El 28 de Septiembre 2024 | 02:47
Causar sensación y tener a miles de jugadores enganchados a tu primer videojuego comercial es algo prácticamente imposible en el medio, pero de vez en cuando hay algún individuo que conoce rápidamente el significado de la expresión "llegar y besar el santo"; como es el caso de Mirko, el desarrollador italiano que trabaja bajo el alias de Roboatino y que se ha aliado con los franceses de Goblinz Publishing para lanzar en todas las plataformas 'Shogun Showdown', el título que me ha quitado más horas de sueño de las que me gustaría reconocer en los últimos días.
Fácil de entender, difícil de dominar
Tras publicar un par de experiencias bastante experimentales en itch.io fue la versión alpha de 'Shogun Showdown' lo que le consiguió a Mirko un acuerdo con una editora para llevar este concepto hasta sus últimas consecuencias, dando a luz a un adictivo roguelike basado en el combate por turnos y en la elaboración de estrategias y sinergias mediante el uso de fichas que nos proporcionan movimientos ofensivos y defensivos, además de jugar mucho con la posición de nuestro personaje y los enemigos.
'Shogun Showdown' es uno de esos juegos que resultan muy obtusos si lo que vemos de ellos es un par de capturas o un vídeo sin contexto. Ahora bien, a pocas cosas he jugado recientemente que se entiendan más rápido y sean más sencillas de jugar que este título, al menos cuando lo tienes delante y pasas unos pocos minutos con él. La extrema sencillez de sus mecánicas y su control hace que resulta casi imposible echarse un par de partidas y dejarlo.
En la versión de PC, la que he estado jugando yo, basta con una mano para jugar, pues en el ratón tenemos todo lo necesario para movernos, atacar y usar las fichas. Un botón y la rueda del ratón es más que suficiente para los sencillos, a la par que complejos, combates de 'Shogun Showdown', un juego donde las cosas se van complicando considerablemente a medida que avanzamos.
Como suele ser habitual en los roguelike, la primera vuelta del juego es el tutorial, aunque sea un tutorial en el que podemos morir más de una decena de veces si no prestamos atención. Contamos con varios personajes con unas fichas iniciales específicas y una habilidad especial que determinará la forma en la que afrontaremos los combates, pues todo está medido para que aprovechemos estos movimientos especiales con fichas que creen sinergias y nos permitan ejecutar combos brutales.
Cada vez que acabamos con el enemigo final usando un personaje avanzaremos al siguiente día de la historia, donde deberemos volver a llegar hasta dicho jefe pero ahora con enemigos más duros que nos obligarán a tomarnos muy en serio la forma en la que combinamos nuestro mazo de fichas, las decisiones que tomamos en cada turno de los combates y los caminos que escogemos en las bifurcaciones que se presentan en el mapa del juego.
Superar los 7 días de la historia con cada uno de los personajes es un desafío que puede llevarnos decenas de horas dependiendo de la destreza de cada uno con los roguelike, pero desde luego no estamos ante un juego corto a pesar de que lo pueda parecer por su sencillez mecánica y visual; pues su pixel art es muy efectivo sin ser nada realmente novedoso y el trabajo de animación y sonido hace que de mucho gustito ejecutar cada acción del juego.
No recuerdo una enganchada del calibre de la de 'Shogun Showdown' desde el lanzamiento de 'Balatro', lo que habla pero que muy bien del primer trabajo que Roboatino pone en el mercado. Si este buen hacer va a ser la tónica habitual en la carrera de este desarrollador independiente no podemos más que esperar con muchas ganas lo siguiente en lo que esté trabajando.
'Shogun Showdown' está disponible en todas partes, pues lo podéis jugar en PS4, PS5, Steam, GOG, Xbox One, Xbox Series y Nintendo Switch por un precio de unos 14,99 €, lo que hace imposible el no recomendarlo con muchísima fuerza.
Lo mejor:
- Controles sencillos que permiten jugar con una sola mano.
- Bucle jugable adictivo y desafiante.
- Sistema de combate profundo y divertido.
- Muy agradable en lo visual y lo sonoro.
Lo peor:
- Incompatible con dormir 8 horas al día.