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Análisis de 'Spiritfarer' para Nintendo Switch, un viaje por la vida y la muerte

UN MUNDO SINCERO

Análisis de 'Spiritfarer' para Nintendo Switch, un viaje por la vida y la muerte

Por Manu Mora

El 26 de Agosto 2020 | 22:00

La vida es un camino, pero la muerte es otro. Esto, y mucho más, es 'Spiritfarer'.

Hablar de la vida y de la muerte es algo que muchas veces se pasa por alto. Incluso cuando se trata directamente con ella es muchas veces algo a lo que tenerle miedo y que puede ser un tabú para muchos.

Sin embargo, 'Spiritfarer' consigue traernos otra forma de ver el mundo. Una más sencilla pero compleja a la vez. Una en la que el camino lo es todo, incluso la muerte, y de ella podemos aprender tanto como de la vida.

Esto es 'Spiritfarer', un título de Thunder Lotus que usa un sistema cuidadísimo de gestión, exploración e interacción para enseñarnos que de todo se sale. Sí, incluso del dolor por la pérdida de seres queridos, ya sean familia, amigos o completos extraños con los que hemos creado un vínculo especial.

Un mundo en el más allá

Los Spiritfarers son aquellos que guían a las almas que han muerto hacia el final de su existencia. Nosotros encarnaremos a Stella, una chica que, junto con su inseparable gato, se convertirá en la nueva guía de estas almas desde el inicio del juego.

Para poder llevar a cabo nuestra misión contaremos con un barco. Él será nuestro medio de transporte y también nuestro sustento porque más que un simple barco se convertirá pronto en nuestro hogar. Un rincón especial donde cultivar, crear, cocinar, abrazar, jugar, pescar o simplemente contemplar las estrellas.

Todo ello lo haremos mientras viajamos por un inmenso mar repleto de islas y sorpresas, cada cual más estrambótica que la anterior. Así, nos podremos encontrar con focas taxistas, tiburones empresarios o mapaches timadores... entre muchos otros personajes "de cuento".

Pescando

Nuestros viajes nos irán llevando de isla en isla, cada una de una temática y un lugar diferentes. Veremos algunas paradisíacas, otras más industriales, incluso algunas muy asiáticas y otras occidentales.

Nuestro juego es, por lo tanto, un continuo viaje en el que visitaremos lugares, culturas y a amigos para intentar entender de qué va esto de la vida y la muerte. Pero también para que aquellos que se suban a bordo de nuestro barco puedan encontrar las respuestas que necesitan antes de desaparecer para siempre de este mundo.

Esto es 'Spiritfarer'. Un viaje contínuo, como la vida y la muerte.

Hagamos amigos

La jugabilidad de 'Spiritfarer' se basa en una premisa muy simple: hay que ayudar a las almas que vengan con nosotros en el barco. Para ello primero tendremos que conseguir que vengan en él puesto que no todos estarán dispuestos a hacerlo de primeras.

Algunos no querrán. Otros no se fiarán. Habrá otros que posiblemente quieran terminar sus asuntos en tierra antes de embarcarse con nosotros. Sea como sea, hasta que no estén con nosotros en el mar no veremos su verdadera esencia. Y ahí será donde empezaremos a conectar con ellos.

Los hay de todo tipo. Orgullosos, amables, divertidos, familiares, estrambóticos... Cada personaje que se suba a nuestro barco no tendrá nada que ver con el anterior y nos enseñará a ver la vida de una forma distinta: a través de sus propios ojos.

Es increíble como Thunder Lotus ha conseguido que conectemos (no con todos, hay algunos que no lo han logrado) con los personajes de la historia. Muchas veces tendrán algo que contarnos. A veces es una tontería, como una anécdota. Otras veces, les pillaremos mirando al horizonte y nos contarán qué fue de ellos en vida... y hay algunas historias que nos sacarán la lagrimita.

Despedidas

Durante su travesía, estos acompañantes nos pedirán varias cosas. Seguramente nos pidan un rincón para ellos en los que poder estar tranquilos. Otras veces será ir a buscar a alguien o a algo a lugares remotos. A veces solo será que les cocinemos un plato extravagante e incluso en alguna situación nos pedirán solo que les abracemos o que juguemos con ellos.

Poco a poco iremos conectando y entendiendo qué es lo que les falta para irse tranquilos del mundo. Para despedirse de la vida y de la muerte. Y, tened por seguro, que ese momento llegará y que será uno de los más duros del juego.

Son ellos los que nos dirán que están listos para ese viaje, pero una vez lo han decidido, nosotros tendremos la potestad de elegir cuándo llevarlos a "la puerta". Con algunos de ellos se hará difícil ya que en sus últimos instantes nos contarán sus miedos, sus esperanzas y sus deseos.

Al final, se notará el vacío que dejan en el barco y en nuestra vida como Spiritfarer. Pero sobre todo nos quedará la duda de si les hemos ayudado nosotros a ellos o más bien ellos a nosotros.

Gestión de barcos

A lo largo de nuestra aventura, el barco será un lugar en el que estaremos casi siempre. En él tendremos que ir aprendiendo a hacer de todo un poco, desde pescar hasta cultivar pasando por fundir metales o cocinar, entre otros.

Conforme vayan subiendo a nuestro pequeño navío habitantes nuevos, nos irán enseñando a hacer todas estas cosas... y muchas más. Se desbloquearán edificios, mejoras, acciones... Y cómo no, para poder construirlas necesitaremos recursos que están dispersos por todo el mapa.

Este mundo es un inmenso mar lleno de islas. Cada una de ellas tiene algo distinto, un recurso, un habitante o un secreto, pero todas nos darán algo exclusivo. Sin embargo, visitarlas una vez no será suficiente ya que necesitaremos habilidades nuevas para poder explorarlas al 100%.

