TOMA ASIENTO E...INSPIRA

Análisis de 'The Chant' para PS5, bienvenidos al peor retiro espiritual

Un culto misterioso. Un hecho del pasado que no cesa...Los ingredientes para una aventura de "redención" que se queda a medio gas a pesar de un planteamiento llamativo.

Por Sergio Mediavilla Gómez 12 de Noviembre 2022 | 14:00

Cuando aún alguno estaba resacoso por las fiestas de Halloween y Los Tosantos Brass Token nos proponía continuar jugando un poco más con todos los elementos del terror y el suspense en el que es su primer videojuego, 'The Chant', una propuesta que bebe un poco de los clásicos del género y del que podemos decir una vez finalizado que como declaración de intenciones puede funcionar bien, pero al que le falta pasar por pulidora en varios aspectos para poder llegar a encajarse como uno de los títulos que consiga atraer a los fans del suspense y el terror como otras sagas más clásicas.

Detrás del proyecto se encuentran algunos nombres propios con un currículum en el que hay juegos bastante interesantes, empezando por Mike Skupa, que desempeña labores de CEO y en su historial cuenta el haber participado en el desarrollo de títulos como 'Max Payne 3' o 'Sleeping Dogs'. Dos proyectos en los que también han participado varios de los integrantes del estudio, que se suman a perfiles más "junior" para dar forma a esta propuesta que consigue atraer en los primeros compases, pero que a medida que nos adentramos en lo que nos ofrece comienza a desinflarse como un globo después de las fiestas.

Vámonos de retiro

El punto de partida y sobre el que girará toda la trama del videojuego es la existencia de una remota isla ocupada por la ciencia prísmica, un retiro espiritual que a todas luces es una secta de corte new age que tan "de moda" están en estos años. Nuestra protagonista, Jess, viaja hasta la isla convencida por una amiga de la infancia, que asegura haber conseguido mejorar su salud mental conviviendo en la comuna creada en la isla. Ambas vivieron un hecho traumático en la infancia y Jess carga con la culpa de haberlo desencadenado, por lo que decide probar suerte con la oferta que tiene sobre la mesa.

Con este punto de partida tenemos unos ingredientes que, sin plantear nada que nos pueda suponer un tremendo giro de guion, sí podría funcionar como base para desarrollar un planteamiento donde el suspense y el terror nos hagan disfrutar de lo lindo. Aquí es donde se empieza a desinflar toda la propuesta.

Los primeros minutos de juego nos dan unas pinceladas de una historia que podría tener mucho trasfondo tanto a nivel de entorno como de personajes, y aunque desde el estudio se empeñan en ello con numerosos documentos y cintas que recuperar, no termina por encontrar su sitio. Nos presentan a varios personajes, cada uno de ellos con un motivo que les llevó al retiro y un prisma que nos permitirá avanzar en la historia, pero realmente su peso en el desarrollo, por lo rapidez con la que ocurre todo, hace que pasen sin ningún tipo de aliciente más allá del de recuperar el prisma para poder "pasar de zona".

El jugar con la sectas y los elementos sobrenaturales que pueblan su desarrollo podría haber sido la gran baza de este proyecto para distanciarse, dentro del género, de otros con mayor presupuesto, pero la sensación que me ha dejado al ponerle punto y final es la de un desarrollo -no solo a nivel de historia- a medio cocinar.

Todo muy natural

Le ocurre lo mismo en cuanto a las posibilidades jugables. Tenemos los clásicos momentos de exploración, resolución de pequeños puzles y de combates, pero ninguno de ellos consigue llegar a destacar por encima de los otros, llegando en ocasiones a ser situaciones muy toscas donde la sensación imperante es el de haber podido aprovechar mucho más las posibilidades que la historia nos da, y lo ejemplifico con la aparición de los tres elementos sobre los que se asienta este apartado. Por un lado tenemos unos combates que parecen llegados de hace unos cuantos -muchos- años atrás donde con un botón atacamos y con otro esquivamos, pero todo ello de forma muy tosca, y no solo en lo referente a la animación, que también.

Tendremos que fabricar armas -todas ellas de corte muy natural... nada de pistolas y elementos que nos saquen de la ambientación- mejorarlas, potenciar nuestras habilidades, etc. Nada nuevo, pero ejecutado como a medio depurar. Con la exploración y los puzles pasa exactamente igual. Por momentos he tenido recuerdos de los primeros 'Resident Evil', aunque sí que cabe especial mención el juego que da el contar con tres estadísticas principales con las que deberemos hacer frente a la aventura, que se me olvidaba, tampoco es excesivamente larga, pues explorando todo lo que la isla tiene que ofrecernos podremos llegar, si lo afrontamos con mucha calma, a las seis o siete horas para completarlo.

Estas tres estadísticas son el alma, el cuerpo y la mente. Con cada una de ella podremos hacer frente a los distintos retos que se nos proponen. El cuerpo está vinculada directamente con los combates, la mente entrará en juego cada vez que nos adentremos en zonas donde Jess sienta miedo y, si llega a agotarse, entrará en pánico, no pudiendo hacer más que correr hasta encontrar algún lugar seguro donde reponer la compostura, bien dejando pasar el tiempo, comiendo alguna de las hierbas presentes en la isla o, y aquí entra en juego el alma, meditando a cambio de reducir el porcentaje de alma disponible para emplear en habilidades especiales, que a su vez se desbloquean con cada nuevo prisma que consigamos.

Este sistema y como emplearlo en determinados momentos de la historia sí es una de las bazas a destacar dentro de las partidas positivas de este 'The Chant'. A él habría que sumar también el que, para ser un título de presupuesto más que comedido, nos llega con un correcto doblaje al castellano, algo que no suele ser lo habitual en este tipo de producciones, y un aspecto técnico que, sin ser nada especial, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un proyecto que se ha diseñado pensando en las últimas plataformas en llegar al mercado, funciona a resolución 4K y 60fp continuos, aunque estos últimos nos puedan llegar a causar ciertas dudas por culpa de la animación y expresiones de los personajes, que vuelven a dejarse ver como lo estándar visto en otros tiempos ya pasados hasta para proyectos de este tipo de productos con presupuestos ajustados.

Para finalizar, el diseño de todo lo planteado en el título es otro de sus puntos que no le restan, aunque tampoco le aporta grandes beneficios. Podremos movernos con cierta "libertad" por la isla, aunque no dejaremos de estar en pequeños entornos muy encorsetados y, por momentos, bastante pasilleros. En ellos deberemos hacer frente a criaturas que podrían venir firmadas por parte del equipo que se encargó de desarrollar "El otro lado" de 'Stranger Things'.

De hecho hay un par de criaturas que rozan muy de cerca el calco en lugar de la inspiración u el homenaje, aunque en términos generales se aprecia cierto trabajo por intentar crear un universo propio y consistente que cohesione toda la puesta en escena. Lástima que el querer intentar contarlo todo tan aceleradamente no permita que todo ese trabajo previo se asiente sobre el jugador de forma progresiva y vaya introduciéndose de forma "natural" en la isla y en el culto de la ciencia prísmica.