una de la primeras historias del juego original allá por 2014. La evolución de esos personajes no iba más allá de ese cartel inicial y los mismos pasaban a ser simples avatares con los que desarrollar la labor de supervivencia y gestión de recursos que daba identidad al juego.
Un relato más cercano
En estas nuevas historias no es muy diferente la premisa inicial, pero la narrativa se centra en los nuevos personajes de una forma más cercana, sin dejar de ser el mensaje global que recibimos al acabar un capítulo lo más importante de todo. En este primer episodio somos Adam, padre de familia que al estallar un conflicto que acaba con su ciudad bombardeada se ve en la peor de las situaciones. Su mujer cae enferma y fallece a los pocos días, todo lo que le queda es su hija pequeña, lo único que le mantiene con vida en ese infierno en el que se ha convertido su hogar.
Adam tiene que lidiar con una profunda depresión mientras hace todo lo posible para encontrar alimentos y medicinas para su pequeña, gravemente enferma al inicio del capítulo. No tarda mucho en torcerse la cosa y pronto nos vemos en una cruzada por salvar lo último que nos queda en este mundo a costa de quien sea.
Con este inicio queda claro muy pronto que estamos ante un modo de juego mucho más guiado que la experiencia original, donde el libre albedrío estaba presente en cada una de nuestras acciones. En esta ocasión estamos ante una pequeña historia que si bien nos dejará elegir en qué invertimos nuestro tiempo, qué lugares visitamos por la noche y cómo completamos los objetivos principales que se nos encomiendan; también nos resultará mucho menos apabullante en cuestión de elecciones que el juego base.
Una de las frases usadas para promocionar y definir este contenido descargable es el intento de evocar "amor, odio y pérdida, emociones que todos compartimos en las horas más oscuras." La intención difícilmente puede ser mejor pero durante esta nueva historia no viviremos momentos tan duros como los vividos en anteriores historias. Dicho esto es cierto que se te pone un pequeño nudo en la garganta la primera vez que apuñalas repetidamente a un militar para poder asaltar una zona protegida en la que encontrar medicinas, comida y armas. La ambientación del juego y el contexto de sus historias es tan potente que consigue que la acción de matar a otra persona -algo que llevamos años haciendo sin darle la menor importancia en no pocas obras de acción- cobre una crudeza especial.
El hecho de que Amellia, la hija de Adam, sea la máxima prioridad de nuestra partida hace que algunas reglas cambien. No podremos salir por la noche si tenemos que cuidar de la pequeña en casa y no podremos alimentarnos si tenemos que cambiar un determinado número de alimentos por información relevante. Estas pequeñas trabas jugables se funden con la narrativa del juego de una forma magistral y ayudan a añadir un pequeño nivel de dificultad sin que parezca forzado.
Rebajando la dificultad
Ahora bien, a pesar de lo anteriormente descrito 'This War of Mine: Stories - Father's Promise' es un comienzo realmente sencillo para esta serie de historias. La dificultad del juego base no se deja ver por ninguna parte y si bien por momentos he llegado a pasarlo relativamente mal en mi primera partida, la he podido completar de una sentada en las menos de dos horas que puede llegar a durarnos.
Se dan momentos de búsqueda de pistas, hay zonas nuevas en las que tenemos que gestionare lo que hacemos y con quién hablamos para que el amanecer no se nos eche encima y no perdamos un valioso día de nuestro tiempo, viviremos situaciones de combate, de sigilo y momento en los que fallar un clic puede suponer la muerte. A pesar de todo esto sigue resultando una experiencia mucho más amena y ligera que el juego original.
Se suma el atractivo de que estas historias pueden ser jugadas y disfrutadas por completo sin necesidad de haber jugado jamás al juego base (aunque sí que hay que tenerlo para adquirirlas). De modo que si lo que os atrae es la forma que este estudio tiene de aproximarse a las historias bélicas, en esta serie de episodios podéis tener una buena compra. De momento este contenido adicional es exclusivo de PC, pero con suerte llegará en un futuro a las versiones de consolas.
Conclusión
En este momento puede que el detalle de la escasa duración y la nula dificultad os repelan por completo de esta compra, pero no debería ser así. Este primer episodio basado en la obra de radioteatro del polaco ?ukasz Orbitowski tiene un mensaje muy interesante que dar y lo hace solo cuando acabamos la historia. El mensaje podría darse igualmente en un pequeño corto de 5 minutos o en un escrito de no más de dos párrafos, pero es importante que se nos haga experimentarlo y sufrirlo mediante las mecánicas de esta obra pensada para infundir empatía.
Hay que tener en cuenta que hablamos de un DLC de 1,99 € con un Pase de Temporada de 4,99 €. Si al final de la partida sentimos que nos hemos llevado algo en lo que pensar al apagar el ordenador, ya podemos dar por sentado que la inversión está más que amortizada.
El tema a tratar en este primer episodio no lo puedo revelar porque saltaría por los aires el giro final de la historia, pero si este es el camino a seguir con esta serie de relatos interactivos, no conviene perderse los siguientes episodios que llegarán durante 2018.