Para ello, conforme consigamos almas en nuestro barco obtendremos habilidades nuevas que nos dejarán llegar a esos confines y a recolectar los materiales que nos hacen falta por el camino. Minerales, semillas, madera, material de tejidos, joyas... y cada vez será más difícil encontrarlos.

Muchos de los caminos estarán bloqueados inicialmente. Así, tendremos que aprender a navegar por el hielo para poder atraverás los icebergs, o a romper rocas que nos impiden acceder a las islas más alejadas.

Por el camino nos encontraremos con todo tipo de sorpresas. Desde bancos de atunes (desesperantes) hasta tormentas de almas, pasando por eclipses, tormentas eléctricas, vendavales, nevadas, y más extrañas circunstancias que mejor os las dejo para que las descubráis.

Una jugabilidad realmente sencilla pero adictiva

Hemos visto todo lo que podemos hacer pero ¿cómo lo hacemos? Pues la verdad es que el sistema de juego es sencillo pero muy bueno.

La exploración se hace de una forma muy similar a la de 'The Legend of Zelda: Wind Waker'. Nosotros daremos un punto de destino en el mapa del barco y él solito se pondrá en marcha. Esto nos dejará tiempo para interactuar con los habitantes del mismo o para gestionar los cultivos o materiales que estemos preparando.

Cuando llegemos al sitio podremos desembarcar y explorar la isla o el terreno al que hayamos llegado como si de un plataformas 2D se tratase. En este sentido, tiene muchos elementos de 'Metroidvania' aunque eliminando el combate. Saltos dobles, empujones, planear... poco a poco iremos aprendiendo habilidades que nos dejarán encontrar nuevos caminos en aquellas islas que ya conocíamos.

En cuanto a la gestión del barco, tampoco tiene mucho misterio. Cada uno de los elementos que hay en él será un minijuego. Por ejemplo, a la hora de procesar madera tendremos que cortarla por un sitio concreto conforme llega el tronco. Para el metal hay que conseguir la temperatura óptima durante cierto tiempo y para el telar hay que tener un timing perfecto.

Nuestro barco

No serán los únicos que encontremos ya que en nuestros viajes hablaremos con personajes de todo tipo y nos pedirán ayuda de todo tipo. Algunos "dragones" necesitarán que eliminemos su corrupción mientras nos ponen obstáculos por el camino. A veces una madre harta de sus millones de hijos nos pedirá que juguemos un rato con ellos para que pueda descansar. Otras una tormenta eléctrica bailará al son de la flauta de los habitantes...

Realmente el juego está hecho para que cada viaje sea distinto y para que lo disfrutemos conforme cambia el mundo a nuestro alrededor. No es fácil cansarse de él porque no siempre tendremos que hacer lo mismo. Y esto se agradece.

Gráficamente precioso

Es imposible acabar el análisis sin mencionar lo hermoso que es gráficamente 'Spiritfarer'. Lo hemos visto en los tráiler, pero tenerlo en movimiento es una verdadera gozada. Además, Nintendo Switch lo mueve sin problemas en cualquier formato, ya sea portátil o sobremesa.

Hablamos de un juego que cuida los detalles al máximo, así que encontraremos paisajes increíbles y diferentes entre ellos. Los viajes por mar son realmente relajantes, incluso en medio de una tormenta. Además, siempre cambian porque el clima va cambiando de un rato para otro. Donde antes había una tormenta ahora hay sol... o una zona oscura y de eclipse.

Las olas del mar, el movimiento del viento, las estrellas por la noche o las nubes durante el día. Todo en 'Spiritfarer' es realmente bonito. Y no podíamos esperar menos de un juego que se basa en contemplar y en disfrutar del viaje.

Además, en cuanto a su banda sonora encontramos elementos muy diferentes entre sí, pero que en conjunto son perfectos. Y me explico.

Día y noche

Las músicas que encontraremos son de acompañamiento, nunca son para sobresalir. Sin embargo, hay algún que otro momento en el que sí que tendremos melodías pegadizas. Algunos personajes nos enseñarán a tocar la guitarra o la flauta para aprovechar algunas situaciones. A veces los encontraremos por los rincones del barco tocando ellos y alegrándole la vida a otros pasajeros...

Es decir, al igual que el resto de elementos, la banda sonora está llena de pequeños detalles que descubriremos sin querer y en el momento más inesperado.

Conclusiones

Es difícil explicar cómo es jugar a 'Spiritfarer'. Se trata de un juego tranquilo pero que enseña muchas cosas y es difícil decir con palabras qué es esa sensación. Hablamos de un título de gestión, de plataformas, pero sobre todo de uno de sensaciones y de aprendizaje.

Este juego nos enseña que la vida es un camino y que la muerte no es el fin. Es otro camino más. Quién sabe qué hay más allá de ese momento, pero desde luego, si hay algo parecido a esto, es un gran alivio.

Así que si buscas un juego tranquilo, divertido, entretenido, bonito y con una enseñanza detrás, este es tu título. Si buscas gestión, exploración y secretos escondidos por el mapeado, también. Y si buscas algo de plataformeo, te aseguro que algunas de las pruebas se las traen.

Sea como sea, disfruta del juego porque es un juego para echarle horas, horas y más horas. Y quizás el único inconveniente de las versiones de consolas es que está en inglés. La de PC sí que tiene castellano... Por lo demás, brillante.

9,0

Lo mejor:

- Sus enseñanzas.

- La jugabilidad está medida al máximo y no cansa.

- Tiene de todo (plataformas, gestión, exploración...).

- Gráficamente es de lo más bonito que hay.

Lo peor:

- Está en inglés (en consolas).

- Falta un mapa que podamos ver siempre.

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