DISTINTO

Análisis de 'Nelke & the legendary Alchemist' para Nintendo Switch, un 20 aniversario algo flojo

Dejamos la exploración y la creación y nos metemos de lleno en la gestión en el nuevo juego de 'Atelier'.

Por Manu Mora 26 de Marzo 2019 | 14:00

La saga 'Atelier' vuelve un año más, pero esta vez, con una apuesta diferente y arriesgada. De hecho muy diferente con respecto a lo que conocemos ya que 'Nelke & the Legendary Alchemist' es un juego de gestión, más que de rol y creación.

Esto es así porque se trata de un juego conmemorativo. Para ser exactos es un título que llega para celebrar su 20 aniversario y lo hace reuniendo en un solo título a todas sus alquimistas habidas y por haber, que no son pocas.

Así que vamos a ver qué tal le ha ido a Gust la experiencia de hacer un juego diferente y si esto puede ser o no un buen punto de partida para algún tipo de spin off o algo similar.

Gestionando la ciudad

El objetigo de 'Nelke & the Legendary Alchemist' es gestionar un pequeño pueblo o aldea hasta convertirlo en una gran metrópolis. Para ello, tendremos que llevar a la protagonista, Nelke, y preparar el terreno para el crecimiento de la ciudad.

La primera gran diferencia con el resto de juegos de la saga 'Atelier' es que Nelke no es alquimista. Siempre ha querido serlo pero no lo ha logrado. No tiene lo que hace falta. Pero lejos de deprimirse se ha propuesto levantar el pueblo que le encarga su padre. Por cierto, tanto él como ella son nobles y por eso tienen ese... poder.

La mecánica del juego es bastante simple (por desgracia). Nuestra labor es ir construyendo edificios y mejorándolos a la vez que les asignamos habitantes del pueblo para que los gestionen. Luego podremos pedirles que hagan tareas especiales en cada uno de ellos.

Así, por ejemplo, el núcleo de nuestra economía será, cómo no, la alquimia. Nuestros talleres de alquimia (o atelieres), tendrán que estar gestionados por algunas de nuestras habilidosas chicas y según su habilidad conseguirán elaborar más o menos cosas de las que les pedimos.

Esos bienes tendremos que venderlos en algunas de las diferentes tiendas. Y nuevamente tendremos que contar con la ayuda de personajes de otras sagas. Tendremos, camareros o guerreros serán los que se encargarán de darle caña al asunto en tiendas.

Por último, tendremos que recolectar y explorar el mundo para tener más materiales. Esto lo podremos hacer bien mandando a Nelke y sus amigos a investigar el mapa en sus días libres, bien cultivando en nuestra ciudad todo aquello que se pueda cultivar o mandando a los habitantes a recorrer las zonas que ya hemos investigado.

Controlando los detalles

Esto es, en líneas generales la tarea que tendremos que hacer cada semana en el juego. Lo interesante está en la personalización que nos permite el juego, tanto a la hora de diseñar la ciudad como a la de establecer quién hace cada cosa en ella.

Quitando los talleres de alquimia, en el que solo podrán estar las alquimistas, en los demás establecimientos podremos tener a cualquier personaje. Estos tendrán una serie de habilidades que se dividen en recolección, creación y producción. Depende de sus fuertes, lo suyo es ponerlos en un sitio u otro.

Y sobre todo hay que controlar que no se mezclen las tareas de los unos con los otros dado que nosotros lo que haremos será planificar las tareas de la siguiente semana. De esta forma, si mandamos a dos personajes a hacer lo mismo, puede que se solapen o que no haya productos suficientes para que los dos cumplan su tarea. Y esto nos producirá pérdidas.

También irán apareciendo tareas secundarias que nos pedirán los aldeanos y habitantes y que traerán suculentas recompensas.

Pero, por desgracia, cuando llevas unos cuantos turnos haciendo lo mismo, ves que la cosa no termina de evolucionar una vez llegados a un punto.

Sí, es cierto que los edificios mejoran, se adaptan, aparecen nuevas posibilidades, y que hay un porrón de personajes en escena que nos ayudarán a investigarlo todo. Pero más allá de la memoria y de controlar que haya un poco de todo para seguir haciendo cosas, el tema se queda muy superficial.

Todo muy automático

Todo en 'Nelke & the Legendary Alchemist' es automático. Nuestra tarea como Nelke es, como hemos dicho, dar órdenes. El resto es cosa de los aldeanos.

Así, nosotros pediremos que se fabriquen x unidades de un producto. Pero puede que nuestra alquimista no lo logre o que tenga tanta habilidad que consiga hacer más de la cuenta.

Tampoco controlaremos las ventas. Solo daremos indicaciones y, pasa lo mismo con la producción.

Cuando llega el tiempo libre, Nelke puede tomar las riendas un poco de su vida. Pero esto no significa que no sea automático. En esta fase del juego podremos mejorar las relaciones sociales con los habitantes, explorar zonas aledañas al pueblo o pedir que investiguen determinadas mejoras para el pueblo.

Pero todo ello es automático. Hasta la exploración de las zonas. En este sentido, el juego parece más enfocado a un dispositivo móvil o un free to play que a una consola. Cuando nos vamos a una zona a recolectar, el avance es automático. Los personajes van por un camino y solo se paran cuando encuentran algo,ya sea material de recolección o un combate.

Y si es un combate, las acciones son también bastante limitadas. De hecho, solo podremos manejar a los personajes guerreros. Las alquimistas van a su bola y hacen lo que mejor se les da hacer (o curar o atacar, depende de cada una de ellas).

Un diseño muy simplista

Otro de los puntos que no ha conseguido destacar en el juego es el diseño artístico. Si bien es cierto que los diseños de los personajes son más o menos los que solemos tener en cualquier juego, hemos visto que han bajado en calidad.

Tampoco mejora el tema de los escenarios en 3D. Como hemos dicho, la exploración es seguir por un pasillo de forma automática, así que no hay realmente escenarios de este estilo. Y la ciudad la podemos ojear pero no explorar.

Pese a todo, las texturas son simples, no consiguen darle profundidad al juego y para nada sorprenden. Es una cosa que nos ha dejado muy fríos en 'Nelke & the Legendary Alchemist'.

Por suerte, la banda sonora sí que cumple, como siempre. SU estilo es inconfundible y, además, nos trae los temas de los personajes de sus respectivos juegos. Así, sonará diferente el atelier si metemos a Sophie que si metemos a Escha. Elegid también a quién metéis en las tiendas precisamente por esto.

Conclusiones del análisis de 'Nelke & the Legendary Alchemist'

Pese a que tenemos delante de las narices un juego de gestión y conmemorativo por el 20 aniversario parece que los recursos que le han destino al desarrollo son más bien escasitos.

Reúne a muchos personajes pero no consigue transmitir nada. La gestión es simple y el estilo artístico está muy por debajo de lo que estamos acostumbrados en la saga 'Atelier'.

Al no haber alguimia de por sí, la cosa se simplifica bastante. Y sí, podremos intentar hacerla con todas las alquimistas que ha habido en el juego. Hay un montón de recetas, edificios y mejoras. Pero al final, todo se reduce a repetir lo mismo una y otra vez.

Da la sensación de que era un free to play destinado a móviles al que se le ha dado un contenido mayor para poder venderlo como juego. Y precisamente por eso, no llega al nivel que esperábamos de él.