60 FONDOS DE PANTALLA POR SEGUNDO

Análisis de 'Microsoft Flight Simulator' para PC; el primer juego de nueva generación no es un juego

El trabajo de Asobo Studio ha dado como resultado una de las mejoras experiencias de simulación de la historia.

Por Marco Gonzálvez 19 de Agosto 2020 | 12:00

Cuando se anunció la existencia de un nuevo 'Microsoft Flight Simulator' en la presentación de Microsoft durante el E3 2019 necesité comprobar varias veces que el estudio a cargo del proyecto era realmente el mismo equipo que me sonaba por haber desarrollado 'A Plague tale: Innocence', pues estudios de desarrollo polifacéticos y multifunción hay a centenas, pero un salto tan importante como el que daban estos franceses no se ven todos los días. De hecho puede que no se vean ni todas las décadas.

No solo eran ellos quienes estaban detrás de semejante proyecto, sino que tenía mucho más sentido del que podía parecer en un principio. La colaboración entre Asobo Studio y Microsoft se remonta a los tiempos de Kinect cuando en 2012 ambas entidades comenzaron a trabajar juntas para sacar provecho a las nuevas tecnologías que desarrollaban los de Redmond, algo que evolucionó hasta que Asobo fue de los primeros equipos en trabajar con Hololens, la realidad aumentada de Microsoft.

Ahora, años después de todo aquello, son de nuevo estos desarrolladores asentados en Burdeos quienes protagonizan el mayor salto tecnológico que Microsoft haya dado en la división Xbox, pues lo que pone 'Microsoft Flight Simulator' es mucho más que un videojuego. De hecho solo podemos considerar que es algo con lo que "jugar" porque hace unos pocos esfuerzos adicionales para ello.

Algunos amigos me han estado preguntando si 'Microsoft Flight Simulator' es un buen juego en los últimos días y la respuesta es que no es un juego como tal. Si al pensar en un simulador de vuelo te viene a la cabeza 'Elite: Dangerous' es fácil que pienses que aquí se viene a jugar, pero lo cierto es que este nuevo estreno para ordenadores (con futuras versiones para Xbox One y Xbox Series X en camino) es más cercano al software que te encuentras instalado en una academia de vuelo que a un videojuego de aviones.

Tras un atroz periodo de instalación que se realiza mediante un cliente propio y unas pantallas de carga bastante pesadas lo ideal es lanzarse al tutorial de conceptos básicos que ofrece el título. Primer y único momento en el que alguien se dignará a explicarte algo sobre las máquinas que vas a poner en el aire durante las horas de vuelos que tienes por delante. Si tu sueño es pilotar un precioso Boeing 747-8 Intercontinental desde Nueva York hasta Sidney pero toda tu experiencia previa se limita a volar unas cuantas naves en el 'StarFox', malas noticias, vas a matar a cientos de personas (figuradamente, se han tomado las medidas necesarias para que los jugadores no se recreen en la catástrofe aérea).

Yo no soy piloto y mis nociones sobre aviación son nulas, por tanto el baremo que uso para determinar que 'Microsoft Flight Simulator' es un buen simulador es medir el nivel de estrés, terror y angustia que siento cuando me enfrento a los cientos de botones que tiene la cabina del Boeing 787-10 Dreamliner. No sé qué hay que pulsar cuando se enciende un piloto de advertencia o qué apagar cuando comienzan a pitar varias señales. Eso es todo lo que puedo utilizar a la hora de constatar que el juego simula bien la sensación de estar dentro de un avión real, el hecho de que si no eres piloto o tienes nociones muy avanzadas de pilotaje no tienes nada que hacer.

Esto no significa que 'Microsoft Flight Simulator' no sea accesible. Es posible volar con decencia decenas de aviones gracias a una gran selección de naves de hélice cuyo control se explica con detalle en el tutorial. Se pueden incluso pilotar haciendo uso de teclado/ratón o un mando de consola. En mis vuelos he usado el Pro Controller de Nintendo Switch con ayuda de algunas teclas del teclado y es posible sin demasiadas complicaciones. Obviamente, utilizar cualquier tipo de joystick o incluso un volante de avión será un millón de veces más recomendable.

Lo que hace 'Microsoft Flight Simulator' para no sentirse incómodo a la hora de llamarse videojuego es darnos algunos modos adicionales que acompañan a un modo principal donde podemos configurar cada mínimo detalle de una ruta de vuelo. Se puede personalizar desde donde salimos, hacia donde vamos, el avión que queremos utilizar, muchísimos elementos mecánicos del mismo, condiciones del vuelo, hora del día en la que queremos despegar, ayudas, modificadores de dificultad y un sinfín de parámetros sin los que esto no sería un simulador.

