El 15 de Agosto 2017 | 08:30
En los últimos tiempos el aficionado al SHUMP no ha vivido su mejor época, no abundan los estrenos revolucionarios y desafiantes que hace unas décadas colapsaban los sistemas de entretenimiento digital con nombres que ahora son grandes clásicos de la historia del videojuego. Ahora son pocos los nombres que significan calidad asegurada en este género y entre esos pocos destaca a menudo la presencia de Housemarque, el estudio finlandés que nos ha dado grandes alegrías modernas como 'Resogun' y 'Alienation' a pesar de que llevan en esto desde los 90 con su reputada franquicia 'Stardust'.
Un proyecto carente de ambición
El juego que me ha tenido ocupado este último fin de semana ha sido 'Matterfall', el nuevo SHUMP exclusivo de PS4 desarrollado por Housemarque y presentado por primera vez en la Paris Games Week de 2015 con una misteriosa cinemática CGI.
El interés inmediato es inevitable cuando sabes que lo que tienes delante es un trabajo que ha salido de las mentes detrás del mejor SHUMP que haya pisado nunca la consola de Sony. Lamentablemente pronto aparecen las dudas que tenían a unos cuantos con la mosca detrás de la oreja al lanzarse dos títulos del mismo género y del mismo estudio en un periodo de tiempo tan corto, pues hace menos de dos meses se puso a la venta 'Nex Machina' para PC y PS4.
Los primeros minutos del juego nos ponen al control de la mercenaria que en esta nueva historia se encarga de evacuar a los últimos supervivientes humanos de un planeta que se muere tras una infección global producida por una materia alienígena desconocida. Superada la siempre traumática introducción narrativa que nada aporta en estos juegos empezamos a familizarizarnos con un esquema de controles que no podría sernos más conocido. Jugabilidad con doble stick usando uno para movernos y otro para disparar, un botón de salto doble y otro para realizar un pequeño acelerón que destroza los proyectiles y congela a los enemigos cercanos, haciéndolos muchos más débiles a nuestra potencia de fuego e inhabilitando sus movimientos durante unos breves segundos.
En los primeros cinco minutos de juego quedan establecidos los movimientos que repetiremos sin cesar en las 2-3 horas que pueden durarnos las tres fases del juego compuestas por varios capítulos cada una. Y sí, la duración es escasa en este 'Matterfall' pero el trofeo que recibimos al completar la aventura por primera vez, llamado "Entrenamiento completado", es toda una declaración de intenciones. Los conocedores del género o de los trabajos de este estudio sabréis que superar el juego por primera vez no es más que una toma de contacto para entender el ritmo y las normas de la obra, lo realmente interesante viene después cuando vamos a por los niveles de dificultad más elevados y a superar lo máximo posible nuestras puntuaciones y nuestros tiempos récord para subir en los marcadores globales.
Eso es así, nunca hemos podido echarles en cara a estos creativos la duración de algunas de sus obras porque parte del atractivo reside en dominar cada esquina de cada nivel y competir a nivel global o contra nuestros amigos en los marcadores. El problema de 'Matterfall' es que esto no resultará satisfactorio ni al novato que se quiere iniciar por ser los modos normales demasiado fáciles y el modo en el que morimos de un solo impacto demasiado extremo. Tampoco apasionará a los amantes del SHUMP por no ofrecer nada realmente nuevo o una sensación de ideas frescas respecto a otros títulos relativamente modernos. Por tanto nos queda el enamorado de Housemarque, de ese ADN tan particular que estos finlandeses dejan señalado en cada nueva obra y que de nuevo sigue presente en cada minuto de juego, haciendo que al final juguemos casi usando nuestra memoria muscular por completo, de una forma intuitiva y finalmente muy divertida.
'Matterfall' dura un suspiro y aunque, de nuevo, eso se pueda perdonar en cierta manera, no deja de ser extremadamente escaso el contenido del juego. Tres zonas con varios niveles de dificultad no tienen nada que hacer frente a los muchos modos de juego de 'Resogun' o las muchas horas de duración de 'Alienation'.
Si estás decidido a hacerte con este nuevo exclusivo de PS4 debes saber que estás más bien ante un 'Contra' futurista reimaginado por los maestros de Housemarque y no ante ese SHUMP que esperas que te tenga un mes batiendo récords sin descanso.
Si lo que buscas es una forma de hacer videojuegos que ya has comprobado que te engancha como es la de este estudio en particular, adelante, todo sigue intacto y disfrutarás cada minuto que pases en un juego que, por otro lado, se pondrá a la venta por unos 19,99 €. Hay suficientes pequeños caramelitos como la presencia de potenciadores que combinar durante las partidas y siempre presentes marcadores como para que no te arrepientas de la compra.
Lo mejor:
- El ADN del estudio sigue intacto en este nuevo trabajo.
- Los modos de dificultad aportan cierta rejugabilidad y un reto añadido.
- De nuevo es de lo más notable del género para jugar en PS4.
Lo peor:
- Dista mucho de las grandes obras del equipo como 'Resogun'.
- La duración para los menos exigentes es irrisoria.
- Nulo contenido extra a modo de modos de juego o incentivos para rejugarlo.