Ahora bien, lanzarse a una ruta personalizada puede ser imprescindible para los más aventureros pero aburrido o abrumador para los inexpertos o acostumbrados a experiencias más "de videojuego". Para esto existen modos de desafío donde se nos proponen pruebas de aterrizaje en aeropuertos de todo el mundo, rutas sin ayudas de las que disfrutar de paisajes increíbles y condiciones inesperadas o desafíos semanales en los que competir con gente de todo el planeta. Todo esto nos ayuda a tener algo que hacer al entrar al juego y no agobiarnos al pensar en las infinitas posibilidades que tenemos en el modo principal.

Una vez tenemos claro qué hacer y decidimos surcar los cielos comienza el espectáculo. Seguramente ya lo sabéis porque es uno de sus principales reclamos, pero 'Microsoft Flight Simulator' recrea todo el planeta Tierra con ayuda de varias tecnologías que fusionan imágenes de satélite, radares, trabajo a mano e inteligencia artificial. Sí, volar sobre tu casa es una de las primeras cosas que querrás hacer y podrás hacerla en cuestión de minutos.

El nivel de detalle del juego es enfermizo y eso lo digo incluso sabiendo que la mayor parte del planeta está recreada con texturas muy pobres que no representan fielmente las zonas que sobrevolamos. El motivo por el que esto no importa es porque la recreación del terreno está lo suficientemente conseguida como para ser creíble a la distancia a la que estaremos la mayor parte del tiempo. He sobrevolado parajes de la Murcia profunda y puedo reconocer cada huerta, cada carretera y cada pueblo desde el aire aunque de cerca sean poco más que trampantojos generados con una combinación imposible de técnicas de escaneado y renderizado. No hay ni trampa ni cartón en las tomas realistas que podéis ver en cualquier tráiler del juego, vuestra experiencia con el mismo puede ser exactamente idéntica si os encontráis con los parajes adecuados.

De hecho la contemplación y el sacarle partido a la fotografía puede ser uno de los usos más divertidos y totalmente lícitos de este título. Una de las herramientas que más fascinantes resultan del juego es la posibilidad de cambiar el clima, la hora del día y parámetros similares en tiempo real mientras volamos. Nada os impide activar el piloto automático y sacar algunas imágenes de escándalo que seguro que serán de los mejores fondos de pantalla que podáis conseguir.

'Microsoft Flight Simulator' es sin duda la primera experiencia de nueva generación a la que nos enfrentamos y no creo que ninguno de sus problemas se hubieran podido evitar visto lo visto. Hay pantallas de carga realmente largas, ya decía que gran parte del planeta no cuenta con un detalle del nivel de Google Earth, el control con periféricos como el mando, ratón y teclado es realmente incómodo en determinados momentos y no hay voces en castellano. Es difícil imaginar maneras sencillas de solventar todos estos problemas cuando tenemos en cuenta la inconmensurable magnitud de todo lo que propone 'Microsoft Flight Simulator', sus miles de aeropuertos y pistas de aterrizaje (incluida la pista más rural, privada y pequeña que se te ocurra), su escala planetaria, sus decenas de aviones disponibles y sus incontables variables para cada uno de los vuelos hacen que esta sea una de las mayores obras de ingeniería que la industria del videojuego ha visto en mucho tiempo.

Conclusión

En resumen, 'Microsoft Flight Simulator' parece ser tan óptimo para quienes buscan la experiencia de un simulador lo más profundo posible, como para quienes aceptan aprender los mínimos y dejar siempre el título instalado en su disco duro para volver a él con la intención de plantearse un reto entretenido o simplemente disfrutar de un sencillo vuelo relajante disfrutando de las mejores vistas aéreas de nuestro planeta que haya ofrecido jamás un videojuego.

Apunte sobre la nota

Aclarar la nota de un texto es algo que nunca he hecho porque no lo he considerado necesario. Aquí debo hacerlo porque esta nota perfecta no responde a que yo considere que esto es un simulador perfecto, no puedo saberlo sin ser piloto o tener toda la información necesaria sobre cómo debería funcionar cada pequeño detalle de configuración de su simulación. La nota perfecta se debe a que no recuerdo haberme encontrado tan fascinado por un videojuego como este en mucho tiempo y a que aparentemente todo lo que se propone hacer lo hace con una soltura envidiable.

Equipo

He jugado a 'Microsoft Flight Simulator' en un PC con un procesador AMD Ryzen 3600X de 6 núcleos a 3,80Ghz, una tarjeta gráfica GeForce RTX 2080 Super y 16GB de RAM, los ajustes predeterminados en la configuración Muy Alto y sin caídas notables de rendimiento incluso en tormentas y con aviones grandes.